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En mi familia teníamos abundancia de todo, de hecho cuando estábamos en momentos de abundancia recuerdo que no había un día donde no viera que mi papa llegaba borracho a la casa. Si, mi papa siempre tuvo esa relación con el dinero, que cuando tenia mucho dinero se iba a gastar el dinero en licor o en cosas para comer, la frase que siempre repetía era ‘’el dinero es para gastar’’
Cuando vino la crisis sobre Venezuela yo apenas comenzaba la secundaria, no sabia lo que era tener dinero y tampoco me habían ensenado a ahorrar, con el paso de los anos recuerdo que vivimos muchas crisis en familia, crisis las cuales mis padres solucionaban pidiendo prestado. Ese ejemplo tome de ellos, pero nunca lo he practicado.
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Vivir con deudas no es vivir, es solo andar pensando en como pagarla. Constantemente en esas épocas venían cobradores a la casa y me parecía molestoso sus métodos de cobranza (ya que la mayoría venían diario.) Ahora que soy adulta, aprendí y sigo aprendiendo a ser una persona con 0 deudas.
Y eso no quiere decir que la deuda sea mala, solo que algunas personas no saben administrar el dinero que piden prestado y terminan peor que cuando empezaron. Ahora les contare como me metí en mi primera deuda jajaja ya que no me gustan las deudas.
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Llego el día de mi graduación y no tenia dinero para ciertas cosas que faltaban, así que decidí pedir un préstamo a mi novio, de un emprendimiento pequeño que tenemos entre los dos. Eran 73.16$ exactamente, y constantemente le pedia a Dios ayuda para pagar mi deuda.
En estos días antes de que me pagaran el dinero de las guardias que estoy cubriendo, vino a mi mente un versículo que esta ubicado en proverbios capitulo 6.
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Donde a pesar de que no se habla de una deuda directa si no de la deuda de un amigo, pude recordar y entender que nosotros mismos solemos enredarnos con las palabras de ‘’yo te pagare’’ y luego quizás olvidamos que tenemos esa deuda pendiente.
No hay mejor cosa que dormir con la cabeza tranquila sin deberle nada a nadie, y también sabiendo que nadie te viene a quitar nada que no es tuyo. De todas las experiencias familiares solo aprendí una cosa, no es bueno jugar ni con el dinero y tampoco con la palabra, si te comprometes con algo debes cumplirlo y además ser honesto siempre.
A esa publicación podría añadir, no gastes para aparentar, ni tampoco te gastes lo que no es tuyo y lo que tampoco te puedes permitir. No sea que te pase como dice el versículo. Se diligente siempre y tus caminos siempre florecerán!
Cada persona tiene una persecución distinta de las deudas, así que me gustaría leerte en los comentarios, cuales han sido tus experiencias!
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