¡Hola, apreciados y respetados lectores!
Continuando con la presentación de mi segunda antología de poemas, bautizada: "El Ensueño de un Poeta", con mucho placer, les comparto el "Poema 23" de ésta, que se titula: "Mujer y Dama". Como ya es costumbre, he acompañado el poema con una fotografía de mi autoría. Esperando sea de su agrado, les envío en estas líneas mi acostumbrado fraterno abrazo.
MUJER Y DAMA
(Poema 23)
Naces de entre las sutiles penumbras,
irradiando toda tu alegría y tu dulzura.
Aún siento cuando de él te encumbras
y tu cara ya lavada, es toda una ternura.
Vas por ese túnel finito y muy oscuro
y de ese bello vientre tan cálido sales,
para dar a todos, el júbilo, en la casa.
Te recubren de sábanas tan límpidas,
juegas al llanto incesante y perenne,
el galeno, te cubre el sutil cuerpecito.
Con sentimientos tan innatos lloras.
Y esa mujer tan dadivosa, te arrulla,
ella te mece, te alimenta y te duerme,
con ese instinto maternal, ancestral.
Y en ese regazo tan cálido te cobijas.
Esos bellos senos henchidos bebes,
con avidez los buscas, tan invidente.
Algún día, preciosa, tú los tendrás así
y de ellos, emocionado, alguien beberá.
Un día futuro, serás una bella mujer.
Mujer de los bellos campos verdes,
de los lirios y jazmines tan copiosos.
Eres por siempre la musa del verde,
mujer perfecta, de regazos preciosos.
De niña, eres juguetona e impetuosa.
De joven, prematuramente hermosa.
Eres una soñadora de mundos nuevos.
Las flores envidian mucho tu belleza
y estás preñada de escultura sinuosa.
Mujer, oh, eres tú, la más majestuosa.
Dama, porque eres una gran esposa.
Retribuyes siempre todos los amores
y tu corazón palpita cuando él esboza,
que tu cuerpo siente todos los dolores,
por el parto de un nuevo amor nacido.
Así sigue el ciclo de la historia de tu vida,
dando todo sin pedir, para nada recibir.
Dando, majestuosa señora de los hombres,
perpetuamente con ellos desde el nacer,
para así poder crear y criar un nuevo ser.
Mujer, por siempre será tu hermosura.
Dama, por siempre es tu comedimiento.
Eres el calor, el sustento y la dulzura,
toda llena de amor y de conocimiento.
Mujer, por siempre serás dama lozana,
hasta lo último de tu bella existencia,
hasta la consagrada senilidad de tus días.
Mujer y dama de los atributos perfectos,
perfecta para el amor y para el placer.
Mujer y dama, de perpetua hermosura.
AUTOR: JOSÉ M. LAUSAR