10 tips o consejos para mejorar la concentración en niños distraídos
A continuación, vamos a exponer 10 tips o pequeños trucos que podemos hacer en casa, con el fin de ayudar a nuestros hijos a mejorar su concentración.
Crea un horario de estudio consensuado con tu hijo. No se trata de imponer unas horas de estudio intenso, se trata de trabajar conjuntamente con nuestros hijos, haciéndoles partícipes de sus tareas. Lo más importante, crear el horario juntos, hablándolo y cediendo cuando sea posible. Esto hará que los niños distraídos se sientan más implicados y comprendan que les tenemos en cuenta a la hora de tomar decisiones. Además, realizar un horario es en sí mismo una tarea que requiere concentración, podemos hacerla divertida para que sienta que hacer los deberes puede ser divertido.
Permite horas de juego. Los niños son niños, necesitan tiempo para jugar y tiempo para ellos mismos. Lo importante es no convertir la hora del estudio en una guerra entre padres e hijos. Recompensar con horas de juego o con actividades divertidas para él, siempre y cuando se cumplan los objetivos de estudio, mejorará su concentración y evitará distracciones, ya que sabrá que al finalizar sus obligaciones va a tener tiempo para otras actividades. En esas horas de juego, los niños distraídos se relajarán, eliminando el cansancio que generan las largas horas de estudio.
Comienza por las actividades difíciles para llegar a las fáciles. Empezar los deberes por los que requieran mayor concentración ya que al principio nuestros hijos serán capaces de mantener una atención focalizada en la tarea. También tiene efectos directos en la motivación, el conseguir realizar una tarea complicada actuará como refuerzo y facilitará la consecución de las demás. Si los niños distraídos consiguen terminar una tarea que es complicada, las siguientes le parecerán mucho más fáciles y mantendrá mucho mejor la concentración.
Pregunta sobre su asignatura preferida. Habla con tu hijo, interésate en lo que le interesa. Quizá se distrae en algunas asignaturas y en otras es capaz de concentrarse durante más tiempo. Puede comenzar por la tarea que más le guste, siempre y cuando se comprometa a realizar las demás, proponer acuerdos le ayudará a sentirse más implicado en las decisiones.
Una habitación ordenada es una habitación que favorece la concentración. Su zona de estudio debe estar ordenada, en la que tengamos únicamente lo que necesita para realizar las tareas. Es muy importante que, mientras haga deberes de una determinada asignatura, sólo tenga visible material de la misma. Como hemos visto, a los niños distraídos les cuesta mucho concentrarse en una única tarea, el ver libros amontonados, montones de hojas con otras cosas que hacer, hará que se distraiga con facilidad.
Utiliza ambientadores con aromas naturales. Como ya hemos mencionado, hace 50.000 años los niños aprendían en la naturaleza y, el olor natural era el predominante para ellos. El olfato es un sistema inconsciente y uno de los sistemas más relacionados con la concentración y memoria, un olor natural, aroma a limón o a frutas del bosque, por ejemplo, ayudarán a los niños distraídos a mejorar su concentración.
niños distraídos
Niños y concentración
Higiene del sueño. No es sólo crear horarios de sueño, sino de que ese sueño sea reparador. Evitar que utilicen aparatos electrónicos antes de dormir, al menos una hora antes. La luz que emiten por ejemplo los teléfonos móviles, hace que nuestro cerebro ‘’crea’’ que la hora real sea de día, en lugar de que ya sea hora de dormir. Un sueño reparador ayudará a la concentración de nuestros hijos al día siguiente y evitará distracciones por el cansancio acumulado.
Una dieta adecuada y equilibrada. No se trata de prohibir alimentos, se trata de conseguir que nuestros hijos coman de todo. Alimentos hipercalóricos deben estar seleccionados para ocasiones especiales, pero no podemos negarles su consumo. Una buena alimentación ayudará a que el sueño sea de mejor calidad, beneficiará a su salud en general y reforzará positivamente su capacidad de concentración.
Comunícate con sus profesores. Es muy importante mantener una comunicación efectiva con su entorno de estudio. Sus profesores están casi tanto tiempo con nuestros hijos como nosotros, ellos pueden observar actitudes y aptitudes que nos pueden ayudar a entender mejor a nuestros hijos.
Crea un entorno de confianza. No es suficiente hablar con nuestros hijos, tenemos que saber escucharles. Quizá su distracción no viene determinada por la propia tarea, puede venir influida por otros factores. Si creemos que puede tener problemas en otros ámbitos que no son los estudios, podemos ayudarles simplemente hablando con ellos, consiguiendo que entre padres e hijos se forme un círculo de confianza que favorecerá la consecución de nuestros objetivos.