-Abuelito
-Dime, Agustín, ¿Qué sucede?
-Es sobre la carta para los reyes
-¡Ah!, ¿Qué quieres saber?
-¿Por qué los reyes a veces traen lo que se les pide y otras veces no?
-A veces no tienen el dinero suficiente para comprar los regalos
-El año pasado Tobi, mi amigo de la escuela, y yo pedimos bicicletas nuevas. Pero solo a él se la trajeron
-Verás, Agustín, los reyes no siempre pueden comprar todos los regalos, un año le toca a unos y otros años a otros
-Abuelito, ¿Me traerán lo que les pida este año?
-Eso habrá que verlo, Agustín. Cuéntame, ¿Qué piensas pedirle a los reyes?
-Quiero que curen a mamá
-Oh, Agustín, ven acá -dijo y le cruzó el brazo sobre los pequeños hombros-. Es muy bonito de tu parte. Pero tienes que saber que ellos no pueden cumplir ese tipo de peticiones. Sin embargo, podemos escribir una carta y llevársela a tu madre. Se alegrará mucho y le hará muy bien para su recuperación
-Gracias Abuelito, extraño mucho a mamá y temo que no vuelva
-Lo se Agustín, todos la queremos devuelta.
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