Somos cristianos y somos miembros del cuerpo de Cristo, y cuando nos bautizamos, aceptamos de corazón esa realidad, y tal realidad la experimentamos cuando nos reunimos con otros hermanos bajo una cabeza que es Cristo.
Es bueno congregarse y compartir con los hermanos; si no hay ninguna iglesia cerca podemos, buscar la comunión de otros hermanos en un local o en reuniones caseras, pues la iglesia no significa local, sino la "asamblea" que se reúne, para hablar y aprender la palabra de Dios escrita en la Biblia, en el nombre de Dios..
Porque donde hay dos o tres reunidos en el nombre del Señor, allí está Él. "Y así todos somos la iglesia" y Cristo está al frente, Él es la Cabeza.
Siempre han existido las iglesias que dicen ser las verdaderas y se respaldan en la Biblia, pero dándole las interpretaciones personales de cada cual. Pero la verdad es una sola y no puede ser cambiada a nuestro antojo.
Siempre debemos pedir a Cristo que nos ilumine mente y corazón para que nunca nos apartemos del camino que a él conduce,