Daniel Camargo: entre la misoginia y los manglares

Daniel Camargo Barbosa nació el 22 de enero de 1930 en algún lugar de los Andes Colombianos, en el departamento de Cundinamarca. Su madre falleció con solo meses de nacido y su padre, un hombre alcohólico y desinteresado, decidió casarse con una mujer infértil. La madastra de Daniel, debido a su infertilidad, sufriría severos problemas mentales que la llevarían a vestir a su hijastro como niña, y obligarlo a ir así al colegio. Esto no sería impedimento para que Camargo fuese un estudiante ejemplar; sin embargo, tuvo que abandonar tempranamente los estudios para ayudar económicamente a su familia, situación que le causaría gran frustración.

Ya en su etapa de adulto, conoció a Alcira Castillo, con quien se casó en 1960, pero su matrimonio finalizaría al enterarse que su mujer le había sido infiel. Luego conocería a la joven Esperanza, de unos 27 años. Daniel se sentía enamorado de la joven mujer como nunca en su vida, quien, al igual que su exesposa, incurriría en infidelidad.

Todo lo sucedido con su madrastra y sus parejas, cultivó y exacerbó un odio en Camargo hacia las mujeres. Juraría venganza sobre estos "seres" que destruyeron su vida.

Mediante amenazas y persuasión, convencería a su aún pareja Esperanza de ayudarle a conseguir "jovencitas vírgenes". Ese sería el motor principal para sus actos: la virginidad. El nunca haber estado con una mujer primeriza aumentaba su deseo. Incluso declaró sentir asco por las mujeres "no vírgenes" y una repulsión terrible por las prostitutas.

En total, serían cinco niñas las víctimas de sus violaciones, todas menores de 10 años. A ninguna la mataría, pero sería la última quien lo delataría, lo que provocó su primera captura en el año 1966. Fue sentenciado a ocho años de prisión.

Al cumplir su condena, Camargo empezaría a sentir más odio y repulsión en la sociedad, llegando a la conclusión de que debía matar a sus víctimas para que no pudiesen denunciarlo, y así fue: su primer asesinato sería contra una niña de nueve años de la que Camargo "se enamoró". Logró convencerla de acompañarlo a un lugar bastante alejado, donde la violó y la estranguló. En ese tiempo, Camargo se dedicaba a vender pantallas de televisores para sobrevivir, las cuales dejaría en la escena del crimen, junto al cuerpo sin enterrar, ya que huiría despavorido al haber cometido su primer asesinato.

Al otro día, Daniel regresaría por las pantallas y para enterrar el cadáver de la niña. Un policía notó una actitud sospechosa, y lo siguió, dándose cuenta de todo lo que había en el sitio del asesinato. Daniel Camargo fue arrestado por segunda vez y se le condenó a 25 años en la cárcel de la isla Gorgona (una versión colombiana de la cárcel de Alcatraz). Durante su estadía, se afincaría mucho en la lectura, sobre todo en autores como Dostoievski y Nietzsche. Solo cumpliría 10 años de la condena, ya que se escaparía en un bote. Remando durante tres días seguidos sin agua ni comida, pararía en Ecuador, lugar donde realmente se conocería a la Bestia de los Manglares.

El terror empezaría en diciembre de 1984 con la desaparición de una niña, y tras ella, muchas otras. Los cadáveres de niñas vírgenes serían encontrados, con marcas de machetazos, golpes y signos de violaciones. La policía no daba con el culpable de estos atroces actos, la gran mayoría de ellos cometidos en la vía Perimetral, en Guayaquil; zona que estaba muy cubierta por manglares (de ahí, el apodo del asesino).

El 26 de febrero de 1986, luego de asesinar a una joven de 9 años, la policía vería una actitud sospechosa en el individuo. Revisarían al sospechoso y encontrarían ropa de niña llena de sangre. Inmediatamente detenido, sería identificado por otra joven que lograría sobrevivir al asesino.

Camargo se declaró culpable de 71 asesinatos el 31 de mayo de 1986 (se presume que el número de víctimas ronda las 150), mostrando además los lugares donde mató a las pobres niñas.

Luego de pasar un tiempo en la cárcel de Guayaquil, fue trasladado a un penal de Quito, donde coincidiría con un compatriota suyo, Pedro Alonso López, probablemente el mayor asesino en serie de la humanidad.

Daniel Camargo Barbosa no pasaría mucho tiempo en la cárcel: sería asesinado por otro recluso el 13 de noviembre de 1994. Se supo después que su asesino fue familiar de una de sus víctimas.

NOTA: este artículo es de mi plena autoría. Publicado primeramente en Realidad Retorcida.