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En aquella época, Bob Dylan tuvo un accidente de moto y es por eso que decidió irse a su casa de campo, en la que podría dejar volar su imaginación lejos de la ciudad.
Había cierta banda con la que Bob a veces colaboraba en sus giras, llamada The Hawks. Estaban todos en su casa, así que pensó "¿Y por qué no hacerlo?" Y así surgió el disco. Subieron al sótano de aquella casa llamada Big Pink, ya que estaba pintada de rosa, un alarde de imaginación de mi amigo Bob.
Basement Tapes fue editado años después, y en él se puede apreciar ese sonido crudo, directo, sin artificios ni arreglos.
Las canciones en The Basement Tapes muestran la camaradería de los músicos, su sentido del humor, así como su profundidad de sentimiento, ya que estas melodías son expresiones poéticas alternativamente poderosas y tonterías llenas de bromas. Aunque supuestamente era un álbum de Dylan, varias canciones fueron grabadas más tarde sin su participación por la banda, e incluidas aquí cuando el álbum fue compilado por Robbie Robertson.
La colección no ha estado exenta de críticas, especialmente de aquellos que ven la inclusión de muchas canciones que no presentan al propio Dylan como algo extraño. A pesar de esto, el álbum sigue siendo un favorito crítico y un destacado entre los lanzamientos de Bob en los años 60 y 70.