Una salida, terapia, y el taxi apareció
no lo esperaban pero ayudó
a la consulta nos llevó
¿ Quién es el señor ?
No es pariente, es un vecino
que se hizo presente
pero que no conocía, y que tampoco me conoce.
Así que un gesto realizado
aquel señor no comprendió,
se asustó y corrió y por las escaleras rodó,
no entiendo qué le pasó.
A los días me enteré que lo hizo temblar
pensó que un secuestro se haría sin titubear.
-'No, señor, no se equivoque,
yo no lo voy a amarrar,
lejos está de mí, pensar a alguien perjudicar,
más bien deseo siempre ayudar a otros a saber
que halla en el cielo hay un Dios Amoroso
muy interesado en que muchos lo conozcan
y logren ser felices de verdad'.
-'No se asusté, el mecate no era para usted,
disculpé si se asustó, ésa no era mi intención'
Ése día mis amigos entendí que debo cuidar
lo que hago para que otros no corran asustados.
De mi Autoría. Basado en una experiencia de la vida real.