La duración de las baterías es el talón de Aquiles de la tecnología moderna, como sufren diariamente los usuarios de smartphones y portátiles. Pero existe una batería en un laboratorio de la Universidad de Oxford que no se enfrenta a este problema: funciona desde hace 175 años.
Esta pila ha hecho sonar una campanilla, desde 1840, unos 10.000 millones de veces, aunque sonar quizá sea un término demasiado generoso, ya que el voltaje que reside en el interior de la batería es tan pequeño que ya no se escucha tañido alguno.
A pesar de eso, el badajo se mueve –casi imperceptiblemente– y es evidente que la batería todavía funciona. Por este motivo los científicos se muestran recelosos a investigar la pila, ya que si abren el sistema detendrían un experimento que quizá alcance los dos siglos de duración.
Este temor a descubrir cuánto puede durar la pila es lo que impide conocer con seguridad su composición. Sin embargo, por la época de la que datan, probablemente estén fabricadas a partir de capas formadas por láminas de metal que se alternan con otras de papel cubierto de dióxido de manganeso.bold