Debajo de la luna brillante
tu cabello oscuro se revuelve
gracias a el viento vespertino
mientras tus preciosas lágrimas
bajan por tus pálidas mejillas
como perlas brillantes, anhelantes
tú, habías roto mi corazón
miles y miles de veces
era mi turno.
por fin, era mi turno
Voy a destruirte
te hundiré
en el más profundo
de los placeres terrenales
mientras tu blanca piel
se tiñe de rojo con lentitud
esperé mucho tiempo
y puedo jurar
que cada segundo
había valido la pena.
el precio por poder ver tu rostro,
agonizante y lleno de dolor,
habría sido mayor al de tres mil vidas
La oscuridad está más que lista
para nuestra escandalosa llegada
te guste o no,
serás testigo en carne propia
de la más cruel de las filosofías
serás testigo de la filosofía de la noche
grita todo lo que quieras
nadie va a escucharte
deja que la razón se aleje poco a poco
y permítete disfrutar
hasta el último segundo
de esta deliciosa tortura
Pureza angelical
siendo remplazada a cada segundo
por el más oscuro
deseo pecaminoso
Cuando aceptes
cada una de mis maldiciones
le pertenecerás a la oscuridad
para siempre
ya no hay vuelta atrás
una hermosa rosa blanca
lentamente tiñéndose del negro más profundo.
Te metiste con el alma equivoca, Cariño.