“Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?”
Gálatas 5:7 RVR1960
La vida en los caminos de Cristo debe ser llevada bajo la guía del Espíritu Santo, con prudencia y sabiduría. Muchas situaciones se nos pueden presentar disfrazadas de espiritualidad que son verdaderamente objeto de tropiezo para los cristianos, afectando los fundamentos de nuestra fe y conducir a la pérdida de nuestra salvación.
En tiempos de Pablo, vemos como los gálatas fueron influenciados por maestros judaizantes que enseñaban que, aunque las personas hubiesen aceptado a Cristo, tenían que circuncidarse y asumir las prácticas judías, alegando que Pablo enseñaba una nueva religión imperfecta y de segunda mano. El apóstol les dice: Ustedes corrían bien; ¿quién los estorbó para no obedecer a la verdad? Ellos tenían una vida en el Evangelio adecuada, tenían enseñanzas correctas y cristocéntricas, pero se dejaron confundir. Les pregunta acerca de, entre los judaizantes, quién era digno de ser escuchado, cuando lo que habían hecho era obstaculizar su crecimiento espiritual. Hoy en día también hay personas que tratan de minimizar y opacar la obra redentora de Cristo, agregándoles condiciones y excluyendo la salvación por fe.
Si vamos corriendo bien en el Evangelio, no permitamos que nos estorben con falacias y nuevas revelaciones. Todo lo necesario para que seamos salvos está escrito en las Sagradas Escrituras. Solo necesitamos depender del Espíritu Santo y de la Palabra de Dios. El sacrificio de Cristo en la cruz es lo único que nos puede proporcionar salvación y perdón de pecados. Nada más. ¡El Señor te bendiga!
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