Sería interesante leer el concepto que cada uno de ustedes, queridos amigos que leen este post, tengan sobre lo que les digo, es más, los invito a que compartan lo que piensan sobre la amistad en los comentarios de esta publicación; pero por ahora, permítanme explicarles de que se trata este artículo.
Pues bien, resulta que hace poco tuve que despedirme de una gran amiga, casi una hermana para mí, y tuve que hacerlo a través de una carta, debido a muchas razones, más que todo personales, y sentí una gran impotencia al no poder despedirme de ella en persona y eso me hizo sentir muy mal porque recuerdo que hace un tiempo tuve la oportunidad de hablar con ella acerca de las despedidas y le dije que yo sería el primero en decirle adiós y darle un gran abrazo el día que se fuera, pero no fue así…no tuve el valor de hacerlo.
Eso me hizo pensar en que tan buen amigo soy, y me di cuenta que realmente no fui un buen amigo para ella en ese momento. ¿Qué quiero con esto? Seguro se estará preguntando para que les cuento esto. Pues, se trata de una reflexión mis queridos amigos míos, se trata de recordarles porque es importante valorar a los amigos, a los verdaderos amigos que tenemos, hay que recordarles todos los días a esa persona que nos soporta, que nos grita, que nos consuela, que nos entiende aunque el resto del mundo no lo haga, lo importante y lo valioso que es para nosotros. Hay que ser cursis de vez en cuando con nuestros amigos señores, créanme, es necesario decírselo para que sepan que no los hemos olvidado y que siempre estamos pendientes de ellos. Además, si así lo hacemos nos sentiremos mucho mejor con nosotros mismos porque la alegría que nos dan nuestros amigos, solo ellos saben darla, no hay nadie pero nadie en el mundo que nos haga sentir como nuestros mejores amigos.
Por eso el reto de hoy para cada uno de ustedes es que le digan a sus amigos, sean hombre o mujer, cuanto los quieren, sin pena, recuerden que “pena” son cuatro letras a las cuales no hay que tenerles miedo mis amigos. Mírenme a mí, que perdió la oportunidad de darle un abrazo a mi gran amiga por un temor sin sentido; recuerden que hoy estamos aquí y mañana no sabemos dónde estaremos, por eso aprovecha hoy y dile a tus amigos cuanto los quieres.