La era tecnológica ha llegado para quedarse y con ella surgió una serie de “trastornos 2.0” que afectan nuestro comportamiento, dando cabida a nuevos fenómenos psicosociales de nueva generación que alteran la manera en que nos comportamos y que hoy en día son objeto de muchos estudios científicos.

Con la llegada de las redes sociales surgió un fenómeno mundial donde las personas compartían fotos de sí mismas a diario; conocidas como “Selfies”, este comportamiento se ha hecho muy popular en los últimos años y muchas personas alrededor del mundo se han vuelto adictas a ella.

En el año 2014 se difundió una noticia sobre un estudio que lo consideraba un “trastorno” y era llevado a cabo por Asociación Estadounidense de Psiquiatría, ese mismo año se acuño el término “Selfitis” a la obsesión compulsiva de tomarse fotografías de sí mismo para compartirlas a las redes sociales.

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Este estudio resulto ser una farsa, pero a partir de esta “Fake News” varios científicos alrededor del mundo empezaron a realizar estudios formales sobre este comportamiento y para poder determinar si es un trastorno real y genuino.

El estudio se llevó a cabo por la Universidad Nottingham Trent y la Escuela de Administración Thiagarajar en India. Este país fue escogido para el estudio por su alto número de usuarios de la red social Facebook y además, por los altos índices de incidentes relacionados con los Selfies.

Gracias a estos estudios se ha confirmado que la “Selfitis” existe, e incluso han desarrollado una "Escala de Comportamiento de la Autismo" que se puede utilizar para evaluar su gravedad.

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Uno de los líderes del grupo de investigadores, el Dr. Mark Griffiths, expresó que pasar de la falsa noticia que apareció en los medios sobre la afirmación que la Selfitis debía calificarse como un trastorno mental, no significaba que la condición de la autoestima no existiera. Ellos han logrado confirmar su existencia, desarrollando además la primera Escala de Comportamiento de la Autismo del mundo para evaluar la afección.

Durante el estudio se usaron unos 200 participantes, que fueron sometidos a varias pruebas para determinar qué factores impulsan su autoestima y que relación había en el desarrollo de este comportamiento compulsivo.

De los resultados obtenidos se hizo una evaluación y análisis para determinar la gravedad del trastorno en cada sujeto, confirmando que existen tres niveles:

Niveles de 'Selfitis'

• Límite: tomar fotos de uno mismo al menos tres veces al día pero no publicarlas en las redes sociales.

• Agudo: tomar fotos de uno mismo al menos tres veces al día y publicar cada una en las redes sociales

• Crónico: Impulso incontrolable de tomar fotos de ti mismo durante todo el día y publicar las fotos en las redes sociales más de seis veces al día.

Los casos límites están relacionados a las personas que se toman fotos de sí mismas 3 veces al día pero nos las comparten en las redes sociales, el nivel agudo ya implica auto-fotografiarse y compartir las imágenes en redes sociales, y una tercera fase crónica en el que las personas sienten un impulso incontrolable de tomarse fotos de ti mismo durante todo el día y publicarlas más de seis veces al día.

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Los investigadores lograron descubrir que los pacientes típicos de Selfitis buscaban permanentemente llamar la atención, frecuentemente carecían de confianza en sí mismos, obligándolos a buscar ferozmente una posición social que los hiciera sentir parte del grupo y de la sociedad.

Así mismo, el Dr. Janarthanan Balakrishnan, un investigador asociado del Departamento de Psicología de Nottingham Trent afirmó lo siguiente:

"Por lo general, las personas con la condición sufren de falta de confianza en sí mismas y buscan 'encajar' con quienes las rodean, y pueden mostrar síntomas similares a otros comportamientos potencialmente adictivos.

Ahora que la existencia de la condición parece haberse confirmado, se espera que se lleven a cabo más investigaciones para comprender más acerca de cómo y por qué las personas desarrollan este comportamiento potencialmente obsesivo, y qué se puede hacer para ayudar a las personas que son las más afectadas.”

Por otro lado, un investigador londinense relaciona la Selfitis con un trastorno llamado: “trastorno dismórfico corporal”. El Dr. David Veale, afirma que dos de cada tres pacientes que sufren trastorno dismórfico corporal, tienen compulsión a tomarse selfies y a subirlas a las diferentes redes sociales.

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¿Pero Qué Es El Trastorno Dismórfico Corporal?

Las personas con este trastorno mental perciben uno o más defectos en su apariencia y que no son percibidos por las demás personas. Estos defectos son asociados con recuerdos, emociones y sensaciones.

Las personas que sufren de este mal son muy duras consigo mismas y a menudo ven muchos más defectos o errores de los que en verdad padecen. Estas personas están en búsqueda permanente de estos defectos y utilizan espejos y cosas reflejantes para ello.

Se ha determinado que la raíz del problema es la falta de confianza de esas personas en sigo mismas, el de no poder aceptarse como realmente son, buscando siempre la aceptación de los demás.

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En realidad a muchos de nosotros nunca se nos ha ocurrido que tomarse autofotos y subirlas a las redes sociales podría convertirse en un trastorno mental relacionado con esta nueva era tecnológica.

Lo importante aquí es absorber esta información para identificar cualquier signo que nos revele el padecimiento de este trastorno y así poder tomar las previsiones necesarias.

En mi opinión personal, pienso que todo en exceso no es bueno y que algunas personas que se toman selfies todos los días no necesariamente sufren de este mal, podrían ser ´personas que buscan mejorar su estado de ánimo, aumentar su confianza o simplemente conectarse con su entorno.

¿Qué piensas tú… eres un adicto a tomarte selfies?

Fuentes: 1 - 2 - 3

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