Todo un gran negocio gira alrededor de la vida de estos perros, son entrenados desde cachorros sometiéndolos a brutales métodos para lograr hacer de ellos grandes gladiadores. Las peleas son pactadas entre los dueños con meses de antelación y la vida de estos animales se resume solamente a fuertes entrenamientos sin descanso y peleas a muerte. Las vallas clandestinas en la provincia Mayabeque en Cuba se ubican en fincas particulares apartadas donde es difícil acceder. La entrada a estos lugares es bien controlada por los dueños del lugar y tiene un valor de 40 pesos (casi dos dólares). A unos 100 metros antes de llegar al inhóspito sitio se comienzan a escuchar los fuertes gritos y como si del coliseo romano se tratara los gladiadores caninos son preparados para su combate a muerte que tiene como único objetivo enriquecer a sus dueños y divertir a la multitud que se enardece con las apuestas.
Preparación y entrenamiento de un perro de pelea.
La mayoría de las veces mucho antes de nacer estos perros están destinados a los combates, casi siempre los mismos entrenadores cruzan entre sí perros que hayan obtenido la victoria en varias ocasiones y sean poseedores de títulos y fama. (De esta forma aumenta el valor de los cachorros por su descendencia) que puede llegar a ser superior a los 200 dólares.
Adrian González es veterinario y entrena perros para las peleas y nos comentó alguno de los métodos más usados. “Me especializo en el cuidado y entrenamiento de perros de pelea, soy graduado de veterinaria en la universidad agraria de La Habana, encontré en los perros de pelea una forma de vivir. Entrenar, cuidar y preparar un perro de pelea es una inversión que se recupera en las apuestas. A los perros les suministro dosis muy bien calculas de esteroides y hormonas como testosterona, de esa forma aumento la agresividad del animal en el combate así como todas sus capacidades físicas. La efedrina también ayuda a mejorar las capacidades del perro.
Una sesión normal de entrenamiento puede comenzar con colgar el perro mordiendo un neumático de automóvil soportando su propio peso por el mayor tiempo posible. De esta forma aumenta considerablemente la fuerza de la mordida. Ejercicios especiales con peso, hacer correr al perro en la arena de la playa por más de 30 minutos, cesiones de natación y carrera por más de 4 kilómetros arrastrándome montado en una bicicleta forman parte del entrenamiento de la fuerza y la resistencia, hacer subir y bajar gradas en un estadio también es necesario para que el perro coja bomba (resistencia). Una de las etapas finales consiste en echar a pelear el perro con otro, pero con un bozal en la boca, para que aprenda a resistir las mordidas de su contrincante y aprenda a esquivar y meter el cuerpo”.
Todos estos brutales métodos de entrenamiento son usados por varios meses consecutivos, la dieta especial a base de carnes rojas como la res o el carnero y pescado forman parte de la “inversión” de la que nos hablaba Adrian.
Apuestas dentro de las Vallas clandestinas.
Una vez ingresado en la valla se puede observar mucha actividad. Los corredores de apuestas pregonan e incitan a apostar por el posible ganador, los perros son preparados para el combate que muchas veces termina con la muerte de uno de los dos que entran al ring. Yosvani González, un corredor de apuestas nos explico en qué consiste su trabajo. “Me encargo de anotar bien las apuestas y los nombres, a que perro le va (Cual es el perro por el que apostaran). Cobro siempre una buena comisión por este trabajo, aunque también las apuestas ya a veces vienen pactadas con antelación por los dueños y entrenadores de ambos perros. He visto jugarse (apostar) hasta 50 000 pesos (unos 2000 dólares) en una sola pelea. Hay personas que confían todo su dinero en las habilidades de su perro”.
Una vez comenzado el combate los gritos de la multitud y las órdenes de ataque de los dueños y entrenadores de los perros se pueden escuchar a varios cientos de metros. Los animales comienzan a poner en práctica todo lo que les enseñaron desde pequeños y las heridas y la sangre emocionan a los seguidores de este cruel deporte.
Cada perro tiene un equipo de Veterinarios encargados de curar y tratar las heridas después del combate.
Como si de una delegación deportiva que participa en una olimpiada se tratara, detrás de cada perro hay un equipo de entrenadores y veterinarios que se encargan de atender al animal si sobrevive a la pelea. Equipados con un botiquín de primeros auxilios estos veterinarios atienden las traumáticas heridas al terminar la pelea.
“La verdad es que pocos sobreviven después de perder un combate, incluso si ganan pueden quedar mal heridos. Enseguida tratamos las hemorragias y hacemos lo posible por estabilizar los signos vitales del animal. Tenemos todo el equipo necesario, hay mucho dinero en juego, uno de estos perros puede llegar a valer hasta 2000 dólares por eso mantenerlo con vida es fundamental si sobrevive a la pelea”. Nos comentó Alexis Matos, un veterinario que trabaja permanente con el equipo de un perro llamado “Roko” que lleva 6 peleas ganadas en las vallas del municipio de San José de las Lajas, provincia Mayabeque.
“Estos perros desarrollan una gran fuerza en la mordida y por eso las heridas pueden ser fatales, a los perros se les entrena para atacar al cuello, si en la pelea se atraviesan alguna arteria importante el perro puede perder la vida casi al momento producto de la hemorragia. Si el perro sobrevive al combate se le deben administrar antibióticos por varias semanas para cuidar que las heridas no se infecten”. Añadió Alexis.
En Cuba no existe una ley de protección animal.
La protección de animales de la ciudad (PAC), está conformada por un grupo de activistas que no tienen reconocimiento legal. Esta organización no gubernamental ha logrado recolectar 8 mil filmas de las 10 mil requeridas para presentar ante la comisión de asuntos constitucionales y jurídicos de la asamblea nacional una propuesta de ley que proteja a los animales contra el maltrato.
Según Sucel Jurado, principal organizadora del (PAC), los habituales actos de crueldad y abusos que se aprecian en las calles cubanas así como las peleas clandestinas son argumentos suficientes para demostrar la urgencia de legislar en esta materia.
Noel Hernández, miembro activo de la (PNR) Policía Nacional revolucionaria, con el grado de Capitán; Radica en el municipio de San José de las Lajas y nos comentó al respecto.
“La PNR trabaja asiduamente para tratar de erradicar el problema de las peleas de perros, es muy difícil porque las vallas clandestinas cambian constantemente de lugar e incluso tienen personas vigilando a varios kilómetros con teléfonos móviles que avisan si un operativo policial se acerca, entonces es muy complicado combatirlos, si hemos detenido a varias personas que sabemos que se dedican a eso pero solo se les pone una multa y quedan en libertad, pienso que si una medida más fuerte se aplicara este grave problema se erradicaría de una vez por toda en nuestra sociedad”.
Otros tipos de maltratos de animales son abundantes en la Isla, la Asociación de Animales y Plantas en Cuba (Aniplant) ha expuesto varios de ellos en diferentes ocasiones, en los años 80 Aniplant presentó un proyecto de ley sobre bienestar y protección animal que aún en el 2016 no ha recibido respuesta por parte del gobierno cubano.