La noche y los truenos no tienen porque asustarte mi amor, mamá está aquí y siempre te protegerá.
Duerme ya niño mío, y no vayas a despertar porque no quiero que veas al coco, o al pobre coco tendré que matar.
No te preocupes mi vida y descansa sin tardar que los buenos sueños están por llegar.
Acomodo a mi hijo sin prisa y con calma, el cierra sus ojitos y yo sonrió con esperanza. A mi niño nunca más una pesadilla despertará así que colocó la almohada sobre su rostro lleno de paz.
Duerme mi amor, mamá tú sueño eterno velará. Ve con San Pedro y los ángeles que yo a los demonios me voy a enfrentar.