La historia que estoy a punto de contarles sucedió hace ya muchos años. Solía pensar que el Diablo y el infierno no eran mas que un simple mito que servía para asustar a la gente y controlar a las masas, pero la experiencia que tuve aquella noche cambió por completo mi forma de ver el mundo.
Solía frecuentar un foro de filosofía en el que cientos de usuarios publicaban debates de todo tipo y participaban en ellos, pero había uno que siempre salía victorioso en todas las disputas. Se hacía llamar SatánXVI y siempre se conectaba después de la medianoche.
Muchos pensaban que se trataba de un genio excéntrico con un alto coeficiente intelectual o un profesor retirado de filosofía, pero nadie tenía las agallas que se necesitaban para escribirle al chat. Habían varios rumores extraños sobre él en la comunidad, pero como no creía en esas tonterías tomé la decisión de escribirle.
Le envié un mensaje sobre el criticismo kantiano en la madrugada para iniciar una breve discusión y para mi sorpresa resultó ser una persona bastante agradable e inteligente. Los temas de los que hablaba eran muy variados, era un usuario versado en teología, historia, música, política y hasta economía. Sin embargo, el lenguaje que utilizaba era muy arcaico por lo que deduje que se trataba de una persona mayor.
Con el tiempo nos hicimos muy amigos y nuestras conversaciones nocturnas se fueron haciendo cada vez mas interesantes. Hasta que un día me dijo que quería conocerme en persona, me puse un poco nervioso pero como el lugar del encuentro era un restaurante familiar bastante concurrido decidí aceptar su invitación. ¿Que era lo peor que podía pasar? Los criminales no suelen ser aficionados a la filosofía.
Cuando llegué al lugar decidí sentarme en una de las mesas mas apartadas y esperar a que llegara mi compañero, quién se supone llegaría vestido de negro con unos zapatos rojos. Esperaba encontrarme con un hombre mayor; pero irónicamente quién apareció frente a mí fue una mujer muy bella de unos 25 años.
Le pregunté si era SatánXVI y ella asintió con la cabeza mientras su rostro esbozaba una inocente sonrisa. ¿Como era posible que una mujer tan joven pudiese superar a tantos intelectuales?. Había muchas respuestas posibles a esa incógnita, así que decidí hablarle sobre mi vida en lugar de interrogarla.
Tras terminar de comer, me pidió amablemente que la llevara a su casa y como hacía mucho tiempo que no salía con alguien obviamente le dije que sí. Mientras conducía ella comenzó a hablarme de los rumores estúpidos que circulaban por la comunidad, al parecer algunos de los usuarios que se enfrentaron a ella en varias disputas habían muerto en extrañas circunstancias y los miembros mas supersticiosos de la pagina web estaban convencidos de que era culpa suya. Un tanto molesta ella afirmó:
-Como podría ser yo la culpable de sus muertes?. Lo único que hice fue vencerlos limpiamente en el campo de la dialéctica y luego de eso me desconecté. Sólo puedo conectarme después de la medianoche porque mi trabajo es muy agotador, así que es obvio que no soy un ente sobrenatural o algo así.
Yo le dije que tenía razón y solté una carcajada mientras seguía conduciendo, pero cuando llegamos a su casa me quedé completamente pasmado. Se trataba de una enorme mansión en un vecindario extremadamente lujoso, ni con mis ahorros de toda la vida habría sido capaz de comprarla.
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Ella afirmó que como su empresa eran muy exitosa intentaba tener una fachada sencilla, pues los ladrones siempre buscan a la gente ostentosa. Siendo este el auténtico motivo por el que me pidió que la llevara en mi auto. Como ya era tarde me invitó a pasar y sus guardaespaldas me escoltaron hasta una sala amplia llena de cuadros muy elegantes.
Tras ponerse cómoda me dijo que le preguntara lo que quisiera y así fue como comenzó el diálogo que jamás olvidaré...