La albahaca ha sido considerada durante siglos la plana del amor y de sus consecuencias positivas y negativas, es decir, del deseo sexual y del odio de los despechados, por esta capacidad de la planta, canalizadora de sentimientos tan opuestos, era tradicional que las mocitas llevasen detrás de la oreja una ramita de albahaca para atraer el amor de sus sueños y de paso evitar el odio en los pretendientes rechazados.
Por una parte, está considerada como una planta capaz de inflamar los deseos sexuales, de tal suerte que se añade a los piensos de los irracionales, antes del apareamiento, a modo de afrodisíaco, y en este caso no se puede atribuir el efecto a la sugestión, dado que el animal es bien ajeno a estas maquinaciones humanas.
Se sabe que los romanos acostumbraban a poner un plato de ensalada de albahaca a los enamorados enfadados, para favorecer su reconciliación, la magia negra se sirve de esta planta para provocar en las mujeres un flujo mensual pestilente, que produzca rechazo en el hombre amado, pero en cambio la magia blanca dicen que logra que el Sol influya en Marte para que el fuego colérico sea reconducido en fuego de amor.