Me encanta como escribe este tipo ,no es mío el escrito aclaro.
La tristeza no me abandona, y o tampoco la quiero abandonar. No te preocupes amigo, amiga, desconocido que llegó hasta acá. Me importa un carajo llenar mi cartera con estos escritos, a la mierda con los reconocimientos. Lo único que vale la pena en verdad es tener algo sobre qué escribir y algo sobre la mesa para comer. A dónde vaya la verdad no importa, si esto llega a tener un valor, allá se los dejo a ustedes; serán mi juez, mi verdugo mi salvación. Todo lo que salga de esta boca, está maldito y tiene perversión. No me traigan a sus vírgenes, que les escupiré; no me traigan a sus padres, pastores, rabinos, predicadores, papas, budas: que estoy en contra de la limitación del pensamiento del hombre, y colgaré sus cabezas a la puerta de mi palacio de lujuria. Me gusta vestir buenas ropas elegantes, pero no pensamientos que adornen mi cerebro para caer bien. Seré una patada en tu pensamiento, me maldecirás por ello o me amarás. No intentes sorprenderme con ideas cortas, con argumentos adoptados, con filosofía ajena; Nietzsche, Kafka, Schopenhauer, Kant, Marx, Platón, Camus, Sócrates, Hegel, Sartre: todos ellos están muertos, déjalos descansar, sus ideas yacen en papel como semillas para ser germinadas, no para alimentar a cerebros dopados de mentiras y verdades a medias. Sade, el divino marqués, mi amigo: me ungió de los placeres, me envolvió en el mundo de las pieles y la lujurio, más jamás le hice altar; él me dio un camino, más yo les di el plano del palacio. Soy el triste maldito, que no encuentra exceso en este mundo suficiente para hacer honor a su sed. No hay mujer suficientemente puta y sumisa para arrancarle el alma, unirla a la mía y bailar sobre los cadáveres de sus ideologías estúpidas. No me vengan a sorprender con su ideas progresistas que al igual que sus hormonas, esas ideologías hace tiempo las maté; no me hablen de sus falacias que no me convencen. Y no me pregunten qué hago, porque la respuesta es: Nada. Pues me asquean sus mujeres estúpidas sin razonamiento puro, sus hombres estandarizados, sus viejas: putas limitadas, sus viejos: lujuriosos en secreto. Sociedad a medias, que maldigo por no ser totalmente ilimitada, ni ser totalmente limitada. Asco con su neutralidad para fingir cordura, para fingir ser, para no caer en “salvajismo”, para presumir superioridad intelectual y terminar por la noche: siendo más bestias que las bestias del campo.
Con una copa de vino, y una música adecuada, la mujer termina siendo más perra que la canina más arrabalera, pero al día siguiente, ante la sociedad finge clase, cordura y repulsión al sexo.
Por una mujer, el hombre se vuelve más chimpancé que el simio más salvaje, más estúpido y sin hormonas: con tal de sorprender, de prevalecer, de saciar su falo, de descargar hormonas. Al día siguiente, es el rico educado, universitario, hijo de papi con futuro, el próximo gobernador.
Bonita sociedad, bonita evolución.
Y sólo pido esta noche: vengan a mí las putas sin limitaciones, que suyo es el reino de la lujuria, el erotismo y los excesos.
Buenas noches. Der Schattenmann.
Fuente Facebook:Der Schattenmann