El comportamiento del oro frente a la renta variable ha tenido sus más y sus menos a lo largo de la historia. Uno puede encontrar periodos (incluso, alargados en el tiempo) en los que el metal amarillo ha batido claramente a la bolsa en términos de rentabilidad y periodos (también muy extendidos en el tiempo) en los que el metal precioso ha tenido un comportamiento muy negativo frente a la renta variable.
Dicho esto, hay 3 argumentos que pueden favorecer la inclusión de oro en las carteras agresivas (cuando digo, agresivas, me refiero a carteras que tienen un peso alto en renta variable).
Seguro contra un mercado bajista...
El primer elemento es el hecho de que el oro suele comportarse muy bien cuando la renta variable entra en territorio bajista. Lo hemos visto en el estallido de la burbuja tecnológica. En ese periodo (gráfico 1), vemos que en ese periodo la bolsa (medida por el S&P 500 en USD) cayó un 45% mientras que el oro (también medido en USD) se revalorizó un 18%.
Relación bolsa - oro...
Pero hay otro elemento que podría jugar a favor del oro de aquí a los próximos años. El gráfico siguiente muestra la relación entre la rentabilidad a 10 años del S&P 500 (en USD – eje vertical) respecto a la rentabilidad a 10 años del oro.
Vemos cómo cuando la rentabilidad de la bolsa está por encima de la media histórica, lo normal es que la rentabilidad de una inversión en oro sea bastante floja. Y lo inverso. Cuando la rentabilidad de la bolsa a 10 años es baja (o incluso negativa), la rentabilidad del oro se sitúa por encima de la media.
La pregunta es: ¿qué esperamos de la rentabilidad para la bolsa en los próximos 10 años? Si pensamos que la rentabilidad puede situarse por debajo de la media histórica (por debajo del 5% anual), entonces no vendría mal invertir una pequeña parte de la cartera en oro.
Rentabilidad futura
El tercer argumento a favor del oro es la rentabilidad futura a 10 años que puede ofrecer Existe, como en muchos otros activos, una relación inversa entre la rentabilidad obtenida en los últimos 10 años y la rentabilidad futura de los 10 años siguientes. Es lo que muestra el gráfico siguiente. Cuanto menor la rentabilidad pasada, mayor la rentabilidad futura. Y viceversa. ¿Y cuál ha sido la rentabilidad del oro en estos últimos 10 años? A fecha de finales de febrero, fue de apenas el 0,8% anual (en dólares).
Fuente: https://www.morningstar.es/