Lectura extraída del libro "Gloria e poder de Sao Jose", traducido por el administrador del canal de Telegram @Hijosdesanjose, mismo que escribe este artículo.
Mes de San José
Primer día
El mes de los lirios
Consagramos dos meses en el año a la devoción a Maria el lindo mes de Mayo y el mes de Octubre del Santísimo Rosario -y actualmente también Julio que es el mes del Inmaculado Corazón de María-. En Junio, nuestra alma se afervora en la devoción al Sacratísimo Corazón de Jesús. En los últimos tiempos la devoción a San José tornó gran incremento, sobretodo después que Pío IX entregó al Santo Patriarca el patrocinio de la Iglesia Universal. Alabamos a la Madre de Dios, realizando la profecía del "Magnificat": - Beatam me dicent mnnes generationes
-Todas las generaciones me han de llamar bienaventurada. En Marzo cumpliéndose otro oráculo sagrado: "Qui custas est Domini sui glorificabitur"
-Glorificamos aquél que mereció ser el guarda de su Señor.
La devoción a San José crece cuanto más también en el mundo se va desenvolviendo y afervorando la devoción a María. Nótese que desde la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción el culto Josefino fue propagándose como nunca en otros siglos. Lo que Dios unió el hombre no lo separe. Nuestro Señor quiso asociar a Jose a los ministerios de la vida del Salvador y unió a Maria y José en los lazos del matrimonio Virginal para que ambos, con Jesús, formasen la Trinidad de la Tierra, en semejanza a la Trinidad Celeste. Hay un mes de María; debería, tambien ser honrado, en un mes, el Santísimo José.
Marzo nos trajo la fiesta del Santo Patriarca. Era justo fuese, también, el mes del Santo Esposo de María y Padre adoptivo de Jesucristo.
Alabar a María, dice Gerson, es alabar a Jesús, y alabar a José, es alabar a Jesús y María.
Todo este bello mes es consagrado al culto y a nuestro afervoramiento en la devoción a San José. vamos a honrar el mayor de los Santos en estos treinta y un días de bendiciones y gracias del Cielo. Esta devoción carísima a tantos fieles, en todo el universo, ha de crecer siempre más. Donde se alaban a Jesús y María, sea también alabado San José. Rinden, en honra, de tan grande Santo, los cánticos del pueblo Cristiano: - "Te cuncti resonent christianorum chori".
El mes de María y el mes de las flores, el mes del Rosario y de las Rosas del Santo Rosario, el mes de Junio el mes de los frutos de Santidad, el otoño de nuestra piedad cada año es el mes de Marzo y el mes de los lirios de San José!
Vamos, pues, con todo fervor aprovechar estos días de gracia y de salvación.
Origen del mes de San José
La Devoción al Santo Patriarca, diremos más adelante estuvo ya por largos siglos, siendo ignorada y desconocida, por lo menos sin el brillo de los últimos tiempos y el fervor y entusiasmo de hoy. Ahora, por en, en todo el universo la Iglesia canta y celebra con esplendores las glorias del Santo Esposo de Maria. Dos bellas fiestas litúrgicas en su honra: la del 19 de Marzo y la del Patrocinio, en el miércoles después del segundo Domingo de Pascua. Se levantan majestuosos santuarios, se escribe tratados teológicos y obras admirables de erudición y piedad sobre las glorias y prerrogativas singulares del Gran Santo. Hay, en todo el mundo, un afervoramiento en la bella devoción. Era justo que también se escogiese un mes para San José, y este no tardo.
La practica del mes Josefino es reciente. Tuvo origen en Italia y principalmente en la Ciudad Eterna. El pueblo romano siempre consagro especial devocion a San Jose y, asi no se contentaba en honrar el gran Santo apenas en su fiesta liturgica. Siendo Marzo el mes de la Fiesta del Santo Patriarca, resolvieron algunas almas piadosas, unidos, celebrar cada dia del bello mes con una practica devota.
En breve, el Santo Padre el Papa bendice e incentiva la propaganda de esta devocion.
De Italia, donde se difundio rápidamente en el siglo pasado en todo pais, el mes de San Jose, se introdució con entusiasmo en la Francia y después, llevado por las misionarias al oriente y a todo el Mundo, se torno Universal. Ahora, la iglesia lo desea cada ano celebrado con mas fervor.
Su Santidad Leon XIII, tan devoto de San José, lo recomendó a todo el Universo. Los Últimos Pontífices lo enriquecieron de indulgencias. Pueden lucrarse las siguientes indulgencias: --Siete anos cada día, es indulgencia plenaria; en el fin del mes, cuando los fieles asisten, por lo menos dos veces, a los ejercicios hechos en una Iglesia, y todos los días cuando hechos en particular. Ninguna oración es determinada para lucrar estas indulgencias, excepto las oraciones por el Santo Padre para lucrar la indulgencia plenaria en el fin del mes. Cualquier acto de piedad en honra de San Jose es suficiente. Si en Marzo no se puede hacer el mes de San José, se pueden lucrar las mismas indulgencias en cualquier otro mes, habiendo naturalmente algún impedimento. Todavía, sin motivo cualquiera, y por simple devoción o comodidad, se pueden lucrar todas las indulgencias, así, como hacen en algunos lugares, comienzan el mes de San Jose el 16 o 17 de Febrero, para terminarlo en la Fiesta del 19 de Marzo.
Ejemplo
Santa Teresa salva por San josé
La gran Santa nada emprendía sin encomendarse a San José. Fue grande apóstol y restauradora del fervor y devoción del culto Josefino en los últimos tiempos. En uno de sus viajes, se dirigía la Santa con algunas hermanas a una ciudad de España, donde iría a fundar un monasterio en honra de San José. El carro, tirado a caballos, atravesaba una región montañosa, en la entrada cercada de precipicios. El conductor perdió las riendas en lo alto, y los caballos, asustados, se precipitaron montaña abajo. Iban en la dirección de un enorme precipicio. Santa Teresa, al percibir el horror en que se hallaban las Hermanas, les dice, con voz firme y confiante:
-Mis hijas, aquí sólo existe un medio de escapar de la muerte: es recurrir a San José, e implorarle la protección.
Y cantaran a gritos*, confiantes, por San José.
De repente, se oye una voz fuerte, enérgica.
- ¡Paren! ¡paren! ¡paren! Si dieren más un paso, ¡todos morirán!
Inmediatamente los caballos pararon.
- ¿De que lado habremos de seguir? preguntan los carmelitas.
La voz responde:
- Por tal camino, que es más seguro y menos peligroso.
Y los caballos tomaron luego la dirección del camino indicado. Estaban fuera de peligro.
Procuraron quien le hablaba y donde estaba el bienhechor que los salvó, y a cuya voz los caballos pararon.
No vieron por allí un ente humano. Toda búsqueda fue inutil. Entonces, por el camino, Santa Teresa dice a sus hijas:
- En vano vano buscamos nuestro salvador del peligro. Quien nos salvó fue nuestro Padre* San José!
Llena de confianza, la gran Santa nunca emprendió viaje o negocios sin pedir la protección de San José.
(1)En el texto original decía "Bradaram" palabra la cual nunca había oído y según el traductor de babylon significa entre: gritar o cantar a gritos. En el traductor de google esta palabra no existe.
(2)Nótese bien: Padre.