Hola gente de la comunidad de steem, vengo a presentarme como lo que soy, un hombre mas que ha pasado por aquellas circunstancias necesarias para llegar aquí, un pasado imperfecto, a-temporal, lleno de poesía y cuentos es lo que me trajo hasta aquí, la verdad prefiero permanecer anónimo en la comunidad, por la razón que compartiendo estos fragmentos de mi consiguieran conocerme mejor que solo sabiendo mi nombre, podría ser aquel hombre común que todos llevan dentro o bien podría ser aquel amigo callado que esta sentado en la banca, como primera muestra de mi, les mostrare lo primero que se escribió para desencadenar esta exhumacion de todos mis cadáveres(escritos) esperando que lo disfruten y le sigan la pista, a ver si descubren por cuales circunstancias son por las que he pasado.
Exhuma cadaveres I
I-B
Tranquilo Alejandro
La tormenta no paso
Pero a mi tu amigo me arrastro a escribir
Y a ti, un gladiador
Te llevo a batallas mas grandes
Zafiro adormilado. I-A
Me despertabas cuando sudaba a mitad de la noche, para tan solo acercarme y ofrecerme de fumar un poco más, un pitido bastaba para que las pesadillas tomaran el camión más cercano para alejarse por la carretera sin fin y no volver para inquietarme nunca más. Escupías un poco de humo sobre los recuerdos para emborracharlos, con las palabras, esperabas que su piel se cubriera por una de esas enfermedades de la lluvia, que les da a los hombres cuando se cansan de existir y de vivir, la existencia se convertía en meramente esto; encontrarme clavado entre la borrachera de mis ideas y el sueño evocado, entre la sombra vagabunda de mis ganas de hacer algo y el café de las 8 de la noche, cualquier cosa me llevaba a mi cama donde te encontraba desnuda con cuerdas, lista para amarrarme en lo que parecía una danza quieta, en una situación quieta, en un momento donde no podía hacer nada de ruido. Porque te interesaba era eso, el silencio de la noche extendido por el día, te importaba un escritor que no sufriera de rebeldía o una rebeldía que careciera de ideales, tenías intereses en que yo no quisiera hacer nada para que las cosas no cambiaran, porque sabias que me gustaba como estaba todo e incluso que los objetos siempre siguieran en su mismo sitio. Las colillas las amontonabas solo para barrerlas, por darme el gusto de que se había limpiado algo de este sucio sueño, si quería dormir me dejabas porque sabias que en el sueño y el silencio era más plenamente tuyo que con la boca abierta, eras un zamuro carroñero flotando en el fondo de mi ser, esperando que yo quisiera hacer algo para caer en picada a su caza. Te lucias respirando tenue, porque querías que ni tu respiración invocara a mis palabras, querías que me quedara quieto y tuyo, porque así lo habías visto en una de tus visiones, que aseguraba que estaba destinado a las grandezas del hombre y no a las impurezas del ser, donde te encontrabas tú y era ese mismo lugar donde te saciaba. Aun así sabiendo de mi gran don me ofrecías fumar para que me olvidara del mundo, para tan solo poseerme en la plenitud de mi ocio donde vivías muy cómodamente, donde ni los poemas me hablaran de la realidad que no era más que una jaula convertida en pájaro. Eras una rata que en vez de darme dolor de cabeza satisfacía todas mis necesidades como hombre, para luego solo quedarte quieta en la noche donde te transformabas en algún tipo de espectro que gozaba de mi pereza. Y entonces, cuando me di cuenta de todo esto te invite en pleno día a tomarnos una botella de ron, te gustaba que bebiera y que fumara, que me quedara adormilado entre la embriaguez y tu cuerpo para aun así realizar esta danza del silencio, con botella de ron en mano te prometí que iba a escribir el poema más hermoso del mundo pero solo quisiste llorar, porque las visiones son ciertas y no hay nada que las borracheras puedan hacer contra las promesas del ser. Aun así a veces me invitas a fumar en medio de la noche cuando tengo enfermas las ideas y no sé qué hacer con mi vida. Esperas siempre ociosa lista para callarme para siempre y que sea siempre tuyo.
Chicles I-C
Este poema
Corre a las paredes
(Desde Berlín no se ha visto muro así)
Sale disparado verticalmente
Atraviesa el techo sin temor de que este lloviendo
O que haga sol
Se queda pegado un rato en el chicle que ocupa tu boca
(Quien fuera chicle)
Hasta que tu mandíbula deje de masticar
Nuestro poema; efervese al final de tu espalda
Y mientras te estas deshaciendo del chicle
Pasa de ella a tu costilla, sube hasta tu pecho
Vuelve por el techo
Se caen nuestros muros
Cuando me entero por mi jauría de perros enamorados
Que lamentablemente el chicle era de canela.
Espero que lo hayan disfrutado, seguiré montando poco a poco todo aquello que consiga en mi panteón de recuerdos, en aquella cinta gris que se requema para mostrarme real ante ustedes. Tienen mi palabra.
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