ENERO - JANO
Es habitual representar el mes de enero como Jano bifronte. Para muestra: el Panteón de los Reyes de San Isidoro de León. Se muestra ahí como un hombre con dos rostros que, vistiendo con túnica y manto, se sitúa entre dos casas, y procede a cerrar la puerta de una mientras abre la de la otra.
Ese gesto simbolizaría el cierre del año que termina y la apertura del que comienza.
En otras ocasiones. el dios Jano se asimila a la tradición del banquete y en vez de aparecer entre dos puertas o con dos llaves, aparece disfrutando del mismo, como es el caso de la Iglesia de Santa María del Azogue. Aquí, la figura de Jano, y por extensión el mes de enero, aparecen en mitad del calendario, de modo que la visión del dios romano finalizando un año y dando comienzo a otro está mejor escenificada. Pero además, aparece comiendo y bebiendo, mezclando aquí el inicio del nuevo año con el banquete que generalmente cierra el anterior en el mes de diciembre.
La tradición del banquete, pese a que se inserta dentro de la festividad cristiana de la Natividad, tiene sus raíces en el mundo pagano y en las prácticas mágicas que buscaban asegurar fertilidad y abundancia en el año que estaba por comenzar.