Durante la segunda guerra mundial, en una población de Europa, en medio de la confusión por un bombardeo, una madre pierde de vista a su niño pequeño. Bañada en llanto, la pobre mujer, horas después tocaron la puerta de su hogar, cuando aparece su hijito sano y salvo; el pequeño relata que un señor algo moreno y con barba, lo carga y lo trago de regreso, ah, dijo llamarse Nicolás de Bari.
En memoria de San Nicolás de Bari en varios pueblos europeos, aún se entregan regalos a los niños más pobres y necesitados. Dice la tradición que un señor normal, acompañado de elfos es quien repartió aquellos regalos; algunos siguen emulando su bondad y generosidad. Hoy día el estereotipo de este personaje en occidente, es vestido de rojo y con barba blanca, (llamándole Santa Claus) en Europa es vestido de dorado.