Somos humanos, las emociones forman parte de nuestro diario vivir, no hay manera de que un ser humano no pueda sentirlas, al menos no sería lo normal, por tal motivo no podemos escapar de estas, así que cuando son emociones negativas como la rabia, o el miedo las que están presentes, es mejor mantenernos en silencio, ya que estas de cierta manera pueden hacer que no veamos las cosas como son y que digamos cosas que es mejor no decir.
Con cierta frecuencia nos enfrentamos a situaciones que nos causan incomodidades, y por lo tanto hace que afloren estas emociones que no son las mejores para estar presentes cuando lo que se busca es una sana comunicación. A nadie le gusta que le hablen desde la rabia, soberbia, ni nada parecido, ya que la persona que escucha suele, con frecuencia, ponerse en la misma sintonía, y responder de igual manera.
Para que esto no ocurra debe existir entre los interlocutores al menos una persona que sea emocionalmente estable, y que en el más mínimo momento de molestia sepa cómo actuar de manera de evitar que la situación se torne más incómoda, y que termine por llevar a ningún lado. Por eso es lo que comúnmente ocurre cuando es la rabia la emoción presente y que prevalece en cualquier conversación.
Por eso no dejaré de insistir, Si estás molesto, mejor no opines, a menos que tengas un gran control emocional que haga que tu razón prevalezca por encima de lo emocional. Cuando establecemos algún tipo de relación con una persona, lo hacemos no sólo con esta persona sino con toda una herencia, con su aprendizaje, estudios, malas y buenas experiencias, lo que hará que no sea sólo con alguien en ese momento con quien estamos hablando sino de cierta forma, con todo su pasado.
He visto personas irrespetar a alguien por el hecho de no tener en mente esto último en lo más mínimo, ya que no pueden entender, porque no hacen el mínimo esfuerzo en ponerse en el lugar del otro, y no sólo eso, sino que responden de igual manera desde la rabia, lo que hace que la situación siempre termine peor.
No hablo de que debemos dejarnos humillar por los demás, no hago alusión a eso, nunca lo haría, sólo me refiero al hecho de que lo mejor es evitar situaciones incómodas, que no son saludables ni física, ni social ni psicológicamente. Eso es mucho más fácil y no hace daño a nadie.