¡Saludos stemians!
Hoy quiero compartir con ustedes un artículo que publiqué hace poco más de un año en mis redes sociales. En ese entonces los venezolanos nos encontrábamos sumidos en una gran coyuntura política y social la cual, hoy en día no se ha solucionado. Tiempos oscuros han nublado nuestro horizonte por demasiado tiempo por lo que en lo personal me veo en la obligación de expresar algunas líneas al respecto.
Para la fecha en que fue escrito este breve artículo, las calles venezolanas estaban llenas de sueños mezclados con sangre y las celdas de las dictadura con cuerpos presos pero conciencias libres. Cientos de jóvenes entregaron sus vidas y libertades en ese lúgubre año en el que la realidad nos golpeó de frente, muchas veces tuvimos que asistir al funeral de un desconocido convertido en amigo o vivir la zozobra de tener a un ser querido privado de libertad.
En lo personal recibí un duro golpe cuando una persona muy querida fue sometida a prisión por sólo pensar distinto y es en honor a él que en ese momento escribí las siguientes líneas que hoy comparto con ustedes.
Analogía de un Sócrates venezolano, juicios de un Régimen Autoritario
“ Son muy pocos los hombres a los que se le presenta ocasión de ser absueltos de una acusación de muerte por admitir, durante el escaso tiempo de un juicio, ciertas contradicciones en su actitud ante la vida. Son menos aún, lógicamente, los que en la elección prefieren la muerte. Sócrates fue uno de ellos.” (Apología de Sócrates, Introducción, 1998).
http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/socrates-ramblas_1042321.html
Estas líneas extraídas de uno de los más célebres diálogos de Platón, hacen referencia a la honorable actitud asumida por Sócrates durante el juicio que le condujo inexcusablemente a su muerte, y nos llevan a preguntarnos: ¿cuántos Sócrates se encuentran en las prisiones venezolanas? ¿Cuántos Sócrates están siendo juzgados y condenados en este mismo momento por defender sus principios?
La historia es lo suficientemente flexible y maravillosa para permitirnos, dentro de tan diferentes contextos, hacer analogías. ¿Qué diferencia a los valientes venezolanos de nuestra época de aquel Sócrates que supo combinar a la perfección el conocimiento y la moral?
La libertad y la justicia son los derechos fundamentales del hombre, aquellos que no se adquieren, sino que vienen inscritos en la naturaleza humana.
En Venezuela, estos derechos están siendo violentados por un régimen opresor, por una cúpula de radicales que te disparan a matar por sólo pensar distinto. Aún así, hoy millones de venezolanos han levantado sus voces al unísono y agitado una bandera que se llama Libertad. No hay prisiones lo suficientemente hondas para enterrar nuestros sueños, no hay barreras lo suficientemente gruesas para acallar la voz de una ciudadanía que aclama Justicia.
Hoy nuestros jóvenes valientes han dejado su sangre en las calles, han cambiado sus aulas de clase por celdas oscuras en nombre de sus principios, hoy la represión es la orden del día y nuestros valores son los escudos que nos defienden de tanta impunidad.
Joven venezolano, seamos como Sócrates, actuemos en base a nuestros principios y valores, defendamos nuestros ideales. El tiempo se encargará de indicar el lado correcto de la historia, porque después de la noche más oscura amanece el sol.
Melanie Ventura. Julio, 2017