Delante del escaparate de una tienda de zapatos cualquiera, mientras se veía reflejado en el, se paso la mano por el pelo, por el que emergían gotas de sudor. Castellón en verano es una ciudad incomoda, bueno, como todas las que están cerca del Mar Mediterráneo. El calor del verano, se junta con el calor que absorbe el asfalto, el calor que tiran los aires acondicionados y la humedad. Hubiera preferido ir a un sitio más fresco, al norte posiblemente, donde con suerte cogerían temperaturas suaves, pero su chica insistió en ir allí. Estarían algo unos días allí y luego bajarían a Benicassim, al FIB, a disfrutar de la música y luego volverían a casa y el miércoles, a la rutina laboral, pero antes, tenia que sufrir los rigores del calor, algo que detestaba, pero la quería.
Fin de la Parte 1. Si quieres saber como sigue el relato, vótalo y si llega a 20 votos, escribiré la segunda parte. Puedes comentar que te ha parecido.
- Andrés, vamos al centro comercial de La Salera, si quieres y así yo voy de tiendas tu no te aburres.
- Esta bien. Al menos, dejare de derretirme -esbozando una sonrisa en su cara-
- Se que esto te cansa, pero me quiero comprar un bañador, un par de short y unas chanclas -dijo mostrando sus blancos dientes escondidos tras una sonrisa, que hacia que Andrés se derritiera-
- ¿Dos maletas llenas de ropa y aun te faltan cosas, Luz?
- Va, no seas tonto, que son dos cosillas.
- Me da a mi que me tocara comprar otra maleta -espeto poniendo cara de circunstancias-
Se montaron en el coche y ella se puso a trastear con las emisoras de la radio. Era uno de sus rasgos más curiosos y le parecía adorable. Daria un par de vueltas a todas las emisoras y luego optaría por poner la música de la tarjeta de memoria que tenia puesta en la radio.
Menos de diez minutos después estaban dando vueltas por el centro comercial, bueno, por el parking, ya que encontrar plaza en La Salera en verano era una tarea complicada. Castellón se llena de turistas y claro, el centro comercial se llena de gente que va de compras, a comer o a pasar el día, no todo tiene que ser playa. Tras mil vueltas, aparco, en el quinto pino, algo que torció el gesto de Andrés, algo que duro poco, porque Luz le beso y le puso esa sonrisa de niña buena que no ha roto un plato y que normalmente esconde una vajilla hecha pedazos.
Luz acepto ir a tomar algo frio antes de entrar, subiendo a la primera planta y sentándose en una terraza de una cafetería dentro del centro comercial. Camino a la cafetería, vieron una tienda de libros, donde Andrés pasaría un rato largo ojeando libros, buscando alguno y seguro, que dejándose un dineral, algo que le daría a ella libertad para ir de compras a su pleno antojo. Una vez terminaron su horchata granizada, el quiso ir al baño y ella le acompaño, así estaría tranquila y no tendría que dejar sus compras por ir al servicio.
Decidió acompañarla un rato, con la condición de que fueran a mirar bañadores antes que nada, quería elegirlo el personalmente. Luz accedió, con una sonrisa picara, que provoco que Andrés se colorara un poco.
Estaban a punto de entrar en una gran tienda de ropa y complementos variados, cuando escucharon disparos a su espalda. Andrés reacciono rápido y cogió la mano de Luz y tiro de ella hacia el interior de la tienda. Cuando cruzaba el umbral de la entrada, sintiendo un fuerte dolor en la pierda y acto seguido en el costado. Le habían alcanzado dos balas. Luz también había sido alcanzada, a la altura del hombro izquierdo, justo en lado por el que Andrés la había cogido de la mano y tirado de ella. Estaban vivos, de momento, sin saber que pasaba y perdiendo sangre.
Luz era auxiliar de enfermería, así que cogió la ropa que tenia a mano y le hizo un torniquete en la pierda y con una camiseta le presiono el costado. Ella perdía sangre, pero al ser delgada, la bala le atravesó el omoplato, algo que era en cierta medida positivo. Varios clientes se aproximaron, arrastrándose y arrastraron a Andrés para ponerlo en un sitio más alejado del escaparate y ayudaron a Luz, taponando la hemorragia. La situación era muy complicada y no sabían de donde habían venido las balas, quien las había disparado o porque.
Seguían los disparos, muy seguidos, parecían de metralleta, aunque a saber, ya que lo que sabia de armas era del Counter Strike y el Call of Duty. Parecía que las balas se alejaban de la zona. Estaban en la zona de probadores, un sitio aparentemente bastante seguro. Escucharon varios disparos y romperse cristales, parecía que habían disparado contra algún escaparate, cuando una fortísima explosión los dejo medio sordos y aturdidos durante unos instantes. Habían tirado un artefacto explosivo cerca, con la clara intención de matar a gente. Gracias a unos desconocidos habían salvado la vida.
Menos de diez minutos después estaban dando vueltas por el centro comercial, bueno, por el parking, ya que encontrar plaza en La Salera en verano era una tarea complicada. Castellón se llena de turistas y claro, el centro comercial se llena de gente que va de compras, a comer o a pasar el día, no todo tiene que ser playa. Tras mil vueltas, aparco, en el quinto pino, algo que torció el gesto de Andrés, algo que duro poco, porque Luz le beso y le puso esa sonrisa de niña buena que no ha roto un plato y que normalmente esconde una vajilla hecha pedazos.
Luz acepto ir a tomar algo frio antes de entrar, subiendo a la primera planta y sentándose en una terraza de una cafetería dentro del centro comercial. Camino a la cafetería, vieron una tienda de libros, donde Andrés pasaría un rato largo ojeando libros, buscando alguno y seguro, que dejándose un dineral, algo que le daría a ella libertad para ir de compras a su pleno antojo. Una vez terminaron su horchata granizada, el quiso ir al baño y ella le acompaño, así estaría tranquila y no tendría que dejar sus compras por ir al servicio.
Decidió acompañarla un rato, con la condición de que fueran a mirar bañadores antes que nada, quería elegirlo el personalmente. Luz accedió, con una sonrisa picara, que provoco que Andrés se colorara un poco.
Estaban a punto de entrar en una gran tienda de ropa y complementos variados, cuando escucharon disparos a su espalda. Andrés reacciono rápido y cogió la mano de Luz y tiro de ella hacia el interior de la tienda. Cuando cruzaba el umbral de la entrada, sintiendo un fuerte dolor en la pierda y acto seguido en el costado. Le habían alcanzado dos balas. Luz también había sido alcanzada, a la altura del hombro izquierdo, justo en lado por el que Andrés la había cogido de la mano y tirado de ella. Estaban vivos, de momento, sin saber que pasaba y perdiendo sangre.
Luz era auxiliar de enfermería, así que cogió la ropa que tenia a mano y le hizo un torniquete en la pierda y con una camiseta le presiono el costado. Ella perdía sangre, pero al ser delgada, la bala le atravesó el omoplato, algo que era en cierta medida positivo. Varios clientes se aproximaron, arrastrándose y arrastraron a Andrés para ponerlo en un sitio más alejado del escaparate y ayudaron a Luz, taponando la hemorragia. La situación era muy complicada y no sabían de donde habían venido las balas, quien las había disparado o porque.
Seguían los disparos, muy seguidos, parecían de metralleta, aunque a saber, ya que lo que sabia de armas era del Counter Strike y el Call of Duty. Parecía que las balas se alejaban de la zona. Estaban en la zona de probadores, un sitio aparentemente bastante seguro. Escucharon varios disparos y romperse cristales, parecía que habían disparado contra algún escaparate, cuando una fortísima explosión los dejo medio sordos y aturdidos durante unos instantes. Habían tirado un artefacto explosivo cerca, con la clara intención de matar a gente. Gracias a unos desconocidos habían salvado la vida.
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