“Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.”
1 Juan 4:11 RVR1960
Una de las tantas cosas que aprendemos cuando pequeños, y que se mantiene como característica nuestra por largo tiempo, es a reciprocar lo que alguien hace con nosotros. Si bien es difícil que demos el primer paso, a no ser que tengamos algún interés específico, sí es frecuente que hagamos a una persona la acción que antes hizo con nosotros. Es por eso que aceptar a otros y abrirnos con ellos cuesta tanto, por tantas decepciones y situaciones que hemos vivido, en las que nos protegemos y evitamos ser dañados.
En el entorno de la iglesia sucede igual. Nos cuesta mostrar a los hermanos quienes somos realmente, y guardamos algo de recelo hasta que tienen buenas acciones con nosotros. Sin embargo, Juan nos dice: Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Más que esperar que otros den el primer paso, y mientras mostrarnos a la defensiva, somos nosotros lo que tenemos que amar a nuestros hermanos, aún cuando ellos no lo hagan con nosotros. Si queremos esperar a que alguien lo haga primero con nosotros, ya fue hecho, pero hace miles de años antes. Dios nos amó. Pero nos amó de tal manera, que aún a Su propio Hijo dio por nosotros. Solo nos queda a nosotros reciprocar ese amor que nos fue dado, y tomar la decisión de amar a nuestros hermanos en Cristo.
Del mismo modo en que Dios nos ama con nuestros defectos y virtudes, así debemos amar nosotros a nuestros hermanos en Cristo, y a nuestro prójimo en general. Si nos rechazan, recordemos que también rechazamos nosotros a Dios al inicio, y aún así Él no escatimó nada por nosotros. Reciproquemos lo que recibimos. ¡El Señor te bendiga!
#DiosNosAma, #AmorALosHermanos, #MinutosConDios, #ReflexionesDiarias