24 agosto, 2018
Hace un tiempo le vendí mis deseos al silencio.
Decidí no ver más el cielo en la noche taciturna.
Me privé de sentir la lluvia en los meses de invierno y el calor agradable en una mañana de abril.
En mi exilio abriré un supermercado y subastaré miedos, odios y sentimientos vencidos.
Dejaré la ventana abierta para que se cuele de vez en cuando el tiempo y pulverice las páginas de este libro.