A principios de este mes, un inspector general del Pentágono reportó que a varias tropas se les había ordenado "ignorar" cualquier señal de que las fuerzas de seguridad afganas abusaran sexualmente de niños, aunque el informe insistió en que esto no era una "guía formal" de los líderes del Pentágono.
Un informe mucho más específico del Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR), sin embargo, no verá la luz del día en absoluto si el Pentágono tiene algo que decir al respecto, con el liderazgo militar diciendo que necesita permanecer clasificado.
Los funcionarios del Senado, que solicitaron la investigación de SIGAR en primer lugar, notaron que los militares se oponían a que una segunda investigación se separara de la investigación general del inspector interno. Eso no es de sorprenderse, ya que el Pentágono tiende a estar descontento con las críticas vocales de SIGAR a las fechorías militares.
Los funcionarios del Pentágono están defendiendo la decisión de clasificar el informe SIGAR, pero no ofrecen excusas para hacerlo, insistiendo más bien en que quieren que la atención se centre en el informe de hace dos semanas.
El abuso sexual infantil ha sido un problema recurrente en el ejército afgano desde que comenzó la ocupación estadounidense en 2001. Los funcionarios estadounidenses detestan ver los abusos del ejército afgano demasiado publicitados, y esto se ve como una continuación de ese esfuerzo por encubrir sus crímenes.
By Jason Ditz / Republished with permission / ANTIWAR.COM / Report a typo