Catelina Thomàs Gallard nació en Valldemossael 1 de mayo de 1531 y es la única santa de Mallorca. Fue beatificada el 1792 por el papa Pío VI y canonizada el 1930 por el Papa Pío XI. Es conocida en Mallorca como la “beata” o la “beateta”. Se decía de ella que había tenido visiones de santa Catalina de Alejandría, San Antonio de Padua y ángeles, y que era capaz de prever el futuro.
Era la sexta de seis hermanos. Sus padres murieron prematuramente y Catalina pasó a depender del tío materno Juan Gallardo, que estaba casado con una hermana de la madre, María Thomás.
Falleció el 5 de abril de 1572 a los 43 años, y su cuerpo virginal se halla aún incorrupto en el citado convento