Un breve ejercicio literario y musical, para recordar a la música barroca y al gran Antonio Vivaldi. Porque la música es lo más grande.
Tengo rato tratando de frasear estos 8 compases en mi partitura y me ha sido muy difícil. El maestro Vivaldi dice que no, que no hay música difícil si no mal ensayada y que si una ensaya hasta la partitura más difícil va a sonar. La verdad que he estado muy nerviosa últimamente pensando en el recital que daremos dentro de una semana. El maestro Vivaldi dice que es muy importante ese concierto y que por eso todo debe salir a la perfección. Yo he estado ensayando mucho sin embargo no me ha resultado facil la partitura. Sobre todo en el allegro de la pieza porque la rítmica es muy complicada para tocarla en mi oboe. Pero, como siempre, la música que ha compuesto el maestro Vivaldi es maravillosa. Ahora que tengo 15 años comprendo lo que dice el maestro sobre la música: Que nada se le compara que por más que uno piense en algo más hermoso, más sublime es imposible encontrarlo. Ni siquiera ver a Matheo, el sobrino del maestro es tan sublime. El es muy hermoso pero ni siquiera verlo cuando viene tiene comparación con la música. No creo que pudiera explicar con palabras lo que siento. Cuando el maestro toca sus piezas en el violín es como si Dios hablara a través de esas melodías.
He conversado con Donatella y con Filomena sobre lo que hemos tocado con la orquesta y ellas me dicen siempre lo mismo: “Fabiana, es lo que dice el maestro Vivaldi: hemos sido bendecidas por Dios para poder interpretar música”. Cuando el maestro regrese de Mogliano Veneto me encantaría tener lista ya esta pieza, vista da capo al finale. Es tan bella, tan sublime, como toda su música. No se lo he dicho a nadie pero esta pieza tengo la impresión de que el maestro la compuso especialmente para mí. El siempre me dice que no importa que tenga seis dedos en vez de diez, que soy una gran oboísta y que debo solamente tratar de mejorar mi técnica. Y aunque es un poco más dificil para mi dar los bemoles y los sostenidos en el instrumento, la verdad es que no cambiaría nunca el oboe por otro instrumento. El oboe es ya como una parte de mi cuerpo y el maestro Ludovico Fabricci me ha hecho un oboe muy bueno y su sonido es bellísimo, muy pastoso pero muy limpio. Bueno querido diario te dejo voy para el ensayo general y como soy la solista no puedo llegar tarde.