Ensayo de una crítica a los políticos

Prólogo

La destrucción como arma para crear y renovar
Sobre los políticos
Economía y avaricia política
Dinero e integración
Políticos contra natura
A los Neo-liberales
Antisistema
Nazismo y globalización: dos caras de la misma moneda
El Poder oculto: la desinformación
Nosotros y ellos
Política y Conciencia colectiva
La culpa instrumental
Conciencia individual
Sistema representativo y populismo
De la Indignación al Proceso Constituyente
Grandes mentiras
Europa, un nuevo amanecer
La decadencia como trastorno de la realidad
PROLOGO
Hay ideas que uno no elige, ni busca, pues se integran en el cuerpo sin más. Hoy es uno de esos días de gozo, claridad casi perpleja y toma de conciencia sobre nuestros avatares a lo largo de la historia como humanidad que se comprende a sí misma. Somos, ante todo, los creadores de la realidad, sus máximos y únicos elaboradores; pero, como artistas, nos ha tocado apartarnos del oportunismo, la practicidad del ególatra interesado, del mono-hombre oportunista que se sirve de lo ajeno como ave de rapiña y alcanza las cotas más altas del poder. No; nuestra grandeza es otra cosa y no la ocultamos, aunque las ideas si lo hagan con nosotros y aparezcan en el momento menos pensado. Uno no es libre de ser como es; en esto estamos libres de pecado y culpa alguna. No se puede someter a un espíritu libre, ni encerrarlo entre rejas. Al revés, esto representa hasta un estímulante para el alma, nuestro mayor secreto.
No habla aquí un iluminado, ni nadie que tenga trato con secta alguna. Uno, ante las sectas, solo se tapa la boca y se esfuerza en no vomitar de asco. Hablo, quede claro, de esas mafias religiosas o piratería masónica, centenarias, milenarias, que representan lo más vil de la humanidad, casi la propia refutación del género humano. Como entes prácticos, se adaptan mejor al medio que ninguna otra especie. El evolucionismo o creacionismo son esos grandes vicios del que es imposible escapar... un prejuicio, como la lógica.
A posteriori, la sabiduria es adaptación al medio, rechazo ante lo nuevo hasta quedar desbordados por el maremoto y comodidad en la barca creada por otros; porque el ser práctico es, ante todo, falto de creatividad, un ave de rapiña al acecho de carnaza que llevarse a la boca. Esa es su peculiar forma de hacer "política" y "construir" un mundo mejor. Nada de lo creado a lo largo de la historia les pertenece, solamente se esfuerzan en comprar voluntades o entontecerlas; por eso, tenemos esa falsa idea de lo que es el amor: una forma de posesión aceptada por el otro. Uno compra porque el otro se vende, un extraño principio fundamental para comprender qué es el amor para los desalmados. Mercantilismo capitalista y decadencia son en sí mismos la misma cosa: expresiones de la decadencia de la humanidad y el afán de exterminio a costa del conjunto. Esos grandes exterminadores llegan alto, son listos para medrar, cual psicópatas. Solamente una sociedad con una conciencia colectiva libre de prejuicios, puede librarse de dichas cadenas a las que nos hemos dejado apresar. Es hora del cambio, del avistamiento de una nueva constelación de estrellas en el firmamento...
Madrid, 2 de Mayo 2015
LA DESTRUCCIÓN COMO ARMA PARA CREAR Y RENOVAR
El único político bueno no existe o se ha perdido en el tiempo. Este hombre inexistente o intempestivo es el ideal de quienes quieren creer en él y aún creen.
Los políticos destruyen los Estados sin saberlo, mientras viven gracias a ellos, como un cáncer que se ha ido extendiendo sin remedio hasta la metástasis.
En su conciencia llevan este pesar. Han impedido todo lo conveniente para el bienestar común: la igualdad y la justicia, el trabajo digno, los derechos humanos, la sanidad, la educación, la vivienda, etc. A todo eso le han vuelto la espalda; lo han reprobado.
Si nos atenemos a que la corrupción es lo inapropiado, los políticos representan dicho suceso. Han erigido como ideal la riqueza propia y han terminado corrompidos. El ideal del hombre de la política es el avaro que acumula posesiones; su virtuosismo consiste en el egoísmo constante que lo ciega del mundo que le rodea; pues carece de amor y sentimiento de benignidad hacía los demás.
Para justificar esta moral materialista, los psicólogos han construido un inmenso sistema que mantiene dicho poder en pie. Recelosos de todo, envidiosos de lo ajeno, estos tipos gobiernan, hacen y deshacen, ordenan y exigen. Semejantes seres, inválidos mentales, dominan el mundo, como santos que hacen su obra "por amor a la humanidad".
La destrucción del Estado es para ellos un imperativo categórico. Nos encontramos ante este paisaje nihilista. Economía, sabiduría, ciencia, ya no tienen valor alguno.
Nosotros, hombres lúcidos, tenemos un poder inmenso al tomar conciencia. Hay que reconquistar nuestra grandeza, para transformarla en un todo nuevo ajeno a ellos.
Nuestros baños son la contemplación del mundo que nos rodea; nos purifica.
Ha sido necesario que la corrupción y la avaricia del poder fueran descubiertas, para decidir que hay que superarlas. Nuestro mundo está despoblado, pues carece de Estados. Los ricos están solos. Un nuevo mundo, un nuevo camino que dictamine qué vale y qué es lo válido está ante nuestros ojos.
Los pueblos tienen que crear estos valores; siendo éstos ajenos a ellos mismos.
Los oligarcas hasta ahora habían creado un mundo absurdo, virtual, inexistente, más que en sus bajas mentes. Se tapaban la cara para no cobrar conciencia de lo que destruían... Estos valores han caído y se han desacreditado. Necesitamos de una nueva conciencia del valor que le demos a la vida. Es el momento.
Fuera prejuicios, la verdad es creadora.
Un abismo se nos presenta; quién tenga fuerzas que resista y luche como un héroe. Superemos las contradicciones. Todo es uno y uno está más allá del todo.
Una gran revolución está por llegar en un ambiente adecuado, propicio. Será ligera como una pluma y dura para eternizarse.
Toda obra creativa tiene un haz de misterio que se transforma en gozo. La sociedad se liberará del yugo nihilista. El pasado estaba envejecido y le ha sobrevenido algo nuevo, irreconocible, que le ha superado.
Con la destrucción de los Estados, los oligarcas han deshecho el presente y se han embarcado en un nuevo futuro donde no tienen validez alguna. La vida toma conciencia y se acepta a sí misma
13-12-2010 Madrid
SOBRE LOS POLÍTICOS
No dudemos un instante. Somos guerreros y el campo de batalla nos espera impaciente. Nuestros antepasados bien sabían esto y lucharon con honor y bravura. Hemos conquistado nuevas tierras, allende los mares, saliendo victoriosos en miles de batallas. Hemos padecido el futuro que nos ofrecían, decadente y desvirtuado. Modernidad que todo lo aceptaba, todo lo asumía; eso es en nuestra concepción del mundo una congelación de los instintos humanos, que paraliza cualquier acción. Mejor vivir tostados a causa del sol que nos ilumina que entre rígidas máquinas del norte.
La política ha enarbolado la bandera de la modernidad con la diplomacia, se ha convertido en un mercado donde todo se compra y todo se vende. Palabras banales atontan el espíritu...
Ha habido infinidad de hombres de valor en el mundo, aunque hayan sido una minoría y como tal despreciados; por eso se ha preferido y querido un tipo de hombre que desempeñara una función dentro de la maquinaria absorbente y paralizante del Estado. ¿Quién mueve los hilos de estos individuos despersonalizados? La banca
La historia no sigue unos pasos hacia un fin concreto o hacia un futuro más digno de ser vivido. Todos los ideales del hombre están en decadencia porque han sido manipulados por el poder.
Sucesos pasajeros, casuales, en diferentes pueblos, culturas, dejan entrever casi de manera intuitiva que algo está cambiando, que se acerca un cambio de grandes consecuencias en la humanidad.
Una función nuestra es la de no aplaudir los "avances" o "mejoras" que los políticos quieren vendernos; pues ellos representan el instinto decadente de la modernidad que se enfrenta a los valores verdaderamente nobles de la humanidad.
Nos han desterrado al desierto y se han enorgullecido de ello.
El ideal político es la ignorancia para el pueblo y el fortalecimiento del poder en la maquinaria que ellos mismos engrasan. Culpable es todo aquél que se hace preguntas: el escéptico o quien expone las mismas con razonamientos... .
No hay peores actos morales que los causados por los oligarcas; están desenmascarados. Estoy libre de culpa de llamarles por su nombre.
Solo veo decadencia entre esos necios hombres; mientras que hasta ahora, han sido aclamados y divinizados. Despropósito colectivo el considerar los peores instintos humanos como los más nobles. A dónde hemos llegado?
Necesitamos nuevos valores que reflejen en nuevos libros el verdadero instinto de la humanidad. Cooperación, eternidad y fuerza; pues donde no hay valores como estos, no hay más que moral cristiana y retórica política; en suma, decadencia.
La mentira y manipulación política dominan el mundo en nombre del bien global, en nombre de la farsa global.
ECONOMÍA Y AVARICIA POLÍTICA
La avaricia nos hace pobres, faltos de sentimientos y deprime el alma. Con la avaricia se pierde el norte y los fines de cada individuo. Es una plaga que se extiende fácilmente y produce reacciones extrañas que impiden el progreso del intelecto.
Todo lo nocivo se mantiene; se pone de parte de los peores instintos y maldice la vida, pues frustra a los individuos hasta hacerlos desconocerse a sí mismos. La avaricia en nuestros tiempos se podría considerar como una "virtud moderna” y representa la más alta esperanza de muchos. Una filosofía de vida como ésta ha sido ensalzada; siendo para nosotros una filosofía de la muerte de los instintos y valores humanos.
La avaricia es el estandarte de los decadentes. La vida deja de tener sentido con esta practica, cuando ha sido instaurada en la sociedad; es más, se la confunde con ella. Esta planta carnívora proviene de la mentalidad religiosa, política y sus valores, el odio hacia la vida. Hay que generar un medio para combatir dicha nocividad y hacerla desaparecer.
Nada más insano en este mundo moderno que la avaricia política. Tenemos el deber moral de acabar con ella y redimir al mundo.
Nuestra filosofía lleva una lanza justiciera en sus manos y también un rayo!
A quienes combatimos? En primera instancia, a la psicología y todo lo que tiene que ver con ella. La psicología se ha adentrado en la sociedad para dictaminar sus pasos como un ente superior con un plan predefinido. Maneja los cuatro conceptos con los que se desenvuelve el pueblo (cultura), los manipula a su antojo como cartas barajadas por tramposos y atenta contra la inteligencia, los sentidos, los derechos humanos y la verdadera ciencia.
La conciencia social vive para sí, encerrada en el círculo vicioso de la avaricia; es en sí misma una mentira asumida colectivamente.
Mientras veamos en los psicólogos una especie elevada de tipo, el psicólogo, que es el falsificador y manipulador de la sociedad, no querrá saber nada de leyes. Ellos tienen las suyas propias y se consideran jueces de la verdad; su verdad.
14-12-2010 Madrid
El posicionamiento de los psicólogos ante la realidad es engañosa. “No hay más fe que la integración (domesticación)”, esa es su receta y así la predican. Se edifica un monumento a la incongruencia, a la insensatez, desde cuyo ático contemplan el mundo hecho a su imagen y semejanza, confundiendo el poder con lo visionado, extirpando los valores nobles e impidiéndolos, ya que los suyos se han globalizado con falsa apariencia.
Guerra a la psicología moderna pido; es la forma más cruel de tiranía habida en la tierra, la más despreciable.
Lo que ellos consideran sano, necesario, bueno, ha de ser por fuerza nocivo para nosotros. Su concepción de la sociedad, neurotiza a la sociedad, la denigra, impidiéndola actuar por sí misma. Están por todos lados y allí donde toman la palabra, los juicios de valor quedan del revés.
Si fueran gobernantes, aprovechando sus hábiles cualidades para manipular la razón, el mundo estaría encaminado a la destrucción: acaso no lo está?
La domesticación como esencia del mundo.
El éxito de los predicadores de la moral, del neo-liberalismo y de la política actual es un éxito de psicólogos.
DINERO E INTEGRACIÓN
Un pensamiento, una idea, es algo que nos pertenece; una necesidad humana para valorar la realidad y el mundo que contemplamos. De otro modo estaríamos en grave peligro, al no ser dueños de nuestros actos.
Todo aquello que es antinatural, nos debilita; la grandeza se reconoce y respeta en la grandeza.
La grandeza, el crecimiento personal y colectivo son utopías, limitadas apariciones de nuevos estados de conciencia. Un último intento de aferrarse a la vida.
La globalización ordena lo contrario; que cada cual busque su propio crecimiento desde las normas de juego preestablecidas.
Una sociedad decae y desaparece cuando equivoca lo individual con lo colectivo y más aún si dichos actos son impuestos. Todo acto natural surgido del instinto de la vida es bueno; mientras que los decadentes ven un mal en ello.
Nada hay que destruya más a un hombre que la incapacidad de obrar libremente. Un acto de conciencia, sin automatismos, sin imposiciones; pues aquellas son las bases de la decadencia humana. El dinero llevado a la creación de una economía que la dé forma y carácter de seriedad. La falsificación unida a la ciencia, con la economía de estandarte y puñal ordenando. El materialismo divinizado en las haciendas públicas, cuyo mandamiento único es el “tú paga”…
Cuando los fines son verdaderamente nobles, estas instituciones se preocupan por ayudar, colaborar, cooperar, mejorar a la sociedad. Cuando se presume de estar con el pueblo, con el trabajador, con el pobre; se dialoga, se comprende los casos excepcionales, las tragedias humanas, entonces se está por encima de la ley y se eleva uno al grado de lo santo, lo divino... ¿Qué le importa a un psicólogo el espíritu? Él percibe esto como una enfermedad humana cuyo deber es extirpar. ¡Este tipo decadente dirige los destinos de la humanidad! ¡Él establece los valores morales de la colectividad!
Nosotros, el primer acto de conciencia de la humanidad, tenemos unos valores diferentes y somos el frente que hará desaparecer esta decadencia establecida por milenios.
Creación de un método científico que elimine de la faz de la tierra a estos enemigos y manipuladores de la realidad. La apariencia, la estética y los fuegos de artificio han gobernado hasta ahora.
¡Ya no pisamos la tierra, no somos máquinas!
Ni el materialismo ni la religiosidad son psicológicamente admisibles en el presente, (sociedad manipulada, conciencia atrofiada, ideales falsos, conceptos abstractos...)
Un mundo neurótico; una pesadilla diaria convertida en real.
Desde que se descubrió al individuo como contraposición a la sociedad, éste debía de ser vigilado, examinado y llegado el caso eliminado. Todo el poder gira con valores que van contra el individuo. Odio y rechazo a lo individual. Gran preocupación por acallarlos por ser casos excepcionales y un peligro contra el sistema que ellos sustentan. Prodigios y maestros de la más grande decadencia.
Una crítica del político social, nos llevaría a la misma conclusión; pues el político proyecta la erótica del poder hacia el pueblo al cual engaña con artilugios retóricos. Los políticos tienen necesidad del gran número para pertrechar sus más bajos instintos.
La banca, dentro de estos mismos parámetros, necesita de la sociedad también; una sociedad que especule con el mercado y se la quiera y deteste.
La censura, contraria a los individuos, de una sociedad que aspira a lo mismo, no sería recomendable; pues la sociedad ha de admitir tanto a los iguales como a los desiguales (tolerancia)
¿Qué sería de una sociedad que desconociera otros enfoques, opiniones, creencias u hábitos? ¿Que desconociera el triunfo y la derrota?
15-12-2010 Madrid
La humanidad entera está indignada, eliminada su grandeza e instintos, es ahora una sociedad en pleno ocaso, débil. No considerándose como tal, sino como una sociedad en crecimiento. Se ve fácilmente a lo largo de la historia los tiempos que resultaron ser de sociedades en crecimiento o débiles. Al igual que los pobres consideran una sociedad del bienestar como síntoma de crecimiento, se despreocupan de dicha sociedad del bienestar, yendo contra sus superiores, viendo en ellos algo contrario a su supuesta naturaleza por ser individuos.
Una sociedad en crecimiento está compuesta también por individuos: ambos son partes del mismo cuerpo. ¿A dónde hemos llegado cuando vemos en los psicólogos y políticos el concepto mismo de sociedad, de Estado, a la política social como un progreso y crecimiento en sí?
Parece una obviedad que lo contrario sea más verosímil.
Si todo lo noble, fuerte y sano es extirpado; si la sociedad representa una ilusión para los ignorantes, un flotador en mitad del océano; si está repleta de pobres, de ladrones, de decadentes y el efecto de estos estados es lo humano, ¿qué opinión ha de merecernos la humanidad?
Ciertamente; el poder ha crecido...
Las sociedades en la antigüedad eran más simples, más pequeñas y reducidas. Con el tiempo se expandieron hasta ser dificultoso discernir sobre las fronteras; pero aún con ello seguían siendo en su base, sociedades simples que abarcaban la tierra en su conjunto… Así pues como antes, el poder es una ampliación de los males de las sociedades decadentes; gobernadas por oscuras almas que ampliaron su riqueza sutilmente, cobrando conciencia de su mal, de su poder maquiavélico…
La política social, entendiendo social como una conciencia decadente, es la misma corrupción del sistema; la más baja forma de decadencia en la sociedad.
La sociedad en lucha contra la salud, lo sano, lo fuerte y no a su favor. La vida y los individuos puestos al borde del precipicio. La corrupción humanizada, idealizada!
Que los Estados del mundo no rechacen la política social se debe en gran medida a la economía global.
16-12-2010 Madrid
Nuestro medio educativo para aprender a superar obstáculos no concibe a la política moderna, ni a la economía global que absorbe a los mismos Estados; sino a la aristocracia natural. Ambas fueron coetáneas de los griegos; pero mientras la aristocracia natural surgió en el momento de más esplendor cultural de un pueblo que vivía por el arte, la política de los demagogos demócratas representó el ocaso de un Imperio y el comienzo del fin que ha perdurado hasta nuestros días.
La aristocracia natural supera a la democracia en todas las perspectivas que observemos. Es en sí misma propia de los individuos, su unión con el cosmos y la tierra; entonces la idea de una política social representaba algo inaceptable.
El mismo Aristóteles en La Política enaltece a la democracia, incluyendo a los esclavos “por naturaleza”. ¿Acaso no hay esclavos en nuestras sociedades demócratas? Quizás solamente dispongamos de demagogos que como un heraldo le dice a Teseo en Las Suplicantes de Eurípides: “Es francamente como para ponerse enfermo de muerte, a ojos de un ciudadano más honrado, que un hombre despreciable goce de buena reputación por el hecho de adueñarse de la ciudad a través del ejercicio de la lengua, ¡uno que nada era antes!”
En la Atenas democrática se eliminaba del panorama político a un individuo, pero no así a un grupo o ideología.
¿No son estos políticos modernos una tercera raza surgida en la tierra? La aristocracia natural se aparta de toda ley, convención o costumbre, que han sido la gran lacra histórica de la humanidad.
Tiene contra sí todos los valores morales-antinaturales.
En vez de un concepto democrático de igualdad, una “igual geométrica” en las que cada cual tiene los derechos que merece su valor (pitagóricos).
En la modernidad, el Estado no focaliza sus esfuerzos en los artistas, ni en los teóricos, sino en el optimismo liberal del mundo, causa de la revolución francesa y del racionalismo francés, propios de un instinto de decadencia que se iba acrecentando.
Thomas Jefferson en su carta a John Adams, hablaba de “una aristocracia natural entre los hombres; cuyos fundamentos son la virtud y los talentos”, “el más precioso don de la naturaleza para la instrucción, la confianza y el gobierno de la sociedad”
Aquella ideología ateniense era “la fuerza como esencia de la política” (Tucidides). Nuestra condición es la guerra hacia todo lo infame y perjudicial en la humanidad, la elevación del tipo “hombre” como artista y no como teórico (Sócrates), ni como culpable (moral cristiana), ni como sociedad (esclavitud moderna), ni como política (demagogia), ni como economía (neo-liberalismo). Nuestra ética es una estética de la vida.
La naturaleza despreciada; la salud y el culto a ella despreciada, el parlamento se protege y lucha contra ella, salvo por especulación económica. ¡Qué extraño les resulta a estos tipos comprobar que los griegos competían en los juegos por una corona de olivo y no por dinero! El político es una especie de tirano encubierto, un lobo disfrazado de cordero. ¡Esa es su manera de hacer arte!
Odio y persecución de toda individualidad, de toda forma diferente, contraria. ¡Ese es su sentido de la igualdad, de hacer justicia!
¡La Justicia ha de reconocer a los individuos... y no perseguirlos!
¡Evohé!
19-12-2010
POLITICOS CONTRA NATURA
Cuando los políticos se desligan de los más necesitados, los pobres; cuando se alían con los poderosos, que usan su poder para destruirse mutuamente, surge una nueva especie, una nueva raza de hombres decadentes que se empeñan en dañar todo lo que está en su camino. La política necesitó de leyes igual de inhumanas para apoderarse de la libertad humana: rechazo a la conciencia colectiva, a la cultura... Los fines de la política en manos decadentes son la enfermedad a escala global. La retórica, arma política, es el culto a la apariencia y al mayor grado de credibilidad que se obtenga de ella; una verdad sin serlo, una verosimilitud que es tomada como verdad. El individuo que se considera bueno, pasa así a sentirse delincuente. La exigencia de austeridad fortalece a la economía global y debilita los sentidos.
La política no tiene raíces anticapitalistas; su nacimiento se debe más bien al control capitalista sobre la sociedad. El capitalismo es la invención más cruenta de la historia, porque dividió el mundo en dos estratos sociales y eligió el más propicio a sus intereses, falsificando la realidad, la conciencia y creando un mundo negador de los individuos, transformando la economía, nuestra estética, la historia, en contraposición a ellos. En la actualidad esto mismo es notorio y verificable a mayor escala si cabe.
El parlamentarismo es solamente una proyección de esos orígenes, una vil copia. Por ello, el capitalismo representa nuestra mayor fatalidad, siendo la política una herramienta de él; una consecuencia de éste; pese a la existencia de políticos autocalificados como anticapitalistas.
Dentro de la economía entiendo que existen dos vías: la estética y la materialista, ejerciendo la segunda una negación de la primera. Para que ello ocurriese, tuvo que inventarse una falsa realidad paralela a esta y negar la verdadera.
En el capitalismo hay que ver una fuerza y constancia que lo llevó a triunfar y hacerse global, por rechazo hacia lo diferente, representando él mismo lo contrario a la indignación; pero mezclándose con ella para crear una falsa ilusión desde su herramienta política. Aquellos capitalistas y políticos dominaron el mundo, la forma psicológica de la indignación fue tan solo un medio para conquistar, para denigrar a la especie, para obtener una sociedad enferma y transformar los valores naturales, volviéndolos irreconocibles.
El mundo era en su origen natural, la conciencia colectiva era afín a todos los individuos para la conservación y el crecimiento, a través de la cooperación. Ese era el ideal humano. Qué ocurrió entonces para tal cambio? La aparición de los estados con leyes, normas con las que coartar las libertades individuales como instrumento psicológico.
El materialismo invirtió los conceptos naturales. La sociedad pasó a ser exigente y no colaboradora como hasta entonces. El materialismo ha dispersado a la sociedad, la ha vuelto del revés y hostil a la vida; es la negación de ella.
Qué es el materialismo capitalista, qué es el materialismo político? La pérdida de la nobleza humana, la delincuencia, la falta de valores naturales. El mundo está falsificado por los psicólogos, llevando al imperio de la economía global su desprecio por la naturaleza. La filosofía cayó en la misma trampa materialista.
Que la sociedad haya formado unas leyes de obligado cumplimiento en los que el acato en mayor grado a éstas se llama obediencia, una farsa contraria a la vida.
Los psicólogos se han apoderado de los conceptos propios de la sociedad, siendo así que establecen los valores a posteriori. Fieles esclavos del poder financiero desde principios del siglo XX, estructuran a la población en inmensos grupos y subgrupos de indignados. Ellos, que durante la época natural de la humanidad siquiera existían.
La sociedad transformada para la conservación del aparato que sustenta el poder y para ello la mentira expandida por todos los rincones del planeta.
Los psicólogos desvirtúan los valores naturales y quién se enfrenta a ellos es criminalizado, considerado enfermo, pues tienen el poder de la gran mentira en sus manos. Ellos necesitan de los criminales, viven de ellos, son su razón de ser; solo se salvan los que se someten a su palabra.
La política nace en un período en el que los valores naturales han quedado relegados, abolidos, tergiversados por el capitalismo. Los psicólogos se desplazan y dejan su lugar a la política, que degrada más aún la realidad a través del parlamento; pues el político no cree en el parlamento e imagina que la sociedad es un número.
La historia de la política es una historia repleta de atrocidades que han ido en aumento con el paso de los siglos.
El parlamento es lo antisocial por excelencia, un atentado a la conciencia, a los valores naturales de la humanidad.
31-08-2011 Madrid
Política, economía o política parlamentaria; la historia no es responsable del atentado cometido a la conciencia. La trayectoria de estas pseudo-ciencias ha ido a peor con el transcurso de los siglos. El político de nuestros tiempos es vomitivo, al igual que nuestros psicólogos. Desde una óptica fisiológica son bacterias nocivas, insanas. Los psicólogos saben bien que no existe la sociedad, ni la delincuencia dentro de ella y que cualquier materialismo aplicado es un gran engaño. La conciencia social percibe que estas cosas son obvias.
Todo en el parlamento es falsedad, decadencia, un canallesco atentado a la naturaleza, una atroz falsificación de la historia. Todos lo percibimos, pero nada cambia. Dónde están los valores naturales? Si hasta los políticos representan lo más antipolítico que hay sobre la faz de la Tierra... Qué es la pobreza para un político?
Habría que comenzar por condenar de por sí el término "político". La ética del pueblo es algo que siempre ha sido ajena a esa clase; más bien, la ética del pueblo desapareció con la llegada de ellos. La ley desaparece en la esclavitud. La ley es lo antisocial, una sin-ley. Es un sin sentido buscar en el ser político una economía social, porque solamente la esclavitud es el verdadero arte político. Mucha gente en nuestros tiempos no detesta esa idea y se sienten cómodos viviendo así, alienados, resultando ser una necesidad y un deseo. Por esa razón, la política sigue siendo una práctica contemporánea.
Considerar a la política como un bien social es ya de por sí una negación de la política. Son una atracción circense digna de ser contemplada por los espectadores, donde los monos se ofenden por ser sus parientes lejanos.
01-09-2011 Madrid
A LOS NEO-LIBERALES
Seres sombríos, que os sentís bien protegidos contra los sentimientos humanos y que aparentáis mediante fuegos de artificio una humanidad de la que carecéis; pues vuestra alma está en déficit con el mundo. Veis en todo arte, en toda ley, en toda economía, una imagen de vuestro diseño y eso os enorgullece. Qué espectáculo grotesco de vuestra obra podemos contemplar en las calles de Atenas y otras grandes ciudades!
En cambio, cuando se os caen tantos ornamentos, cuánta humanidad se vislumbra; hasta parecéis uno de nosotros, con penas y alegrías cotidianas como las de un perro o un gato, pareciendo ser seres capaces de amar y sociabilizarse; pero, qué es el Neo-liberalismo para un enamorado del mundo? Vuestros valores humanos fluctúan como vuestras bolsas y os hacen retroceder a los orígenes! Vuestra pose es vuestra verdad más oculta! Vuestra ansia Neo-liberal contiene mucha farsa y mucha burbuja irracional! Mira ese árbol, mira ese bosque, mira esas gentes; atisbas algún trazo Neo-liberal en ellos? "OH no; son cosas imaginarias!". Vosotros, incapaces de contemplar lo que os rodea. Si fueseis fuertes para olvidar todos vuestros males adquiridos, os sentiríais más humanos y hasta más animales de lo que sois ahora. Para nosotros no hay Neo-liberalismo que valga, ni tampoco lo hay para vosotros, aparentes. Somos más parecidos de lo que creéis; algún día vuestro deseo de humanizaros será un derecho tan digno, como lo será vuestra incapacidad para conseguirlo
20-02-2012
ANTISISTEMA
Está muy de moda en estos tiempos ese término en la boca de los políticos y Mass media, para intentar desprestigiar el descontento de millones de personas que no aceptan la situación que padecen muchos países a causa de las políticas sociales y económicas llevadas a la práctica por políticos-títeres. Suena a peligro; a algo que hay que combatir, pues es el verdadero mal de raíz, por lo que parece. Así como en la época franquista, en España, se hablaba de los comunistas como de los "rojos" (aún siguen empleando dicho término muchos de ellos) y se les representaba con la figura de un demonio con rabo, ahora esos "demonios" tienen sobre sus espaldas el grave delito de estar contra la cruda realidad que le ofrecen estos gobernantes. La mayoría de ellos son beatos, mucho más bien, en exceso diría yo, pero la ceguera mental que padecen no les hace percibir que su tan amado Jesucristo fue en sí mismo el padre de los antisistema. Que toda revolución social con sus avances a nivel científico ha sido obra de anti-sistemas también; pues su verdadera esencia es la crítica y sin labor crítica no somos nada, ni avanzamos hacia ningún sitio. El propio Aznar fue un antisistema, al introducir el despreciable Neo-liberalismo en España; política económica en la que no creen ya ni sus más acérrimos defensores. El propio Zapatero fue un antisistema al aplicar una política económica contraria a sus principios sin inmutarse. Antisistema es gobernar a golpe de decretazo, por mucha mayoría absoluta que se obtenga. Antisistema es mentir con todas las letras al pueblo con un programa electoral que se incumple a los diez días de mandato. Antisistema es prohibir la libertad de expresión y el derecho a manifestarse que está contemplado en una constitución como la española; pues no hay mayor ofensa del gobernante hacia el pueblo que faltar gravemente a la constitución que juraron. Es fácil comprender la indignación de estos dirigentes hacia los antisistema; pues ellos representan un peligro a su poltrona. A fin de cuentas, quien gobierna quiere para sí y los suyos calma, paz social y armonía... pero señores gobernantes: esas cosas hay que ganárselas y ustedes nos tienen en pie de guerra
20-02-2012 Madrid
NAZISMO Y GLOBALIZACIÓN: DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA
Decía el físico Albert Einstein que no tenía idea de cómo sería la tercera guerra mundial, pero que la siguiente sería con piedras y palos. Hitler en su obra "mi raza". decía que como Alemania no estaba capacitada para dominar el mundo a través de la economía, puesto que el Estado alemán no era tan fuerte como para embarcarse en dicha empresa, tendrían que conformarse con invadir territorios y dominar el mundo con el objeto de imponer su cultura. Lo curioso es que uno de los factores que llevó al nazismo al fracaso fue precisamente de índole económico.
La globalización, causada por la expansión del poder tecno-ideológico del capitalismo y cuyo objeto es el de tiranizar y manipular a la sociedad, a la política y a los medios de comunicación, tomó cuerpo en los años ochenta con los acuerdos entre Reagan y Tatcher para combatir la otra globalización en marcha que era la de la URSS. La derrota soviética fue palpable tras la caída del muro de Berlín en 1991, descomponiéndose el sistema comunista marxista.
Tanto el militarismo como la economía (mercados financieros) son antinaturales, expresiones de la decadencia cultural en las que el individuo queda abolido.
El dialogismo intercultural como contraposición al liberalismo no es suficiente, al predisponer el primero que todos somos iguales social y culturalmente. La sociedad no reconoce grupos, sino que iguala a los iguales y discrimina a los desiguales (individuos), pues lo común no nos emparienta.
La cultura social es una alienación del individuo en el que éste queda disuelto en el reconocimiento de sí mismo a través del otro; mientras que la cultura natural parte de un proceso de alienación en la que el ego rompe con ella a posteriori, liberándose (autoconciencia).
22-12-2010 Madrid
EL PODER OCULTO: LA DESINFORMACION
Haciendo un breve repaso histórico por la piel de toro de nuestro Estado, hay cosas comunes que nunca han cambiado; gobernase quién gobernase. El prejuicio de considerar la época actual como la consecución de todos los privilegios y bienes posibles es algo que viene de lejos. "La Historia nos ha llevado a esto y esto es lo mejor posible", es una frase ambigua y falta de juicio crítico. En estos más de 30 años de cambio de régimen en España, nos hemos vanagloriado de nuestra falsa democracia con respecto a la dictadura franquista vivida durante 40 años. Tanto con el dictador como ahora, hemos sido vilmente engañados y manipulados. El medio para ello ha sido siempre el mismo: la desinformación, la ocultación de datos, de puntos de vista diferentes, la limpieza de quién ejerce una profesión (la de periodista) embarrando y distorsionando los hechos, la realidad misma, tratando a la ciudadanía como estúpida. El objeto del franquismo era el aborregamiento general, la sumisión a un orden dispuesto a actuar para "domesticar" a palos a la manada con los "grises"; mientras que desde la aparición de esta mal llamada "democracia" (oligarquía realmente, dejémonos de engaños), las cosas no han cambiado en absoluto. Más bien, se han perfeccionado. Tenemos a todos los poderes ordenados y dispuestos a cumplir sin escrúpulos, mediante mentiras, las reglas del juego dictadas desde altas esferas. Quienes son esas "altas esferas", los políticos? Pues no; siquiera son ellos. El poder financiero gobierna el mundo desde los años 80. La señora Tatcher y Reagan organizaron un plan maquiavélico que paso a paso va tomando más cuerpo y está dejando en pañales al mismísimo nazismo. Qué feliz sería ahora Adolf Hitler como director del FMI! La "era del Avaro"; así llamo yo a esta represión que ha fulminado de un plumazo cualquier atisbo de cultura y libertad de expresión o ha creído fulminarla; pues vemos en todos los lugares del mundo crecer una indignación colectiva que ha despertado la conciencia de la ciudadanía. Ha sido necesario arruinar, humillar, censurar a la población para que ella despertarse de este letargo de milenios. La ciudadanía ha dicho "Basta!" y el proceso que conlleva este despertar aún son incapaces de comprenderlo quienes dominan los mercados y los gobiernos. Es más; todos los políticos y prensa, ven en este despertar una serie de quejas sin más (como otra cualquiera habida) y pretenden "reconducir" estas peticiones en algo concreto para discernir si son plausible de ser llevadas a la práctica. No, señores apoltronados. Esta protesta es diferente y aún no habéis visto el trasfondo de ella. Tal vez no estéis hechos para comprenderlo. Tal vez pertenezcáis a otra época y esto se os escapa a la comprensión, porque os habéis vuelto demasiado viejos para hacer un acto de conciencia a vuestra edad. Está en juego la libertad de la humanidad y con eso no se juega, no se hace demagogia, ni se miente, ni se manipula. La ciudadanía no parará hasta convertir este mundo en un mundo "consciente". Nos sobran los políticos, la prensa y todos los poderes fácticos...
NOSOTROS Y ELLOS
Quienes gobiernan realmente el mundo desde la lejanía, cobardemente, han pensado siempre que el ser humano carece de valor: siempre ha imperado entre ellos ese tono: un tono depresivo, propio de muertos vivientes.
Habría que comenzar a analizar a estos viejos dementes para comprender hasta dónde llega su decadencia.
Una política de carroñeros es la que impera en nuestros días, porque ellos son ante todo eso... cuervos.
No son solo planteamientos teóricos; basta con contemplar el mundo un momento para ver hasta dónde llega este olor que desprenden y hasta dónde llega la descomposición de su naturaleza. En la economía dan rienda suelta a su oportunismo y a eso lo llaman "saber". Cual necios, equivocan y tergiversan todo, hasta creérselo: "tanto tienes, tanto vales", así reza su Biblia y se sienten importantes, en un mundo hecho a su medida. En qué otro mundo de valores serían siquiera atendidos?
La ciudadanía no es ningún mercado, ni algo que se pueda usar como moneda de cambio.
Esta gente endiosada no es más que chusma, la verdadera chusma que espanta a la vista nítida y limpia de un alma sana; por eso estamos alejados de ellos, de sus pezuñas y de su mísera existencia.
21-12-2012 Madrid
El objeto de la vida no es forrarse a costa del prójimo, ni esclavizar al conjunto de la ciudadanía; eso es lo que tienen que quitarse de la cabeza quienes manejan los hilos del mundo. El riesgo lo corren ellos; pues la "dinamización" de la que hablan, no es otra cosa que "domesticación".
Estos tipos no promueven el esfuerzo, sino más bien la competitividad, primando más el factor económico y el enchufismo, que la capacidad propia de cada cual.
El "optimismo" del que habla alguien que vive "más allá de la realidad" es una justificación de principios indefendibles por alguien que esté en su sano juicio.
Claro que vivimos y viviremos en un mercado de incertidumbre permanente. Esa es la carta de presentación del Neo-Liberalismo, pero no es la del conjunto de la ciudadanía, que rechaza firme y frontalmente esa patraña inventada por y para oligarcas que ansían el conformismo de todos; pero eso no llegará nunca...
29-01-2013 Madrid
POLITICA Y CONCIENCIA COLECTIVA
La conciencia colectiva es, ante todo, un acto de responsabilidad del conjunto. Los individuos, por sí solos, carecen del valor para afrontar los retos que el futuro aguarda; pués son el medio, la presa fácil, sobre la cual descarga su ira la maquinaria autoritaria del estado fascista, para contentar a la burguesía explotadora.
La conciencia colectiva como ordenamiento moral, logra hacer desaparecer las clases sociales, el libre mercado y todo aquello que atenta a la naturaleza humana. Voluntad de cooperación, equilibrio y armonía surgen en los individuos como reafirmantes estados de conciencia que ayudan a romper el yugo que el ego impone. Dicho ego ha sido el responsable de los instintos más bajos y crueles habidos sobre la faz de la tierra, en forma de guerras, violencia, robo o falsificación. Una forma de adquirir fuerza mediante la depravación moral, la corrupción.
La conciencia colectiva supera a la conciencia individual, pués se proyecta en el carácter de unidad del todo y no como ego encerrado en sí mismo.
La conciencia individual representa un alma incompleta, que aún se aferra a la jerarquización y a la distinción de clases sociales. La lucha de los individuos ha sido en vano, contra sus semejantes, soportando la sociedad tales grados de inconsciencia.
La libertad ha de entenderse como voluntad de cooperación y la educación ha de desempeñar sus funciones hacia ella, contra los valores inmorales que han predominado durante milenios.
Qué clase de leyes va a promulgar un gobierno que vive anclado al egoismo primitivo y jerarquizado del mundo? Lo que comenzó percibiéndose como una enfermedad, ha resultado ser un cancer en lo más profundo del sistema.
El libre mercado, ese acto de reciprocidad entre iguales en el orden jerárquico, convierte a las personas en números, envilece hasta el extremo lo humano en el capitalismo.
Lo útil es todo aquello que beneficia al conjunto; desde esta óptica, el utilitarismo es una teleología de la conciencia individual y no un medio para el provecho personal.
La buena conciencia, como tal, no es el cumplimiento de unos deberes para con uno mismo, sino la integración en el todo, permitiendo la singularidad y los casos excepcionales. Hasta nuestros días, se ha rendido culto a la obediencia inconsciente y se ha perseguido hasta el exterminio lo que generaba progreso y mejora en la tierra.
El poder, como signo del primitivismo jerárquico, se arma hasta los dientes, en un acto de violencia y opresión hacia la lucha de clases; pués solamente representa a la burguesía, siendo el autoritarismo el estadio evolutivo de la violencia represiva.
En el ser humano es inherente la cooperación, lo natural. El poder, en cambio, narcotiza, el egoismo violenta al individuo primitivo.
El equilibrio como pacto entre conciencias, no se da en el ámbito político, salvo extremas condiciones de supervivencia del sistema.
La decadencia es el estado crónico que padece la clase política, al apartar de la vista a la conciencia colectiva. Qué valor ha de darse a un sistema como el democrático, si todo en él es disfraz, máscara, ostentación, propios de instintos contranatura?
La conciencia colectiva humanista, ha de significar el medio de asegurar el proceso de equilibrio, contra la jerarquización. El poder, en suma, es algo que se hace durable a costa del ego.
Los efectos del autoritarismo han sido los de cultivar la mala conciencia en el individuo reprimido; pero esto desaparece y se vuelve contra él, cuando la conciencia se colectiviza, dando lugar a la revolución y el derrocamiento de un sistema injusto por naturaleza.
07-09-2014 Madrid
LA CULPA INSTRUMENTAL
La justicia desde la visión política es la convicción en la diferenciación de estratos sociales, en la injusticia natural o moral antinatura, de los amos hacia los esclavos (Hegel) o la burguesía hacia el proletariado (Marx). La criminalidad, el despotismo y la deshonra quedan justificados; pues ante todo prima la superioridad de su condición y dicha convicción es incuestionable, porque así lo ha sido siempre... Las leyes que ellos mismos redactan, van encaminadas a la autoprotección de sí mismos, como una coraza, ante los delitos que por condición humana realizan habitualmente. La clase política es esa condición que vive por encima del bien y del mal. La opresión es la herramienta, expresión, de la barbarie política, responsabilizando, en un alarde de cinismo, a las clases desfavorecidas de los males que aquejan al conjunto del Estado. Esta actitud tiene varios calificativos: borrachera de poder, delirio, endiosamiento, por pura maldad.
El autoritarismo busca culpables a su mala praxis y encuentra en los oprimidos el objeto de su cobardía, criminalizando la pobreza, condenándola. "Qué culpa tengo yo de ser un ser superior?", se preguntan. "Algo divino ha debido causar mi naturaleza o, quizás algo humano como Darwin..."
El falso optimismo político necesita de la miseria y pobreza ajenas, se nutre de ella, para forjarse un sentimiento de gratitud hacia sí mismos, contraviniendo, por maldad, la propia teleología de la política. Dicha forma de ser, viene de lejos, de la religiosidad institucionalizada, la primera expresión del autoritarismo institucionalizado, como instrumento moral y luego político de la decadencia moral y, transmitiéndose de generación en generación, hasta quedar grabado a fuego en los genes. Una transcendencia de la maldad, afianzada por el desvarío de las clases dominantes, que se eterniza, relegando a la inmediatez al pobre y haciéndole pagar su castigo mediante la esclavitud.
Qué es la conciencia colectiva? Qué es la política? Qué es la historia? Qué es la psique? Esto se pregunta alguien que va más allá de los prejuicios, un mortal, un humano... una conciencia!
La desigualdad e injusticia se han institucionalizado y en ella vemos al prototipo de hombre ideal, primeramente en la religiosidad y luego extendiendo sus largos tentáculos en todos los ámbitos científicos. La razón se ha instrumentalizado,..
08-09-2014 Madrid
CONCIENCIA INDIVIDUAL
Grave error político es atenerse a los dictámenes de la oligarquía y dejar de lado al resto de la ciudadanía, que son el medio por el cual están donde están y, además, la responsabilidad han de ejercerla para el bienestar colectivo; pero, en cambio, solo ven a la ciudadanía como un número, al igual que los economistas...
La conciencia individual es algo antiguo, una idea perdida en los baules de la historia. El ego ha sido desposeido de sus pertenencias, la tradición ya no nos pertenece; pués no necesitamos justificarnos... El ego destruye, deforma, pero también gesta a la colectividad para regenerarse.
La humanidad como conciencia colectiva y no como suma de egos que luchan entre sí, es el instinto de supervivencia, de transformación en algo diferente, por propia fuerza y para deshacerse de las ataduras impuestas.
La resistencia de la conciencia a doblegarse es inmensa, creando las condiciones adecuadas para lograrlo. La conciencia colectiva representa el grado más elevado de la individualidad, madurando. Gracias al autoritarismo extremo, la conciencia se eleva sobre sí misma...
08-09-2014 Madrid
SISTEMA REPRESENTATIVO Y POPULISMO
El sistema representativo como equilibrio, la tregua informal entre burguesía, proletariado y oprimidos, a través de las instituciones. Cuando dicha tregua se rompe, habitualmente por las clases burguesas, aparece como síntoma el populismo, que es la respuesta lógica al desajuste provocado por las élites financieras.
La estructura del sistema representativo tiende a ceder a los intereses de los ricos de manera desproporcionada, invalidando en sí mismo la propia raíz de la democracia.
El populismo es la revolución marxista dulcificada, pacífica, que reúne a ingentes cantidades de ciudadanos en torno a la resolución de unos conflictos no creados por ellos; donde es necesaria la confianza y competencia de aquellos líderes políticos que asuman dichas quejas como propias y las conviertan en leyes, políticas e instituciones que favorezcan lo público por el bien del equilibrio del Estado. En la antigua Grecia, la democracia era considerada por sus detractores como "el gobierno de los pobres" y, quizás razones no les faltaban; pero hay que ir más allá del significado de "poder del pueblo" o gobierno del pueblo", "Demos" como posible fusión de "demiurgi" y "geomori" sería "gobierno de los artesanos y campesinos", excluyendo a los esclavos (ilotas) y a los nobles.
En la actualidad los plutócratas son los anti-sistema disfrazados de demócratas y el populismo es la reacción natural a dicha fractura..
La prensa, como ociocrácia, es el medio de la razón instrumental para generar ignorancia en las masas, despreocupación política y carencia de voluntad para reaccionar ante la mala praxis política.
Enrique Sousa (26-01-2015) Madrid
DE LA INDIGNACION AL PROCESO CONSTITUYENTE
Las reformas oligárquicas, como Anibal, han arrasado el terreno que pisaron. El Neoliberalismo es un cancer en esta Europa decadente en extremo. Hace años, en el 2011, Europa estuvo a punto de saltar por los aires con la deuda griega y fue el propio BCE, traicionando sus mandatos, quien prestara ayuda económica a los paises que estaban al borde del colapso. La deuda y la creciente pérdida de derechos sociales esclavizan a la población europea. Es algo tan obvio que sería necesario ser casta política o vivir en la inopia para no percibirlo.
Los mecanismos de integración material en la sociedad han desaparecido, venido abajo de golpe y plumazo; así como los mecanismos económicos que los sostenían. Tal crisis, como desequilibrio organizado por la oligarquía de modo unilateral, rompe la baraja del orden existente (reformas laborales, pensiones, etc...). La izquierda o aquello a lo cual se suele llamar "izquierda", ha quedado en evidencia al no haber sido capaz de interpretar la realidad como era en su justo momento; por omisión o traición.
Las demandas sociales son bloqueadas por la casta política, que a su vez vive alienada por la oligarquía financiera; por lo que se hace imprescindible crear un proceso constituyente, como contrapoder al Neoliberalismo actual, voraz e inhumano. La regeneración política como intento de cambio es una mascarada inútil, inservible, por la incapacidad de resolver los problemas causados por la corrupción que esta misma casta política protege y ampara.
El 15-M abrió un proceso inorgánico de concienciación colectiva, sin referentes políticos, lo cual equivalía a una lucha sin signos de identidad. El frente común de la lucha de clases quedaba abierto para la reconstrucción de la identidad perdida.
La angustia que produce la inmediatez en el colectivo no perdura eternamente; pues, tarde o temprano, aparecen sujetos reconocibles en el terreno político que ocupan dicho espacio, organizando el caos, dando sentido a la indignación y encontrando, teoricamente, la causa de los males que aquejan a la mayoría.
La indignación como poder que se eleva contra la injusticia causada por la oligarquía, ha de servir como punta de lanza para la democratización de la economía; así como la recuperación del poder, mediante un bloque social, lo suficientemente fuerte y numeroso, para llevarlo a efecto.
Creación de una estructura social que se ajuste a los intereses colectivos. La lucha de clases no confronta ideologías políticas, sino que es la lucha de los de abajo (proletariado, opromidos) contra los de arriba (oligarcas). La inmoralidad política queda así al descubierto. Necesitamos de un proceso constituyente, para el ordenamiento jurídico; así como de nuevas instituciones al servicio de la ciudadanía y no del poder financiero. El apoteosis Neoliberal se desvanece, como un gigante con pies de barro...
Enrique Sousa (10-02-2015) Madrid
GRANDES MENTIRAS
Grandes mentiras - La carencia de sentido en el mundo en el que vivimos. La ciencia biológica es el sumum en el curso histórico de nuestra civilización, iniciada en Sumeria, Mesopotamia, lo que ahora se conoce por Irak. Un cúmulo de grandes despropositos que han arraigado en el corazón humano, hasta formar parte de él. La gran mentira por excelencia es la religión, esa necesidad metafísica, como diría Schopenhauer; esa psicosis colectiva nacida en un período en el que la razón aún carecía de fundamentos lógicos. La lógica; por cierto, como prejuicio racional, iguala lo diferente. Cualquiera que aplique la racionalidad al mundo que observa o siente, no verá igualdad alguna en los objetos, sino más bien similitudes. Otra mentira, esta más reciente y moderna, es el darwinismo (ciencia de los piratas masones). Que dicho embuste se encuentre en la propia raíz de la ciencia, dice mucho del grado alcanzado por la irracionalidad moderna. La ciencia biológica es el sumum del engaño perpetuo, al igual que el religioso. En ella se encuentran las dos vías de la falsedad convertida en verdad (evolucionismo-creacionismo). Un auténtico juego de malabares, un poner cabeza abajo a la razón, propio de alquimistas de segunda fila, hasta el punto de haber sido dos poderes contrarios los que luchan por el dominio en el orden mundial (vaticano-masonería), pero unidos en el fondo: las grandes mentiras necesarias del poder para "domesticar" al rebaño. Que la mentira se haya convertido en una forma de vida y se la catalogue de natural es admirable, en tanto muestra lo retorcida y malévola que puede llegar a ser la mente humana, sobre todo de aquellos que gobiernan, ora políticos, ora financieros. En la economía nos llega a través del capitalismo, el liberalismo y su actual apoteosis neoliberal (nuevo estado psicótico desbordado) y es que habitamos un mundo absurdo, donde la realidad, lo natural, ha dejado vía libre a lo artificial, lo engañoso, lo tecnológico, lo tecnocrático, como forma de vida antinatural (razón instrumental) y que aplicar el sentido común se transforme en un acto de rebeldía intolerable por quienes dictan las leyes y manejan los hilos del mundo. Seres enfermos sin remedio y que mediante la egolatría hacen de esta civilización un pozo sin fondo, un abismo, que hará tarde o temprano que desaparezca; porque si existe algo condenado al fracaso es lo carente de naturaleza, aunque se disfrace con buenas prendas. La vida y el planeta que habitamos es otra cosa bien diferente a lo que esta gente enferma nos ha querido presentar como "realidad".
Enrique Sousa (Madrid) 10-03-2015
EUROPA, UN NUEVO AMANECER
En navegación, uno puede permitirse la licencia de viajar sin rumbo, ni destino, cuando los vientos son calmados y es el placer el objeto de dicho trayecto. En la vieja Europa, el barco no va a un paraiso vacacional; sino más bien a un precipicio o, como le ocurriera al Titanic, directo hacia un iceberg mortal que se oculta bajo el mar y nadie ve. Las protestas sociales están in crescendo en el continente. El descontento se deja notar allá dónde uno vaya. Un aviso a la capitana del navio, la alemana Merkel, inconsciente y preocupada por convencernos de que los vientos agitados no son de temer y el rumbo marcado es consecuente, único y bueno; todo un acto de fe inquisitorial del medievo post-moderno. Bueno para quién? Conociendo el afán imperial alemán en el continente, queda clara la respuesta. Lo que uno se pregunta es qué pintan ahí los comediantes de la política española, serviles y vendidos, dispuestos a que seamos colonizados sn rechistar. Cada vez vemos el precipicio más cerca, ante nuestra impavida mirada; y la respuesta política es siempre la misma: "aquí no pasa nada". La irresponsabilidad está a la vista de todo aquél que tenga ojos y quiera percibir la triste realidad a la que nos condenan; pués ellos no creen en la gente, solo se sirven de ella. No serán quienes sufran el impacto, están resguardados por sus amos, el poder financiero... y es que Europa se ha convertido en una selva neoliberal, consecuencia lógica darwinista, con el libre mercado campando a sus anchas y haciendo nuevos esclavos. Una inconsecuencia política a la vista de todos, un espectáculo dantesco, vergonzante. Hoy, más que nunca, soplan vientos de cambio, vientos de empoderamiento popular y necesidad de equilibrar el sistema que hace aguas. Un cielo más claro va asomando lentamente; primero en Grecia; tras ella España, aún revuelta, agitada, por la corrupción descarada y sin freno. Un anuncio de la llegada del amanecer y el fín de esta Europa herida de muerte por gobernantes que nunca supieron a dónde se dirigían...
Enrique Sousa, Madrid, 15-03-2015
LA DECADENCIA COMO TRASTORNO DE LA REALIDAD
Entiendo trastorno de la realidad como el conjunto de conceptos motivacionales incumplidos y que repercuten en el sistema; es decir, el equilibrio, la regulación del comportamiento. El sistema intenta ante todo la consecución del bien común, la necesidad del bien común. Entre las motivaciones, hay dos tipos bien diferenciados: los que se realizan de modo directo, por necesidad o subsistencia y los indirectos, que se generan cuando los primeros están cumplidos. En este proceso, las necesidades indirectas se mezclan con las directas, hasta no diferenciarse unas de otras: conflicto entre deseos y necesidades.
Las experiencias, ora individuales, ora colectivas, se graban a fuego en la memoria... Qué es la realidad? Del latín realitas y éste de res, «cosa»; es decir, que expresa el concepto abstracto de lo real, sacándonos de nuestras necesidades directas, elaborando una experiencia racional o no; y, por tanto, organizando un conflicto al vincularlas y desatendiendo los factores directos.
Dónde se forma la realidad? En un punto imaginario que hace interactuar racionalidad y respuesta real; es una reacción que vincula nuestro comportamiento en base a la memoria y aprendizaje de las experiencias con el objeto y, también, creadora de realidades aún no vividas. Todo ello va a la conciencia, que se encarga de interpretar y reaccionar...
Cuál es el problema entonces? La realidad al interactuar con el sistema, creando una conciencia diferente en cada caso, tantas como interpretaciones, perspectivas, del mismo objeto, dando lugar a las motivaciones indirectas: egoísmos, deseos, etc...
La realidad nos conmueve de dos modos diferentes:
1 - Shock: impacto que bloquea la conciencia, no dejándola reaccionar.
2 - acumulación: represión a través del miedo, hasta desbordarlo.
La historia de la política parece no contener problemas en apariencia, cuando es justo lo contrario.
Qué es la decadencia? Es la ruina abriéndose paso; aceptada y no combatida. El proceso de descomposición de un Estado sin capacidad de reacción. La causa de todos los males
Enrique Sousa, Madrid, 09-07-2016