No te atrevas a sostener tu mirada, no te atrevas a hablar en el silencio de una sensación, no me permitas que mi piel se erice, que mi respiración se corte y que mi saliva corra, por mi garganta, creando el brillo en la mirada y el sonrojar de mis mejillas, por que a esas alturas mis dientes tomaran mis labios y los morderán sin razón, mi Lengua los recorrerá hasta humedecerlos, no respondas por favor a este lenguaje invisible, por que en el fúnebre cajón en el que estoy hoy, no podre corresponder, es mi alma la que con sosiego te pide que no llores, calma tu dolor y sonríe, que con alegría inefable marchare de tu lado, hacia el oscuro destino que se desmantela después de la fúnebre, fría y cruel muerte
BASD