El trayecto desde el aeropuerto de Maiquetía hasta panamá duro 2horas 45 minutos y al llegar fuimos a hospedarnos en el hotel Hilton Garden que tiene la particularidad de tener sus piscinas en la sotea del hotel, lo que te hace sentir como que estas tomando sol en las nubes. Dicho hotel está ubicado en el centro de ciudad de panamá que es una ciudad Cosmopolitan plagada de gigantescas edificaciones lo que parece ser el new york de Centroamérica con múltiples casinos que tienen entre ellos el majestuoso trump que es la vedette de los turistas en cuanto a juegos de azar se refiere por tener muchos lujos y ser el más amplio de todos los que tiene ese país.
Los centros comerciales se encuentran repletos los fines de semana, teniendo yo la dicha de haber podido conocer el albrook mall que está ubicado en el centro de ciudad de panamá. Donde tuve la dicha de fotografiarme con un oso de juguete de tamaño real algo que me causo gracia porque ese es mi apodo en Venezuela precisamente “el oso”.
Por otra parte cabe destacar que me impacto lo innovadores que son los panameños en cuanto a su gastronomía debido a que pude degustar un plato llamado sushi hawaiano que puede ser servido con cangrejo, atún o pollo pero en vez de ser un rolls es preparado en un plato de altas dimensiones en el restaurante del casino hard rock café, donde también se presentan cantantes de renombre que llaman la atención de los múltiples turistas que llegan a ese lugar.
Así mismo mis amigos y yo pudimos ver un imponente barco utilizado para cruceros turísticos que ancla en la ciudad de colon ubicada a dos horas de ciudad de panamá, lo que deja ver lo enorme que son estos mountros de la arquitectura marítima.
También pudimos ir al mítico presidente Remón que ha sido sede de múltiples carreras de renombre en el hipismo mundial como por ejemplo ser sede de la serie hípica del caribe que ha puesto a panamá en la órbita del hipismo mundial.
Sin duda alguna este magistral país centroamericano es un lugar de mucha tecnología arquitectónica y turística que no tiene nada que envidiarle a los países catalogados como los peces gordos del turismo y quede con ese buen sabor de felicidad que sin duda alguna me obliga a volver este mismo año a pasar mis nuevas vacaciones turísticas en época decembrina.