Venezuela lleva severos años con tasas de inflación alta y ubicándose en los primeros puestos de las inflaciones más elevadas del mundo, pero lo vivido en 2017 y el panorama de aceleración de precios del año 2018, implican escenarios que la gerencia y el pueblo venezolano nunca han vivido y que se traducirán en un conjunto de decisiones difíciles, incómodas y que implican mucha incertidumbre.
En un país con control cambiario que limita el acceso a dólares, una inflación de cuatro dígitos que fulmina el valor del dinero, así como con escasez de alimentos e insumos, el caso refleja la creciente dolarización no oficial de la economía venezolana y los problemas de quienes no tienen acceso a las codiciadas divisas.
Un transportista de alimentos en Venezuela, tuvo que detener su camión por no poder costear neumáticos nuevos a 350 dólares cada uno, o el equivalente en moneda local a la tasa que marca el mercado negro: unos 90 salarios mínimos. “Es frustrante, porque te das cuenta que trabajas para comprar dólares y medio ahorrar, porque no vale la pena tener bolívares”, dijo el atribulado conductor del sur del país, que pasó a ser un desempleado.
“Muchas familias viven con los dólares que les mandan de afuera y pueden comprar comida, pero cómo hago yo que gano en bolívares y no tengo manera de ahorrar para comprar divisas”, dijo entre la entrevistada, que está buscando trabajo por internet que pague en dólares.
A los venezolanos de las primeras dos décadas del Siglo XXI nos ha tocado experimentar la peor crisis económica en la historia de nuestro país.
El paisaje de cada ciudad y pueblo está coloreado con los tonos grises de:
• Una de las inflaciones más alta del mundo en los últimos tres años.
• Devaluación del bolívar, convirtiéndolo en una de las monedas con menor poder de compra en el continente.
• Desabastecimiento de comida, medicinas y artículos de aseo personal.
• Deterioro de los servicios públicos: agua, electricidad, salud, educación, seguridad y telecomunicaciones.
• Éxodo de población (sobre todo profesionales) en busca de las oportunidades que ya no encuentran en su país.
• Cierre de empresas, las cuales no han podido sobrevivir al entorno hostil creado por los excesos regulatorios de un gobierno cuya prioridad no es el fortalecimiento del sector privado (a veces parecería que es más bien todo lo contrario).
Este actual panorama ha llevado a los venezolanos a ingeniárselas para poder emprender en medio de las dificultades con pequeños oficios que pueden convertirse en empredimientos.
Aprovecha la crisis y emprende un negocio.
Utiliza el Internet para conseguir ingresos extras: Ejemplo perfecto #steemit
Más vale prevenir: En momentos como los actuales lo peor que podemos hacer es descuidarnos en lo personal, espiritual y material. Las enfermedades físicas y emocionales se multiplican y dificultan aún más la sobrevivencia. Debemos vigilar nuestra salud, que los pocos alimentos de que dispongamos sean los más sanos posibles, no dejar de hacer ejercicios aunque sea en la sala de nuestra casa, benefíciese de la terapia emocional que brinda practicar la solidaridad con nuestro prójimo más necesitado. Recuerde que no hay nada más costoso que enfermarse en estos tiempos, pues además de gastar recursos en recuperar la salud, dejaremos temporalmente de generar dinero para el presupuesto familiar.
No vendas tus activos: Puede que dentro de una situación económica delicada tu primer pensamiento sea vender o empeñar tus activos, pero la verdad es que eso es lo que menos debes hacer. Estos activos pueden ser muchos más útiles para ser empleados en una situación más crítica (que para ser realistas puede pasar); te recomendamos que te deshagas de esos bienes, que si bien cuestan algo de dinero, no son indispensables como el hogar o un automóvil por ejemplo.
Aprende un oficio aparte de tu profesión: Las tasas de desempleo dentro de las sociedades con crisis económicas siempre son alarmantes, incluso si cuentas con un puesto estable en una compañía, lo mejor que puedes hacer es invertir en tu preparación. Diversifica tus talentos e incursiona en actividades que pueden serte útiles en caso de que las requieras.
Quienes creemos lo que dice la Biblia, tenemos la esperanza de que Dios hará justicia, derramará misericordia conforme a Su voluntad soberana y puede restaurar a países enteros a través del poder de Su Palabra — Él lo ha hecho antes en otros lugares y tiempos. Él puede volver a hacerlo ahora.
Esta esperanza no sólo tiene que ver con lo que Dios puede hacer en Venezuela, sino con lo que Él puede obrar también en todo el mundo.
La situación global es abrumadora, y la crisis en Venezuela es dura para los cristianos en este país, por la gracia de Dios podemos confiar en que Él usa todas las cosas para el bien de quienes realmente le aman (Rom 5:3-5, 8:28). Al mismo tiempo que las personas son responsables de sus actos, nuestro Dios es “aquel que obra todas las cosas conforme al consejo de su voluntad” y hará justicia en toda la tierra (Efe 1:11, Rom 2:7-11).