Desde hace un par de días he estado bastante enferma, y negada a ir a un médico para que lea un papel y exprese todo lo que temo: una lista interminable de razones por las que debo comenzar a cuidar mi cuerpo.
Decididamente, mantengo mi cuerpo a base de medicamentos y recetas que permitan su básico funcionamiento, esperando vivir en la dicha de la ignorancia un poco más.
Siguiendo con mis rutinas de siempre, me encuentro con personas que me hacen preguntarme si vale la pena vivir, y he llegado a la conclusión de que sí vale la pena, siempre que puedas vivir tal y como viven las personas hoy día:
Entre la dicha y la enfermedad.
En otras palabras, en la mediocridad.