Wertheimer, Koffka y Köhler, a principios del siglo veinte, tendieron una comprensión de la psique totalmente innovadora que se opuso a la idea imperante de que la persona 👤 percibe las cosas de forma segregada y atomizada. El configuracionismo 💡 hoy se ha vuelto un principio importantísimo desde el punto de vista terapéutico, pues hace evidente cómo la personalidad debe de ser comprendida de forma holística, en contexto, y no puede ser desintegrada en partes ⚛️ que pretendan aislarse unas de otras. La unidad y consistencia son fundamentales para el organismo al nivel que incluso la atención y la percepción se ven afectadas por ellas. Así, la comprensión psicológica de ciertos estímulos se mueve entre ciertas configuraciones ☑️ que surgen con cierta estabilidad en la mente de quién percibe. Esos patrones 📏 emergentes contienen más información que el mero estímulo y están determinados por marcadores 📌 y formas psicológicamente reconocidas.