Vamos a hablar de memorias.
Aquellos recuerdos pasados...
Vamos a hablar del caucau que me comía que mi abuela preparaba cuando en casa no cocinaba y venía del colegio a almorzar con los abuelos, el sabor y el aderezo, la combinación de ellos junto al arroz y su refresco de chica que siempre parecía estar algo pasado pero igual me lo tomaba.
Vamos a hablar cuando volvía del colegio y me encontraba con mi papá que arreglaba la casa y nos atendía con música y todo estaba perfecto.
Vamos a hablar de la primera vez que sentí una decepción y me obligué a sonreír cuando por dentro ardía.
Vamos a hablar de la primera vez que sentí que me enamoré perdidamente y no sabía cómo decir “me gustas”.
Que se me hizo difícil manejar esa estúpida sonrisa cuando veía su presencia.
Que estupidez…
Vamos a hablar del momento en el que descubrí las ganas de autoeliminarme porque no encajaba en los estereotipos, sí… de esos que se burlaban de mis piernas anchas y mis mejillas regordetas y descubrí que el cortarse las manos era lo más extrañamente tonto que me hacía.
Vamos a hablar del apoyo, sí, de ese del que sentía a penas de mi hermana.
Vamos a hablar del dolor de no sentirse apreciada, de aceptar a tu madre con sus nuevos ligues fuera de la relación de mi padre pero que ella(os) no me acepten a mí con todos mis líos que aún no sabían.
Vamos a hablar de la primera vez que besé a una chica mm no, recuerdos banales.
fue exactamente de quien me perdí enamorada y no sabía decirle “me gustas”.
Vamos a hablar del hambre, de esa que me pega por las madrugadas y me fuerzo a denegar.
Vamos a hablar de mi cuerpo, que aveces lo veo perfecto… a veces
Vamos a hablar de esto que escribo.
que quiero volver a ir desde el principio.
así de perdida, así de bloqueada…
recuerdos ahora los tengo, pero así de felices como mi infancia no.
que la vida era fácil… que cubrirse bajo el abrazo de mamá lo era aún más, que recibir una sonrisa de oreja a oreja de papá también, que de saber que la familia estaba unida mucho más.
Todo cambia pero, ¿Qué se hace cuando la mente aún se estanca en la “etapa feliz” pensando que en algún momento todo volverá a ser igual…