Ya hace un mes que me pasó algo que me dejó bastante anonadada. Vengo a contaros esto porque acabo de encontrarme con la persona en cuestión protagonista de esta historia y he pensado que era el momento de ideal. Desde que pasó, vivo como en suspense sin saber si realmente pasó o no..... El caso es que voy a contároslo a ver qué pensáis.....
Era una mañana de agosto y yo volvía de pasar la ITV al coche. Todo normal hasta que aparqué en el garage de casa. Salí del coche, cerré y cuando ya me iba, miré hacia atrás, hacia el coche y vi que el faldón delantero se había descolgado. Pensé que se había roto y corriendo fui a ver que había pasado. Me agaché un poco y no pude ver nada: tenía que agacharme más. Llevaba minifalda y era un poco complicado si no quería que se me vieran mis preciosas braguitas rojas, sí, rojas, con un corazón negro muy cuco en la parte trasera. Como no había nadie, me puse de rodillas y me agaché para mirar debajo del coche. Claro está, la falda se subió sin saber realmente lo que estaba enseñando, pero como ya os digo, no había nadie y no iba a preocuparme ahora por eso cuando estaba intentando enganchar el dichoso faldón en su sitio sin ningún éxito. -¡Vaya con el faldón de las narices!- Es lo que estaba pensando cuando me dió la sensación de que alguien miraba. Me erguí (seguía de rodillas) y vi que había alguien mirándome.- ¡Joder!- pensé y rápido me levanté, no sin sorpresa al ver quién era........ ¡ Ja, ja! Era mi vecino del cuarto, bueno su hijo, un muchacho de unos veinte años con el que me cruzo habitualmente en el ascensor( no me preguntéis cómo se llama que no tengo ni idea)Me levanté y me recompuse la falda como pude mientras me preguntaba que si le pasaba algo al coche. No supe muy bien qué decirle porque me había puesta nerviosa. No sabía cuánto tiempo llevaba ahí mirando ni lo que había visto y le dije que no sabía qué le pasaba al coche. El caso es que se prestó a ayudarme y se agachó, y yo pues hice lo mismo aunque quizá no debería haberlo hecho porque la minifalda se subió, y él miró a la minifalda y luego a mi, y me desconcertó muchísimo. Ahí tan cerca, percibí su olor perfectamente a colonia o after shave o a sudor, no sé, pero me encantó y me desconcertó aún más. Me hablaba pero no le prestaba mucha atención pues nisiquiera quería mirarle , y cuando se agachó para mirar debajo del coche, yo no supe qué hacer porque yo seguía agachada y desde esa posición iba a ver más de lo que yo hubiera pretendido, así que reaccioné y me levanté. Él siguió trasteando mientras le explicaba que acababa de pasar la ITV y bla, bla, bla, bla, bla, bla. Cuando por fin había logrado arreglarlo, se incorporó , y volvió a mirarme de aquella manera y siguió desconcertándome aún más y más. Allí delante mía con esos ojos negros, su pelo negro, corto, como a mi me gusta y con ese cuerpo bien formado de ir habitualmente al gimnasio, era para omnubilarse........Guapo, sí, era guapo......... Yo ya me había fijado en él cuando lo había visto en el portal y habíamos cruzado algunas palabras pero aquellas situación era nueva y estaba siendo como muy íntima, sobre todo, cuando le dí las gracias y me dijo que le había encantado ayudarme y que había sido un momento muy bueno. ¿Un momento bueno? ¿Qué quería decir? Contestó diciéndome que le encantaba el color rojo........ ¡¡Toma bomba!! Sin lugar a dudas había visto mis braguitas . Mis ojos se abrieron como platos y no supe dónde meterme. Solo pude reírme, con esa risa nerviosa que te impide decir nada y que delata tu nerviosismo a kilómetros......... Él también empezó a reírse y me dijo que pensaba que las braguitas rojas solo se usaban en fin de año y yo le dije que yo las llevaba de todos los colores......Eso debió de emocionarle porque empezó a acercarse mientras seguía riéndose. Dí un paso hacía atrás y toqué el coche, lo cuál me impidió seguir echándome hacia atrás. Me sentí un poco acorralada: él delante, mi coche detrás, otro coche a la izquierda..... ... Se lanzó del todo y empezó a decirme que se había fijado en mi, que le parecía muy guapa y que siempre que llevaba esas faldas tan cortas, a él le encantaban........ ¡ Vaya con el vecino! Tan calladito, tan prudente, tan correcto y ahora, ahí de buenas a primeras, soltándome a bocajarro todas aquellas cosas..... Me tenía paralizada y a la vez conquistada. Notaba poco a poco, como mis defensas iban cayendo sin remedio, y que mis oídos, mis ojos, todos mis sentidos, eran cada vez más y más receptivos a sus sugerentes palabras, por que no paraba de hablar ni de avanzar diciéndome que mi postura agachada y el color rojo de mis braguitas le habían encendido la sangre..........Sentí una atracción tremenda y deseé tocarle, tocar esos brazos y olerle aún más de cerca, y sin más , me vi retrocediendo entre el hueco de mi coche y el de al lado hacia la pared del garage. Yo le miraba embobada y él me miraba de arriba abajo diciéndome que la minifalda de hoy era de las que le gustaban y que le encantaría levantarla para ver del todo aquellas braguitas, y que luego podría levantarme la camiseta de tirantes par ver si tenía el sujetador a juego......... ¿Dónde había estado este chico todo este tiempo ?¡ A mi si que me estaba encendiendo la sangre por momentos ! ¡ Sigue, por Dios sigue ! Quería saborear esos labios carnosos que tanto me estaban perturbando con sus palabras y yo creo que el quería hacer lo mismo porque su mirada se embruteció de tal manera que parecía querer devorarme.
- Te tengo ganas desde hace mucho tiempo pero siempre me ha cortado mucho hablar contigo y no sabía cómo ibas a reaccionar......-
¿De verdad quería saber cómo iba a reaccionar? Mi entrepierna reaccionó y bien que reaccionó....... Esas estupendas braguitas rojas ahora estaban más que mojaditas........ ¡ No podía ser aquello que estaba escuchando! ¿ Pero que quería este muchacho, por Dios? Por un segundo, mi cerebro recuperó la cordura y le dije que tenía que irme, que tenía prisa , y él me pidió que por favor, que no lo hiciera que no quería asustarme, y en eso se acercó más y me cogió del brazo y yo puse las dos manos en su pecho de manera instintiva. ¡ Oh! ¡ Qué bueno que estaba! ¡ Qué pectorales! ¡ Qué mirada!!!! Mi entrepierna estaba húmeda como nunca de la excitación tan grande que me estaba provocando esta situación tan especial, y desde luego no me fuí..... Su excitación también debió de crecer porque su siguiente movimiento fue girarme 180 grados, agarrarme de la cintura y achucharme contra la pared, y él detrás mía, tan cerca sintiendo su respiración , no pudo evitar la erección que se le vino encima al tenerme para él solo, porque estábamos solos o es lo que creíamos y es lo que queríamos seguir creyendo....... Me susurraba cosas al oído, notando su respiración caliente, me besaba la nuca , restregaba su cuerpo con el mío, me movía las caderas con sus manos al compás de yo que sé que baile........ , y yo en mi subconsciente decía no, no , pero mi cuerpo decía sí, sí y se dejaba hacer completamente entregado a sus premisas son oponer la más mínima resistencia..... Parecía estar en las nubes, en otro planeta, otra dimensión, hasta que una de sus manos bajo hasta mi entrepierna y de repente todo fue real..... Buscaba las condenadas braguitas que habían provocado todo aquello levantándome la falda, y bien que las encontró empapadas hasta arriba delatando mi deseo incontrolado y mis ansias de volar....... Con el otro brazo, me agarraba la cintura mientras su erección crecía más y más...... Me estaba tocando el coño por encima de las braguitas sin ningún pudor, mi condenado vecino del cuarto, mientras me lamía o me mordía el cuello, ya no me acuerdo, provocándome un placer tremendo al cuál no quería dar rienda suelta ya que aquello me parecía tan subrrealista que no debía estar pasando ........... Dijo que quería verlas, así que sin más, dejó lo que estaba haciendo, me giró (ahora estaba de cara hacia él), me subió la falda , así de rápido, se agacho a la altura de mi entrepierna y empezó a olerlas y a restregarse contra ellas como loco, como un toro bravo desbocado y ansioso. Parecía gustarle pero necesitaba más , de manera que me las bajó un poco dejando al descubierto mi tesoro escondido y listo para él....... Yo me quería morir, y seguía diciendo no, no pero mi cuerpo no respondía y se quedaba quieto esperando el milagro del placer que el iba a darme sin remedio con su lengua, sí, con su lengua, con todo descaro y sin pedir permiso, empezó a lamer mi coño mojado y caliente. ¡ Dios! Me quería morir, gemir como una posesa pero el pudor me lo impedía, de manera que me retorcía con la boca abierta, le agarraba la cabeza y disfrutaba en comedido silencio el placer que me estaba proporcionando como un regalo del cielo........ ¡Joder qué lengua! Sin querer dejé escapar un gemido, de manera que miró hacía arriba, vio mi estado de éxtasis , se levantó, me miro, me agarró del cuello y me besó, y que beso..... Me estaba besando un desconocido del que nisiquiera sabía su nombre, del que recordaría toda mi vida por aquello. Allí estaba yo, con las bragas bajadas mientras me besaba queriéndo que aquello no acabara nunca, pero acabó para pasar a algo mejor...... Volvió a mirarme, yo aún con la boca abierta anhelante de su beso, me dijo que estaba muy guapa , y me dirigió hacia el maletero de mi coche. Me apoyé con las manos, me subió aún más la falda, me bajó las bragas del todo y empezó a bajarse el pantalón de deporte que llevaba. No podía ver nada porque estaba a mi espalda y pensé en girarme para ver qué era lo que tenía ahí escondido cuando lo sacara pero él me lo impidió, y con autoridad me abrió más las piernas y empezó a buscar mi abertura con desesperación con su miembro, el cuál no me había dejado ver con la premura de buscar mi coño para penetrarlo, sí, penetrarlo, eso es lo que buscaba y a lo que nos había conducido todo aquello: a tener su polla dentro de mi, algo impensable hacía un momento. ¿ Como habíamos llegado a esto? Es lo que pensaba cuando sentí su primer embiste y tuve su polla dentro. ¡ Joder, qué bien había entrado! Con lo chorreando que estaba, no era para menos... y qué buena estaba, tan calentita, tan dura , y qué bien se movía, el condenado, entrando y saliendo a placer de mi coño , como si lo hubiera hecho otras veces, como si lo conociera previamente. ¡Qué gusto! Quería gritar sin medida, sin pudor, sin recato, quería decirle que me gustaba, que me encantaba, que quería que me follara una y mil veces más, que me la metiera hasta el fondo y me partiera en dos, que me volviera loca de placer, que me llevara hasta los infiernos con sus embestidas, que me penetrara cuanto quisiera, que mi coño quería más y más..........¡¡¡¡¡¡¡¡ OHHHHH!!!!! Pero no podía, no podía delatarme y entregarme a sus encantos de aquella manera así que me movía con él y deseaba en secreto que me follara salvajemente y me diera el orgasmo de mi vida......... ¡¡¡¡¡¡¡AHHHH!!!!!! Él si que gemía condicionado por la situación: me estaba follando en el garage como nunca se abría imaginado, y parecía no poder aguantar más porque empezó a penetrarme cada vez con más rapidez y con más ansias, pero no sabía que yo ya estaba al límite de mis fuerzas y deseé con todas mis fuerzas tener el orgasmo de mi vida ,y así, empecé a sentir mi coño explotar in crescendo y empecé a convulsionar de placer , esta vez sin poder contener mis ganas de gemir, ya que el placer era tal, que era imposible no gemir y gritar ......¡¡¡¡¡¡¡ OHHHHHHHH!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡AHHHHHHH!!!!!!!....... Al escucharme, explotó también él con una follada salvaje que parecía que iba a romperme en dos soltando todo su jugo dentro de mí, tan caliente, tan abundante, tan deseado, tan esperado......¡¡Qué gozada!! ¡¡Qué gustazo!!........ Ahí quedamos los dos un momento sobre el maletero del coche recuperándonos de aquella vorágine de placer inesperado que nos había sacudido en un momento....... Miraba para todos lados para ver si alguien podía habernos escuchado o visto pero no me pareció que hubiera nadie..... Él empezó a subirse los pantalones pero yo todavía andaba aturdida sin creerme lo que acababa de pasar, sin poder mediar palabra ya que aquello había sido tan increíble, tan inesperado que parecía que todo había pasado en mi imaginación. Él se había subido ya los pantalones, volvió a besarme, esta vez suavemente,me sonrió, y se marchó, y yo debí de quedarme con una cara de tonta porque estaba tan paralizada que seguía con la falda subida y las bragas yo no sé dónde....... Se había marchado sin más..... ¿ Y dónde estaban mis bragas? Todavía hoy sigo preguntándomelo.....
Acompaño foto de unas braguitas que tengo muy parecidas a las del relato para que os imaginéis la situación...