Hace algunas semanas inicié una serie llamada #QuisieraSer para conversar algunos deseos que tengo o he tenido a lo largo de mi vida y que resultan muy difíciles o imposibles de alcanzar, sólo como materia de reflexión. Pueden leer ese primer post en el siguiente enlace #QuisieraSer: Benjamin Button. Sin embargo, dado que es Jueves y otras redes sociales dedican estos días a los famosos #TBT voy a hablar de una de mis fantasías de la infancia.
Cuando era niño solía ver muchas caricaturas en la tv o en los periódicos y algunos personajes me gustaban por encima de los demás: Spider-Man, Las Tortugas Ninja y Superman. Este último era mi favorito de todos ellos. Al punto de que llegué a disfrazarme del hombre de acero cuando tenía cinco años. Lamentablemente no hay un soporte visual para esto, pero imaginen un Superman algo moreno, con el corte de cabello del Príncipe Adam, alter ego de He-Man; bueno, algo así como un Superman bastante latino. Recuerdo haber visto mis carpetas de trabajo del preescolar repletas de recortes del personaje; las películas de Christopher Reeve las vi varias veces (excepto la IV que fue un fiasco total) y por supuesto la serie animada de televisión. Más tarde llegué a tener cómics también.
Pero, ¿por qué Superman? se preguntarán algunos. ¿Acaso hay que explicarlo? Un hombre llegado de otro planeta que tiene super fuerza, vuela, tiene visión de rayos-x, dispara rayos láser por los ojos, pero que además es hijo (hijastro más bien) ejemplar, un hombre de altos valores éticos, trabaja de reportero en un periódico y está enamorado de su compañera Louise Lane. Es decir, no sólo es un superhéroe, sino que además es buena gente y como guinda del pastel, es un extraterrestre que se muestra más humano que muchos de nuestros semejantes. Ya con el sólo hecho de volar y ser super fuerte, tenía material para alimentar mis fantasías, ¿quién no ha soñado de niño con poder volar, con levantar un auto, detener un tren en marcha y salvar cientos de vidas en peligro? ¿nadie? ¿sólo yo? Ok, quizás no sea la fantasía de cada niño, pero es comprensible que haya querido ser como él.
Confieso que al crecer perdí la predilección por Clark Kent en detrimento de mi respeto por el que ahora considero mi personaje favorito de los cómics: Bruce Wayne/Batman. Sin embargo, la mitología que rodea Kal-EL no deja de atraerme y de ser materia de reflexiones interesantes. Una de ellas aparece al final de la película Kill Bill Vol. 2 en la escena en la cual David Carradine habla del hombre de acero. No voy a analizar su exposición porque está bastante clara, así que sólo se las dejo para que lo piensen un poco:
Bill, el personaje de Carradine, habla de la burla de Superman; pero en contraposición a ese argumento, está otra de las reflexiones que he hecho sobre el extraterrestre criado en la granja de los Kent. Se deriva de la canción del grupo Five for Fighting llamada Superman (It's Not Easy). La canción tiene frases como "I'm more than a bird, I'm more than a plane"; "even heroes have the right to bleed", o "men weren't meant to ride with clouds between their knees". En los versos encontramos el lado más humano de Superman:
Y es que, aunque nació en el planeta Krypton, Kal-EL creció y fue criado en la tierra, como un hombre. Y como tal, debió tener sus dudas, cuestionamientos, crisis identitarias... se trata de un huérfano, sin hogar, que se ve a sí mismo convertido en guardián de una especie que lo vanagloria tanto como lo detesta, ¿por qué se queda? ¿por qué no nos destruye? En ciertos sentidos, si se mira bien la mitología y se guardan las diferencias pertinentes, Superman es un dios.
¿Quiero ser Superman hoy día? No. Claro que me gustaría volar y detener trenes, pero con el paso del tiempo he entendido la imposibilidad de la fantasía. Hoy, quisiera parecerme más a Clrak Kent. Al Clark hijo, compañero de trabajo, al Clark ser humano que busca siempre (con o sin capa) hacer lo correcto, aunque muchas veces eso signifique sacrificarse a sí mismo por los demás. Aunque pensándolo un poco y repasando la canción de Five For Fighting de la que hablé más arriba, quizás sea él, Superman, quien quiera parecerse a nosotros. A la deriva en un planeta ajeno, confundido, quizás a él le gustaría ser más normal y parecerse a mí. Quizás Superman #QuisieraSer yo.
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