UN DIA EN LA PLAYA BIEN HOT
Era un día muy soleado esa hermosa mañana de verano cuando le propuse a mi bella novia ir a darnos un buen baño de playa, invitación a la cual ella sin dudarlo acepto de inmediato.
De camino a la playa nos mirábamos muy amorosamente y con algo de picardía haciendo del camino bastante caluroso más de lo normal, al llegar a esa hermosa playa decidimos alejarnos bastante del bullicio de la gente hasta llegar a un sitio bien apartado totalmente solo para nosotros.
Nos metimos al agua y de inmediato nuestros cuerpos empezaron a reaccionar de manera lujuriosa supongo que por lo solo de aquel lugar y por lo mucho que nos atraíamos los 2 nuestras manos jugaban con nuestros cuerpos no dejaban de tocar todo lo que deseaban.
Los besos clamaban a gritos un desboque de pasión al cual ya no se podía postergar debido al derroche de hormonas en todo ese momento de lujuria.
Fue entonces cuando entramos en razón y nos percatamos de que estábamos en un sitio público y que podíamos ser divisados por cualquier curioso.
Fue ahí cuando mi novia propuso irnos más lejos donde se encontraba una gran roca que podía tapar nuestro encuentro.
Rápidamente le dije que fuéramos a ese sitio porque ya no podíamos aguantar más ese momento.
Abordamos esa gran roca donde las olas chocaban y celebraban todo aquello me dispuse a desvestir a esa hermosa dama y hacerla mía, fue mágico todo aquello escuchar las olas rompiendo sobre la roca al mismo tiempo que ella y yo hacíamos el amor el cielo muy azul y el horizonte perfecto para todo aquello.
De pronto escuchábamos un bote pasar pero no le prestábamos mucha atención por la magia de todo aquello sin embargo el ruido de ese motor fue acercándose mas y más hasta que por sorpresa vimos aquellos 2 pescadores que nos veían muy fijamente en nuestras andanzas y todo aquello pasaba justamente en el momento más intenso de nuestro encuentro
Me asuste y le dije a mi novia corramos pero ella me freno y me dijo espera ya es inevitable que mi cuerpo deje de sentir este momento que solo los dioses pudieran explicar no sabía que hacer pero de pronto ella comenzó a gemir muy fuerte y sensual yo le tapaba la cara para que los pescadores no le vieran el rostro y ella me decía dale fuerte, fuerte me volví loco y como las olas rompía en la piedra yo rompía en un orgasmo con ella.
Los pescadores gritaban sandeces Asia nosotros terminaron de pasar y ver todo aquello que ella y yo hacíamos en esa roca.
Al final nos reímos y los 2 estuvimos de acuerdo que fue un día muy especial con en la playa.