Ayer te buscaba en el vuelo de la noche vacía,
refugio de los ausentes,
y de las presencias oscuras que desaparecen
con las primeras luces del día.
No estoy seguro que yo exista en otra realidad.
A veces, creo, que somos el vuelo de un gavilán.
Ayer vi pasar una sombra que volaba
en un libro de Juan Rulfo, y tenía mi rostro.
Pude mirar el rostro de todas las mujeres
que me amaron. Descubrí que somos las sombras
que nos juntamos en un libro extraño
y somos huéspedes antiguos de un pueblo abandonado.
Ayer pude recordar todas las ciudades que somos,
todas las ciudades que un día visitamos.
Todas las sombras que nos amaron.
Ayer vi a mis antepasados volar
en el pico de un gavilán.