Así dejar que hable mi alma :P
//Si perdiese la oportunidad de contarte todo esto....
…me arrepentiría el resto de mi vida.
En cuantos de esos momentos
aparté mis ojos y contuve el aliento;
no callaba, mas guardaba silencio.
Tú decías adiós,
yo cerraba mis labios
y escondía estas palabras.
Era yo aquel necio
digno de tu desprecio:
Una mirada perdida,
un beso ausente,
el quejar de una herida.
Me arrepentiría cada día
recordando tu última partida,
me maldeciría el resto de la vida
en merecida agonía.
Tus piernas y tu paso a mi lado.
Tu presencia, tu alegría,
magia que solo quedase
reservada a la fantasía.
¿Te imaginas…?
Un grito que nadie oiría,
el desgarro de mi alma.
Palabras que nunca haría tuyas,
sueños que se desvanecían.
Si me faltaras o
si te perdiera,
son demasiados los besos
que ya nunca te robaría,
tantas las sonrisas que llegan
con la primera luz del día…
y todas extraviadas.
¿Te imaginas tan siquiera poder
preguntarnos como sería…?
Vernos con la luna a escondidas,
hacerla nuestra cómplice.
Que ayude a mis caricias
a vestir tu cuerpo de plata y seda.
Cada río que solloza
en mares de lágrimas,
echando de menos
bañarse con tus cabellos;
Todos esos caminos muertos
sin la música de tus latidos;
pájaros callados, de luto
y deseando cantar contigo.
Cada arbol marchito
en busca de cobijo
bajo tu sombra.
Mi mano incompleta y fría,
apretando los dientes,
aguantando el dolor
y odiándome por cobarde.
Hasta ella sabe
que ya nunca encontrará la tuya.
-y se ha hecho a la idea-
Imagina,
imagina que solo
quedase el recuerdo.
Tan vivo como tu voz,
tu susurro de biblioteca.
Tan cerca como estos años:
compartiendo el mismo
techo de estrellas…
el bachiller,
la universidad,
el campus de ciencias
y la misma facilidad
para pasar inadvertidos
uno frente a otro.
Tan lejos el recuerdo.
Tan jodidamente lejos que
podría ser solo una ilusión.
La ilusión de un sueño olvidado
que se desvanece en vida.
La peor tortura,
la misma muerte:
Recordar haberlo olvidado
….
y que fue real,
casi tanto como eres.
Un sueño como tú. El mejor,
el más sincero,
el que más me aterroriza
por si hay un despertar.
Quiero conocer (te):
Tu mente y tus propios sueños,
tus viajes y tus propios recuerdos.
Esa forma de pensar,
esos ojos con los que escrutar nuestro mundo,
encender el fuego fatuo de tu iris
en océanos de azabache.
Incendiar todas esas miradas
que se nos cruzan tan apagadas;
Ah, esa forma tuya de mirar,
tan viva como la noche de San Juan.
Esa que intimida hogueras,
esa que pone amarillo al sol;
esas afortunadas lentillas
que envidio yo.
Esa forma de contemplar
que pone celoso al amanecer.
Esos vidrios que tus gafas
nunca podrán esconder.
Esos labios que llaman,
que bailan con tu voz,
que me encandilan…
esos que devoraba
el resto de mis mañanas.
Esos labios que bañas
en pétalos escarlata,
engarzados
en tu rostro de
preciosa orfebrería;
Esos labios que cuando me hablan,
los confundo con bandadas de flamencos
surcando las primeras luces
del crepúsculo.
Vetas de rubíes
sobre nieves perpetuas. Inmaculadas;
esas mejillas que caldean el invierno
con todas tus sonrisas,
esos espejos de tu corazón
tan ardiente como ascuas
y transparente como tu mirada...
Cada marca, cada historia grabada
en cada centímetro de tu piel...
Tus moños, tus mechones
planeando al viento.
Tus innumerables e
inolvidables gestos
que tantas bellezas diferentes
te hacen poseer. La de cuando hablas
y cuando me escuchas.
Cuando ríes, cuando lees
o cuando estas concentrada.
y…
sobretodo la que más
me enamora:
Esa cara de
fascinación,
contemplación.
La cara de un niño lleno de ilusión,
de ganas de maravillarse,
descubrir,
conocer,
descubrirse…
La misma sensación
que me recorre cuando te pienso
y la que me hace querer conocerte…
con todas mis ganas.
La cartografía de tu precioso cuerpo,
el atlas de la tierra
más hermosa del cosmos
y todo mi universo.
Qué como lo sé:
Me faltan dedos para contar
los años hasta que este encontré...
y si aun me queda tiempo
será solo para conocerte,
conquistarte, hacerte reír
y llorar de alegría, de emoción.
Tiempo de querer llorar por ti una lagrimita
para que veas en ella reflejada
la belleza que veo yo en ti.
Tus labios
de flores de almendros
la mejilla que les da reposo,
la boca con la gritas liberté,
de la que quiero me susurres
cada palabra que callas.
...Ah.
¡Cuánto te besaría!
A ti.
Entera.
A cada marca,
cada historia grabada en tu piel
que traduciría a besos con
lenguas olvidadas
de labios y caricias.
Escribiría esa poesía
que solo tú me inspiras,
sobre cada centímetro de ti.
Los quiero todos:
Besos que se hagan esperar y
….
¡besos inesperados!;
besos románticos, besos salvajes;
besos que curen
y que hagan florecer desiertos.
Besos;
Bajo la lluvia, la luna o la oscuridad.
Besos…
En manifestaciones.
delante de aquellos que se olvidaron del corazón;
¡Besos, besos
y más besos!
En la vieja ciudad
donde ya no viven los colores
y la gente está muerta en vida;
Pero sobretodo en cualquier lugar
donde disfrutemos de cada beso en libertad…
Y todos, en el cielo
al que perteneces.
…
Me arrepentiría cada día
recordando tu última partida,
me maldeciría el resto de la vida
en merecida agonía;
si me callara todo esto,
si te escondiese lo que siento…
Un Madrid que ya no brilla
y todas sus calles vacías:
Solo el viento corre
por sus avenidas,
extrañando nuestros pasos.
Un metro donde ya nunca me perdería contigo.
Uno que no acaba
y se hace infinito.
Despierto y…
Ya no estás.
Te soñaba
a mi lado en el bus.
Vuelvo a mirar,
mientras aun pienso las palabras;
y miro, y miro…
Ya nunca pudiera conocerte,
ni te diría lo más importante:
eso para lo que nunca
encontraré palabras.
Y te vuelvo a buscar;
miro un poco más: no estás.
...
En ninguno de los rincones.
Se me escapó la realidad
de tu mano.
Tantas las palabras que escribí
y atrapé en vano,
riéndose ahora de mi.