Yo suelo ejemplificar esta relación entre la fe y las obras con un árbol y sus frutos. Y solo las obras que son fruto de una fe genuina en Cristo son las que pueden justificarnos, porque son solo una muestra de nuestra fe y lo que Dios ha hecho en nuestro corazón.
Por algo en Mateo 3 Jesús habla de la necesidad de hacer frutos dignos de arrepentimiento. :)
Gracias por compartir, Dios te bendiga.