Fuente: de la imagen: joseperezlozano.com/wp-content/uploads/2013/08/nativoDigital.jpg
J. Lizama-Mendoza & M. Farias-Elinos
Resumen:
En el presente artículo se aborda el tema de la seguridad informática desde el contexto de la sociedad de la información; un paradigma de desarrollo basado en producción y circulación de la información digital que, al compaginarse con el ámbito de la seguridad informática, ha comenzado a generar nuevos desafíos tecno-sociales que merecen ser abordados y entre los cuales se puede destacar el problema del analfabetismo digital que se ve reflejado en el no-entendimiento de la inmaterialidad de los bienes informáticos, y en creación de una comunidad tecnológicamente competente que tiene que enfrentar el problema de la inseguridad informática de manera solitaria.
1. Introducción
La creciente informatización de una sociedad que al mismo tiempo no ha logrado resolver el problema del analfabetismo digital y que, por tanto, no logra entender fenómenos como el de la inmaterialidad de los bienes de información (la sustitución de los átomos por los bits de acuerdo a N. Negroponte, 1995), fenómeno que se refleja en el momento de que la sociedad actual no tiene conciencia de que su información contenida en un sistema de cómputo puede ser copiada o robada sin que el se de cuenta, debido a que la información sigue permaneciendo en el sistema, a diferencia de un robo común que se vive hoy en dia, donde el artículo robado deja de existir o de ser visible al usuario. Esto conlleva a que la sociedad actual no tome las precauciones, ni mucho menos se preocupe por la seguridad informática.
Asimismo, el fenómeno del analfabetismo digital también genera de manera relacional que el gremio de la seguridad informática se erija como una nueva tecnomeritocracia, es
decir, en una nueva comunidad de miembros tecnológicamente competentes que tiene que enfrentar de manera solitaria la problemática que marca el tema de la seguridad.
2. Tecnologización y analfabetismo digital
Hoy en día, el intercambio de información se ha convertido en un elemento central para el desarrollo de lo que algunos llaman la Sociedad de la Información; un nuevo paradigma social donde la producción y circulación de la información en cualquiera de sus modalidades (en su arácter tecno-operativo, en su aspecto administrativo-social o en su ámbito cognitivo) se erige como el eje axial para la primacía del sector servicios, la reestructuración empresarial, la educación a distancia, etc.
Si bien hoy en día nadie duda de la legitimación de la sociedad de la información como un nuevo paradigma de desarrollo, si existen vacíos importantes acerca de la apropiación estatal, y social de la tecnología “motor” en que que ésta se basa: las tecnologías de información.
Un fenómeno que algunos estudiosos del tema[1,2,3], han dado en llamar “brecha digital” y que se caracteriza por comportar nuevos frentes de desigualdad en un mayor número de ámbitos. De acuerdo con dichos autores, el término “brecha digital” está integrado por una serie de divisiones en al menos cuatro sectores:
GLOBAL (global divide), que es la divergencia en el acceso a Internet entre los países industrializados y las sociedades en vías de desarrollo.
SOCIAL (social divide), que se refleja en quienes tienen acceso y quienes no tienen acceso a las tecnologías (de información) dentro de cada nación. DEMOCRÁTICA (democratic divide), que es la diferencia entre quienes hacen y quienes no hacen uso de la gama de posibilidades que los recursos digitales brindan para involucrarse, participar y actuar en la vida pública[3]. ANALFABETIZACIÓN DIGITAL, que es la falta de habilidad socio-técnica para generar información y protegerla de manera efectiva en un sistema.
En este contexto el sector social dedicado a la seguridad informática parece adquirir, cada día más, un lugar privilegiado en la construcción de la nueva sociedad pues de ellos depende que funcione de manera adecuada y fiable el proceso de circulación de la información; asimismo, de ellos también depende que un número importante de instituciones, empresas e integrantes de la sociedad civil que todavía no han experimentado un proceso de digitalización o democratización decidan hacerlo al constatar que existe el escenario de confianza suficiente.
Sugerido lo anterior -la importancia de la seguridad informática en la sociedad-, se ha visto que aunque el terreno de acción, soluciones e integrantes de dicha esfera pueden ser identificados de forma inmediata, no ocurre lo mismo con los escenarios tecno-sociales a los que se enfrenta, los cuales suelen ser más desestructurados, menos objetivables y, por ende, más difíciles de percibir.
Se piensa que este último aspecto es no sólo central para entender el estado del arte y los retos a los cuales se enfrenta la seguridad informática, sino que también requiere de una generosa exposición de conjeturas, polémicas, acercamientos y miradas analíticas de otras disciplinas para comprenderlo, so pena de quedar condenado a la fácil simplificación o al cómodo reduccionismo conceptual. Por ello a continuación se identificar dichos escenarios tecno-sociales y evaluar su impacto para la seguridad informática apoyados en algunos conceptos provenientes de la construcción social de la tecnología, una perspectiva encargada de estudiar la relación siempre compleja entre sociedad y tecnología que nos permitirá introducir un nuevo escenario en la discusión del tema que nos ocupa.
3. Una nueva tecnomeritocrácia
Si se realizan breve recuento histórico de la seguridad informática y las estrategias técnicas que ha ideado para oponer un freno a las prácticas del sabotaje informático o el intrusismo informático[3], se observa que se está ante una disciplina que ya ha logrado madurar un alto grado de especialización. Actualmente se cuenta con parque importante de herramientas y estrategias para tal fin, entre las cuales destacan los firewalls, el análisis forense, los programas antivirus, etc., sin embargo estas herramientas no son infalibles.
Paradójicamente, esta alta especialización de la seguridad informática parece estar en oposición directa con el fenómeno que autores como Pipa Norris[3] describen como analfabetismo digital; es decir, la necesidad imperante de la sociedad a adquirir volúmenes cada vez más complejos de parque informático, a fin de evitar estar “off-line”, pero pasando por alto las implicaciones, responsabilidades y procesos de aprendizaje que impone dicha tecnología.
Esta dicotomía entre la hiper-especialización que ha conquistado la seguridad informática, en contraposición al analfabetismo digital que parece caracterizar al paradigma de la sociedad de la información se resuelve necesariamente mediante el predominio de la primera. Ciertamente, las personas e instituciones involucradas en dicho campo han comenzado a experimentar un proceso de atomización disciplinar (un efecto que subraya la fractura actualmente vigente entre las esferas social y de ingeniería), lo cual ha dado paso al surgimiento de una nueva tecnomeritocracia; esto es, a la emergencia de sectores altamente ilustrados en el terreno tecnológico cuyos conocimientos y habilidades en los mismos les permite no sólo destacar en el terreno social, sino también incidir en el campo
político. Subrayando lo anterior podemos citar al sociólogo Manuel Castells, el cual agrega que la tecnomeritocracia es
“...una cultura que cree en el bien inherente del desarrollo científico y tecnológico como componente clave del progreso de la humanidad (...) Su especificidad radica en la definición de una comunidad de miembros tecnológicamente competentes que son reconocidos como colegas por la comunidad. En dicha cultura , el merito se mide por el grado de contribución al desarrollo de un sistema tecnológico que proporciona un bien común a la comunidad de descubridores[4]
Cabe destacar que esta nueva meritocracia generada por la seguridad informática es el legado y síntesis de otras experiencias más remotas en el tiempo, fundamentalmente las que se encuentran arraigadas a
a) Las tecnomeritocracias académicas (UCLA, Berkeley, Massachussets) que durante los años 70 sentaron las bases para el desarrollo de ARPAnet y los protocolos TCP/IP
b) Las tecnomeritocracias de programación creativa[5]I, integradas por una comunidad hacker interesada en la innovación colectiva y la propiedad comunitaria del software.
I De acuerdo con CARRIONS, Hugo Daniel (2000) El Intrusismo Informático no autorizado o acceso ilegítimo a los sistemas de información, Interseguridad, Buenos Aires. El sabotaje informático puede definirse como la práctica en donde existe la intención de obstaculizar, dejar inoperante o dañar el funcionamiento de un sistema de redes Por su parte, el intrusismo informático parece no tener la misma carga de ilegalidad que su contraparte, ya que su objetivo reside en ingresar a un sistema de redes para estudiar su funcionamiento y seguridad sin afectar su funcionamiento o disponibilidad de la información. Como sea, en el fondo ambos son tema de enorme interés para la seguridad informática
A partir de la recuperación y aglutinamiento de estas dos experiencias precedentes, el campo de la seguridad informática a logrado generar una tecnomeritocracia muy poderosa en términos de habilidad socio-técnica. Sin embargo, los tiempos en que aquellas se originaron (los años 70) no corresponden al contexto actual en el cual parece expandirse la esfera de la seguridad, misma que tiene que enfrentar una serie de retos entre los cuales queremos destacar:
a)La ruptura entre la posición política de las tecmeritocracias académica y de programación creativa en relación a la esfera de la seguridad informática.
Según algunos autores como Castell[6] señalan el elemento distintivo de las tecnomeritocracias académica y de programación creativa se basada en la idea de la libertad: la innovación y desarrollo de los sistemas informáticos era más una labor de beneficios colectivos que una tarea destinada a generar mercancías vendibles. Sin embargo, hoy en día la seguridad informática parece estar profundamente influenciada por la llegada de los oligopolios de las telecomunicaciones, los cuales han vuelto a la misma seguridad informática en toda una industria: Las industrias de los antivirus o los firewalls (por ejemplo)
Del escenario anterior también se desprende el hecho que cualquier empresa pueda afirmar que realiza labores de seguridad cuando realmente lo que está promoviendo es simplemente aprovecharse de la “novedad” para hacer negocio de un concepto que actualmente tiene un impacto de largo alcance; no solo a nivel tecnología, sino hasta de la misma sociedad en la que vivimos, llevando el concepto “inseguridad pública” que hoy en día vivimos a un nuevo término que se podría definir como “inseguridad digital”, que deja poco espacio para la preservación de un legado fincado en la libertad y los beneficios compartidos.
4. Desafíos sociales de la seguridad informática
De acuerdo con lo anterior, el ámbito de la seguridad informática parece enfrentarse a una serie de desafíos sociales entre los cuales queremos destacar
4.1 La ética y neutralidad tecnológica
Uno de los retos más destacados para dicho rubro parece ser el de la ética y neutralidad tecnológica: si la seguridad pasa a ser un asunto de capitales antes que una necesidad imperante de una nueva sociedad, entonces podemos esperar un escenario futuro en donde esta meritocracia cosifique sus objetivos a la obtención de beneficios político-económicos.
4.2 Las nuevas figuras digitales
Por ejemplo, la inmaterialidad de bienes (sustitución de los átomos por los bits), escenario que implica generar una nueva cultura en la sociedad acerca de los valores inmateriales y no objetivables que impone la informática, valores que no cuentan con la suficiente proyección jurídica al respecto. Esto también se ve reflejado en la falta de legislación informática en algunos países con el de México[7].
4.3 La autorización de la esfera de la seguridad informática
Como hemos propuesto a lo largo de todo este apartado, el rasgo distintivo que ha permitido que la seguridad informática adquiera el rango de tecnomeritocracia es el analfabetismo digital que caracteriza a la sociedad de la información. En este acontecimiento radica la fortaleza de dicho gremio pero también su punto débil, ya que entonces también se tiene que enfrentar y resolver “desde cero” todo tipo de desafíos, incluso los que podrían ser resueltos de antemano mediante la vía social. Si se toma como referencia el Orange Book para hacer una analogía, se podría decir que a nivel sociedad se está en el nivel C1; sin embargo la mayoría de los miembros de la sociedad se encontrarían en el nivel D. Es por ello que en algunas organizaciones la creción de políticas de seguridad es una forma de cubrir la gran brecha existente entre la tecnología y
la legislkación[8].
A fin de ejemplificar lo anterior queremos abordar el problema de la apropiación instrumental, y no creativa-reflexiva, de las tecnologías de información por parte de la sociedad civil. Un apartado que podemos explicar mejor mediante la metáfora del bricoleur y el ingeniero[9], en donde el primero se apropia de la tecnología en su carácter meramente instrumental; en tanto que el segundo agrega a la tecnología el valor del pensamiento reflexivo y la abstracción para inferir habilidades e innovaciones nuevas.
Hoy en día, la apropiación social que las personas hacen de la tecnología se inclina más a proseguir la lógica del bricoleur que la del ingeniero (que es la que compete a la seguridad); las razones de por qué esto es así responden a un abanico muy amplio de acontecimientos: la ausencia de un modelo de usos de las nuevas tecnologías, la ofertación de productos estandarizados que hacen las empresas de la informática, el diseño mismo del software propietario que impide su análisis, la evolución de las interfaces gráficas “amigables”, etc.
4.4 La flexibilidad interpretativa
Finalmente, un último desafío que tiene que enfrentar la tecnomeritocracia de seguridad informática es la “flexibilidad interpretativa (Trevor Pinch, The Social Construction Of
Technological System, 1996) ”: para el caso de la informática y las redes digitales no existe una única interpretación para entender y usar la tecnología, más bien existe una pluralidad de interpretaciones distintas a las ceñidas por la normatividad original.
De la pluralidad de interpretaciones pueden resultar aplicaciones o usos de los artefactos muy distintos a los que estaban ceñidos por una normatividad original”[10]
En los hechos, esta condición se puede traducir en la emergencia de una serie de grupos sociales que cuentan con una profusa habilidad en el campo de la informática, pero que no están interesados en desarrollar mejores medidas de seguridad, sino en romperlas. Estos grupos desestructurados entre los cuales destacan los crackers, carders, scrip kiders, etc; implican una amenaza (más que al gremio de la seguridad informática) al sector de aquellos usuarios que mencionamos se inclinan a la lógica del Bricoleur; el problema aquí radica en que son los primeros los que tienen que resolver desde raíz el mal funcionamiento del parque informático
Conclusiones
La principal barrera que impide el crecimiento de la seguridad informática dentro de la sociedad es el analfabetismo digital que actualmente tiene la mayoría de las personas que conforman la sociedad actual.
El crecimiento acelerado de las tecnologías de información han hecho que la sociedad actual en la que vivimos no tome conciencia del impacto y implicaciones tecno-legales y sociales que conlleva los nuevos desarrollos tecnológicos.
La seguridad informática es un área medular de lo que hoy conocemos como sociedad de la información, esto debido al crecimiento y extensión de la super-carretera de la información, así como la gran cantidad de usuarios que transitan por ella.
Un factor a considerar dentro de la seguridad informática, son las capacidades que hoy en día tienen las nuevas tecnologías, que como podemos ver dentro de la Internet-2 permiten desarrollar nuevas aplicaciones, donde se requieren mayores capacidades, esto sin embargo también abren nuevas formas de ataques, donde las capacidades de las nuevas tecnologías permiten realizar actividades maliciosas de tal forma que el impacto sea mucho mayor.
Referencias
[1] CROVI, Druetta (2000) Desafíos del abismo digital, publicado en: Revista Nexos No.
274, México, octubre
[2] CARVIN, Andy (200), Beyond Access: Understanding the Digital Divide, presentado en conferencia en la Universidad de Nueva York, EEUU, http://www.benton.org/Divide/thirdact/speech.html
[3] NORRIS, Pippa (2001), Digital Divide, Civic Engagement, Information Poverty and
The Internet Worldwide. Reino Unido, Cambridge, University Press.
[4] FLECHA, Ramón, GOMEZ, Jesús y PUIGVERT, Lidia (2001) Teoría sociológica contemporánea. Barcelona, Paidós
[5] CARRIONS, Hugo Daniel (2000) “El Intrusismo Informático no autorizado o acceso ilegítimo a los sistemas de información”, Interseguridad, Buenos Aires
[6] CASTELLS, Manuel (2001) La Galaxia Internet, Madrid, Areté
[7] L. Arroyo-Cortés & M. Farias-Elinos (2002), “Importancia del marco jurídico en la función de auditoria informática”, 1er. Congreso Iberoamericano de Seguridad Informática, Morelia, Michoacán, México.
[8] M. Farias-Elinos, Ma. C. Mendoza-Díaz & L. Gómez-Velazco (2003) “Las políticas de seguridad como apoyo a la falta de legislación informática”, Techno-legal aspects of information society and new economy: an overview, Spain, pp. 192-220.
[9] STRAUSS, Levi (1976) El Pensamiento Salvaje, México, FCE
[10] DIAZ Cruz, R, y SANTOS,Corral, María Josefa (1999) “Artefactos sociotécnicos, cultura y poder: hacia una antropología de la innvación tecnológica”. México, FCE
Author: Dr. Jorge Alberto Lizama Mendoza /Mario Farías Elinos
My personal blog cybermedios:
https://cybermedios.org
Thanks for sharing...
Downvoting a post can decrease pending rewards and make it less visible. Common reasons:
Submit
Hi! I am a robot. I just upvoted you! I found similar content that readers might be interested in:
http://bolsasmezclilla.blogspot.com/2012/11/analfabetismo-digital.html
Downvoting a post can decrease pending rewards and make it less visible. Common reasons:
Submit