El albañil en mi casa

in relatos •  5 years ago  (edited)

Vuelvo a contar otra historia aquí , empiezo ...
Si estáis pensando en hacer reforma en casa, no os creáis que puede ser tan engorroso y tan pesado. Puede tener su lado positivo en cuanto a morbo y aventura se refiere. Además de renovar el dormitorio o el cuarto de baño, podéis renovar o despertar vuestra sed de aventuras en cuanto a relaciones personales y con esto me refiero al sexo. Sí, habéis oído bien. Tener un albañil o dos en casa puede ser algo bastante morboso, excitante, como queráis llamarlo porque al fin y al cabo es tener a alguien desconocido en casa que entra en tu dormitorio, en tu salón, cocina,..... en fin, que entra de lleno en la intimidad de tu hogar, lo cual implica que no vas a poder moverte por casa como lo haces habitualmente, ya sea, en braguitas, calzoncillos, picardías, o según se quiera como Dios nos trajo al mundo. Yo suelo ir vestida pero en ciertas ocasiones, ¿ quién no se ha paseado por casa en ropa interior o desnudo/a después de una placentera ducha o después de llegar a casa acalorado/a por el calor sofocante que hace en la calle en pleno mes de agosto? Yo sí, lo confieso: me he paseado desnuda por casa o en ropa interior y que más da, si está una en su casa.... Pero cuando tenemos a alguien en casa invadiendo nuestra intimidad es distinto, ¿o no?..... ¿Nos pasearíamos por casa de igual manera teniendo a un albañil arreglándonos en baño? Ja, ja! Yo tuve a un albañil en casa e hice algunas cosas que normalmente hago en la intimidad de mi hogar y creo que fue bastante interesante y fctífero para ambas partes.... Fueron unas dos semanas muy entretenidas y, ya os digo, para nada engorrosas y por supuesto, inesperadas, porque no estaba en mi ánimo que esto pasara. El caso es que paso, y por culpa de mi marido, todo he de decirlo, porque fue él quien no paraba de fantasear con el albañil y conmigo en cuanto este se marchaba y nos quedábamos a solas.....El día que apareció el albañil por casa, no me pareció nada especial, en cuanto a físico se refiere. Tendría 30 y tantos, castaño, alto y bastante formal. Todo transcurría con normalidad: él a su tarea de echar a bajo el baño y yo a mis labores diarias (estaba de vacaciones)en casa. Un día fui a ofrecerle algo fresco de beber pues , la verdad, hacia bastante calor y cuando llegué se me quedó mirando de una manera distinta a como la había hecho otras veces. Su mirada fue atrevida, descarada, impertinente..... Estaba con un compañero y se ve que estaban hablando sobre mi en ese momento o eso es lo queme pareció pues al ofrecerle el refresco se relamió y arrastro sus ojos por todo mi cuerpo como si me lamiera de punta a punta..... Le dejé el refresco y me fui un poco contrariada. Mi marido estaba en el salón y me preguntó qué pasaba y al contárselo, empezó a reírse y a decirme que ese quería tema conmigo, que quería follarme, que quería correrse en mis bragas..... Le dije que se callara, que no sabía lo que decía, que eso no era así. Me dijo que si surgía y yo quería que podía hacer lo que quisiera cuando se fuera....Sí, eso me dijo, pero esto es algo habitual que me dice cuando fantaseamos en la cama sobre algún vecino o amigo suyo y no le hice mucho caso.De hecho, desde el minuto uno en que ese muchacho apareció por la puerta no paraba de incitarme para que me exhibiera delante de él en minifalda y que tonteara todo lo que quisiera.... Incluso me decía que dejara mis braguitas olvidadas en el dormitorio donde él pudiera encontrarlas a ver qué pasaba. Poco a poco, fui entrando en su juego y fue pareciéndome muy morboso y excitante todo eso que mi marido me decía y un día me dicidí a hacer algo: dejé olvidadas unas braguitas usadas y un sujetador en nuestro dormitorio, allí donde él no tenía más remedio que encontrárselas de lleno. Allí en la cama estaban las braguitas esperándole y yo oculta observando desde la terraza, pues mi dormitorio tiene una puerta que comunica con la terraza y se ve perfectamente la cama. Al principio, no les hizo caso o quizá no las vio hasta que al poco se paro delante de la cama. Desde mi posición yo lo tenía de espaldas y solo vi que se paró y se quedó mirando no sé el qué ( yo supuse que las braguitas, claro). De repente, las cogió las braguitas en su manos , se las acercó a la cara y empezó a lamerlas y a olerlas de lo lindo. La verdad es que estaban bien usadas y debían de tener muy buen olor porque él pareció estusiasmarse mucho: en una mano tenía las braguitas contra su cara y con la otra empezó a rozarse el miembro.¡ Joder! ¡Se había excitado tanto que tuvo que tuvo que echarse la mano a la polla !¡Guau! Yo también me notaba excitadísima y eché mano de mi entrepierna. Me dolía de tanta excitación y sentí unas enormes ganas de tocarme allí viéndole a él, que en ese momento se estaba bajando la cremallera para sacársela.¡ Increíble! Sabía que yo estaba en casa y no le importó....¡Qué deleite! De repente se giró y yo tuve que esconderme con rapidez aunque creo que no fue suficiente. Tuvo que verme, así que me recompuse y aparecí por el salón ( las cristaleras del salón dan a la terraza) y me dirigí a la cocina pensando en la escena que acababa de ver y con la excitanción aún ahí abajo, chorreando estaba, sedienta de algo más..... Él pareció volver a su trabajo y yo respiré hondo, me prepare un café y me senté tranquilamente en la cocina con una revista. Empecé a recordar todas las cosas que me había dicho mi marido morboseándo sobre el albañil y resultaba que iba a tener razón: había entrado en el juego, había caído en mi trampa. Al recordar la escena vivida empecé a sentir otra vez una enorme excitación y aunque intentaba controlarme, no podía:¡ necesitaba una polla para este coño descontento! Empiezo a decir burradas cuando me excito y me siento muy guarra, como me sentía en ese momento, así que no me lo pensé y eché mi mano a mi entre pierna esta vez dispuesta a dame placer sin importarte nada, y así empecé a darme con mi dedo en mi clitoris palpitante hacia arriba y hacia abajo suavemente, pensando en él... ¡Dios, qué excitada estaba! ¡Qué goce, qué disfte! Ahh! Ensimismada estaba que no pude reaccionar cuando me dí cuenta que él me estaba mirando..... La puerta de la cocina estaba cerrada pero es abatible y tiene una ventanita como la de las barcos y restaurantes , y ahí estaba, mirando por la ventanita como me masturbaba a su salud.... Me quedé paralizada, sin saber qué hacer pero con mi mano aún entre mis piernas. Él, ni corto ni perezoso abrió la puerta y siguió mirándome descaradamente sin decir nada....Yo que me moría de ganas de tener una polla entre mis piernas, me giré hacía él, sentada que estaba y abrí mis piernas ( llevaba falda) para que pudiera ver lo que tenía entre manos, y ¿a que no sabéis lo que le dije? Nisiquiera yo me lo creo aún: ¿Lo quieres?.Y abrí aún más mis piernas apartando mis braguitas para que pudiera ver mi coño chorreando de placer esperando que algo fuerte y duro le diera su merecido. Sí, quería que me follara. Ya no podía parar, quería que me follara.... Todo pasó tan rápido que no recuerdo exactamente si dijo algo o no. El caso, es que se acercó, yo me levanté y sin más preámbulos, me puso la mano en el coño apartó las bragas y me metió un dedo. ¡Joder! El dedo de un desconocida en mi coño!!Se puede pedir más .... No me corrí de milagro pero si gemí mucho de placer y ante esto, él también se puso bto y me echo para atrás, quedando sentada en la mesa de la cocina. Me bajó las bragas y me miró bien, ahí abajo digo, sin aún creerse lo que estaba viendo. Me miró y dijo: Lo quiero....
¡Jajaja!¡Qué situación! Iba a follarme al albañil en mi propia cocina.... Quien me lo iba a decir a mi hacia unos días...... El caso es que ante esa respuesta, no me quedó más remedio que echar mano de su paquete a ver en qué condiciones estaba, así que al pasar mi mano por su "bulto" sentí aún más ganas de tenerlo dentro y empecé a desabrochar su pantalón para por fin meter mi mano y tocar su anhelado miembro masculino........... ¡Joder, cómo estaba! Duro como una piedra, dispuesto a todo.............¡Qué buena que estaba! Es lo que pensaba mientras la manoseaba con mi mano arriba y abajo viendo como él gemía de placer......... Como me estorbaba el pantalón, se lo bajé del todo y allí quedó él en todo su esplendor con esa polla (no voy a decir enorme) tan apetitosa y palpitante. Volví a manosearle y él gemía más, y como yo también quería, le puse su mano en coño para que él hiciera lo propio con mi coño y así disf
tar los dos...........¡ Qué gusto! Su mano, su tacto en mi coño fue como una revelación, un placer desconocido ofrecido por otras manos que no eran las habituales, claro. Sentía que no podía más y le dije: ¡ Ven! Parecía que era lo que estaba esperando porque no se lo pensó dos veces y me penetró sin piedad provocando una exclamación en mi que hasta temí que se me hubiera escuchado ........ ¡Qué bien follaba! Encima de la mesa con mis piernas abiertas, allí estaba él entrando y saliendo una y otra vez cada vez mejor y con más deseo en mi coño al que parecía que no hubieran follado en su vida........... Ahhh! ¡Qué me gustaba! ...........El ritmo crecía aunque él parecía contenerse para durar más a pesar de que yo le pedía más y más, e incluso le agarraba el culo y lo apretaba contra mí para que siguiera cada vez más fuerte , pues sentía que no podía más, que iba a explotar, que me iba a romper de placer......... : ¡Fóllame! Le decía con un frenesí desconocido y desquiciante mientras ambos nos movíamos más y mas......... Ahhh! Me corro.........No podía aguantar más, me dolía de tanto placer, iba a correrme, y él parecía estar igual que yo , así que aceleró embistiendo con más y más fuerza hasta que empecé a notar oleadas de placer infinitas e interminables a la vez que me retorcía como loca mientras la mesa chocaba contra la pared hasta el punto que parecía que iba a derribarla...........¡ Ahhhh! Gimió él, derramando todo su líquido dentro de mi, caliente y espeso , abundante, todo para mi...... Ambos seguíamos convulsionando involuntariamente pues el placer aún nos invadía y no queríamos que ese momento de éxtasis acabara jamás........ Sudoroso me miro aún ensimismado, lujurioso para decirme algo pero fue incapaz de articular palabra. Se retiró chorreando, pensado en lo que había pasado, volvió a mirarme, y siguió sin decir nada. Yo seguía con las piernas abiertas y mi coño expuesto , también chorreando, encima de la mesa, sin decir nada. Él lo miraba ,imagino que sin creérselo, y acto seguido, se acercó para meterme el dedo una vez más con fuerza mientras miraba mi cara con la boca entreabierta esperando aquello que quisiera darme: era una muñeca en sus manos......
En los siguientes días, cada vez que podía se me acercaba y me metía el dedo ahí abajo fuerte y más fuerte, como si quisiera dejarme huella para cuando se fuera, hasta que volvía a correrme de placer.........

Authors get paid when people like you upvote their post.
If you enjoyed what you read here, create your account today and start earning FREE STEEM!