Ahora después de creer que dejar la ciudad era imposible, aquí estoy! aún no en la montaña como quisiera, pero si al lado en un pueblo pequeño y lo mejor de todo es que sigo visitando la ciudad.
Es como si cada paso que me acerco a vivir rodeada en un ambiente natural pleno fuera proporcional a la evolución de mi mente y la manera de ir soltando nudos que creí necesidades.
Gracias por leer y seguir esta historia