En una vida tan agitada como la que vivimos en la actualidad, parece que mantenerse en calma resulta ser aburrido para muchos, podría decir que para la mayoría, sobre todo para los más jóvenes. Cuando tengo tiempo para poder estar en soledad y silencio absoluto, lo hago, me agrada hacerlo, pero si veo con algo de preocupación que los niños siempre andan con un apuro, como si la vida se fuera a acabar al día siguiente.
No sé, ni podré saber que piensan con exactitud, pero eso de permanecer sentados por mucho tiempo no es algo habitual en ellos, a menos que sea entretenidos con el teléfono, lo cual por si sólo me parece absurdo, ya que si andan con afán siempre, como si la vida se les fuera a terminar, se dan el lujo de desperdiciar horas viendo videos que nada dejan desde sus teléfonos, pero son así, y no lo voy a cambiar.
No puedo ni imaginarlos sin un teléfono o algo de ruido, porque se desesperarían, así es, estoy seguro de que un lugar como un bosque, y sentarse sólo a estar tranquilo y escuchar la naturaleza podría ser perturbador. Pero, como lo dije, así son.
La vida en estos tiempos suele ser realmente acelerada, no podemos negarlo. Con frecuencia pienso en estoy me digo que los espacios como los llanos, que se han caracterizado siempre por ser de gente muy trabajadora, de levantarse temprano y acostarse temprano también, podrían algunos pueblos pasar a ser también sitios con mucho estrés. De tal manera se esta transformando el mundo, y no creo que eso sea muy beneficioso, mucho menos si sumamos a esto lo que es la contaminación que podemos ver por cualquier lado.
La tranquilidad será algo que siempre intentaré buscar, en la medida de lo posible, hare de la soledad en algún momento del día mi acompañante, porque me permite estar conmigo, y es algo que suelo disfrutar. Es posible que para demasiadas personas precisamente ese hecho de estar consigo mismo sea lo que no le agrada, pero, creo que si no disfrutas estar en soledad, por miedo o no se que, tampoco disfrutarás estar con nadie más.
Por lo pronto, me despido, esperando que la tranquilidad que quizás no busques llegue a ti, y que además puedas disfrutar tanto de ella, que se vuelva una necesidad, que se convierta en ese punto de encuentro necesario para lograr estabilizar tu interior.