Son tus sonares, son tus vibras, son tus movimientos despampanantes, los que provocan en mi todo despiste del pensamiento.
"Nuevo rico, nueva pobreza, nueva paz, nuevos muertos" Mis ojos y mis oídos sangran, cuando escucho y leo todo esto.
Con cierta seriedad, me distraigo de lo que ocurre, me centro en mi mismo, analizo... Lo que ocurre, no tiene sentido alguno, nada de lo que pasa tiene sentido, cuando arriesgamos a la misma vida al borde de la muerte.
Todos nuestros problemas son mínimos cuando los llevamos a la muerte misma, alguna vez leí de Camus.
Sin embargo estas ahí, con tus risas largas, tus sorpresas diarias, para distraerme de todo cantar al piso. Son mis profundas huellas, arraigas a la cruda realidad de la muerte, que muchas veces a ti te desesperan. El ser humano huye sin piedad de la misma, yo lo arrastro a ella.
Pero tu, tu no me dejas abatirme frente a frente a la muerte, aquella que no tiene piedad de los sueños de los seres humanos. Mi más feroz batalla es contra ella y los malos pensamientos. Que muera el invitado cobarde que duerme en mi, pero yo, yo quiero vivir, se lo que viene y estoy listo para eso.
Quiero morir para poder estar vivo, pero ahí estas de nuevo, sin dejarme llegar. Tu mano, fuerte como el eje de la tierra, me toma fuerte, me impulsa a cambiar de visión "no pienses más, solo vive".