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Se ha comprobado que el fumar es dañino para la salud y que daña casi todos los órganos del cuerpo. Es el causante del 87 % de las muertes por cáncer de pulmón y también es responsable de muchos otros cánceres y enfermedades. Cuando el fumador deja de fumar nota cambios rápidos en su bienestar físico, producto de que su cuerpo se deshace de alquitrán, nicotina y monóxido de carbono que contiene el cigarrillo. Como resultado, los niveles de oxígeno en su sangre aumentan y esto mejorará la apariencia de su piel y le dará más energía.
Su sueño mejorará una vez que haya superado los síntomas iniciales de abstinencia y su sentido del gusto y del olfato mejorará rápidamente, tanto que puede comenzar a irritarse con el humo de los demás y la forma en que se adhiere a su ropa y cabello.